Medicion y analisis de los spillovers entre el S&P500 y los mercados del MILA antes y durante la expansion inicial de la pandemia por COVID-19/Measurement and analysis of spillovers between S&P500 and MILA markets before and during the initial expansion of the COVID-19 pandemic/Medicao e analise de spillovers entre o S&P500 e os mercados do MILA antes e durante a expansao inicial da pandemia COVID-19. - Vol. 37 Núm. 159, Abril 2021 - Estudios Gerenciales - Libros y Revistas - VLEX 870770602

Medicion y analisis de los spillovers entre el S&P500 y los mercados del MILA antes y durante la expansion inicial de la pandemia por COVID-19/Measurement and analysis of spillovers between S&P500 and MILA markets before and during the initial expansion of the COVID-19 pandemic/Medicao e analise de spillovers entre o S&P500 e os mercados do MILA antes e durante a expansao inicial da pandemia COVID-19.

AutorGurrola-Rios, Cesar
CargoArt
  1. Introducción

    La globalización financiera ha promovido la libre movilidad de capitales desde y hacia el exterior (Bekaert y Harvey, 1999), lo que ha fomentado la creación de bloques de integración financiera o económica. En la Gran Bretaña del siglo XVIII o en Alemania e Italia en el XIX, ya se percibían antecedentes de integración, pero es hasta después de la Segunda Guerra Mundial que este proceso involucra a varias economías; por ejemplo, la Comunidad Económica Europea (CEE), el Mercado Común de Centroamérica (MCCA), el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) (1), los acuerdos del Sudeste Asiático (ASEAN) y el Mercado Común del Cono Sur (MERCOSUR) (Corral, 2011). A comienzos el siglo XXI, surge el Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), contraparte financiera de la iniciativa de integración económica denominada Alianza del Pacífico (AP), que pretende incrementar el crecimiento, desarrollo y competitividad de las economías del litoral asiático del Pacífico. El MILA busca ser un mercado bursátil eficiente, amplio y variado, y pone a disposición de emisores e inversionistas más y mejores oportunidades de captación y asignación de recursos en mercados del Cono Sur: Chile, Colombia, México y Perú (Martínez, Narváez y Echeverry, 2012; Campos y Revoredo, 2017) (2).

    El MILA inicia operaciones con 546 empresas listadas (84 colombianas, 235 peruanas y 227 chilenas), para septiembre de 2020 alcanza las 619 emisoras, de las cuales 67, 214, 198 y 140 corresponden a los mercados de Colombia, Perú, Chile y México, respectivamente.

    Espinosa, Gorigoitía y Vieito (2017) destacan que el MILA se caracteriza porque cada mercado ha mantenido su independencia y autonomía regulatoria; sin embargo, detonó la aparición de estrategias de integración horizontal en empresas del sector financiero, como el caso de Credicorp, grupo financiero peruano que adquirió Correval, agente importante de la Bolsa de Colombia (3). Otro ejemplo es el del banco chileno CorpBanca, que en 2012 compró el Banco Santander Colombia y en 2013 el Helm Bank (Vargas y Bayardo, 2013).

    La tabla 1 muestra aspectos importantes en la evolución del MILA. La cantidad de emisoras ha sido estable con variaciones del 1% para los casos de Colombia y Perú. El volumen operado en el mercado bursátil mexicano lidera a sus contrapartes, seguido de Chile, Colombia y Perú. La capitalización bursátil mantiene un comportamiento similar al volumen, aunque llama la atención la evolución a finales del 2020, cuando ya se perciben los efectos económicos ocasionados por la pandemia de la COVID-19 y el entorno recesivo mundial que ya aquejaba la economía mundial. Perú sufrió la menor caída (16%), aunque ese mercado apenas abarca el 2% del volumen operado en la región; Chile, México y Colombia mostraron desplomes del orden del 33, 36 y 42%, respectivamente, es decir, los mercados que representan el 98% del volumen sufrieron una caída promedio del 37% en el nivel de capitalización bursátil.

    El presente estudio contribuye a la literatura en dos aspectos. En primer lugar, se analiza la evolución de las relaciones entre los mercados de capital en la región MILA, a la luz de la influencia que ejerce el mercado bursátil de Estados Unidos. En segundo lugar, la investigación complementa los hallazgos de literatura previa que analiza la integración financiera al proponer otra alternativa para analizar esas relaciones. Con base en la metodología propuesta por Diebold y Yilmaz (2009a, 2009b, 2012), este estudio tuvo por objetivo construir índices de derrames (spillovers) para analizar la forma en que se propagan los choques entre los rendimientos diarios del S&P500 y los índices bursátiles de los países del MILA, entre el 30 de octubre del 2009 y el 23 de abril del 2020. El análisis comprueba la existencia de relaciones significativas y se verifica la importancia del mercado accionario de Estados Unidos en los mercados del MILA. Como se esperaba, desde inicios del 2020, el nivel de conectividad entre todos los mercados creció y la influencia del S&P500 ascendió, aunque durante el periodo analizado no alcanzó la influencia que mostró en años previos.

    En la siguiente sección se discute la literatura relevante, luego se enuncia la metodología propuesta por Diebold y Yilmaz (2009a, 2009b, 2012), que se basa en la estimación de modelos de vectores autorregresivos (VAR) mediante una ventana móvil de ancho fijo, la cual se extiende en este artículo para capturar los derrames ocurridos desde y hacia el mercado accionario estadounidense y los mercados del MILA durante el horizonte temporal cubierto por este estudio. Los resultados del análisis de los datos correspondientes a dichos mercados se muestran en la cuarta sección. Finalmente, se presentan las conclusiones.

  2. Marco teórico

    2.1 Integración financiera internacional

    Dado que, como lo señalan el Fondo Monetario Internacional (2016) y Eyraud, Singh y Sutton (2017), la integración financiera es el proceso por el cual los mercados financieros de dos o más países o regiones se vuelven más conectados entre sí, ante el fortalecimiento de los vínculos financieros entre los mercados, ocasionado por la creciente integración, se ha observado, en el corto plazo, la transmisión de perturbaciones entre ellos, así como tendencias comunes en el largo plazo (Kasa, 1992). Dicha integración promueve beneficios como el incremento de opciones de financiamiento, del valor de la empresa, de las posibilidades de diversificación y la reducción del costo de capital (Mellado y Escobari, 2015; Sandoval et al., 2015; Campos y Revoredo, 2017). Por otro lado, también existen efectos no deseados sobre el precio de los activos y el consecuente interés de formar portafolios que diversifiquen los riesgos sistemáticos domésticos (Chambet y Gibson, 2008; Romero, Ramírez y Guzmán, 2013).

    Entre los esfuerzos pioneros que discuten la propagación de efectos a través de los mercados, en el ámbito de las crisis que se gestaron desde la década del noventa, figuran Calvo y Reinhart (1996) (4), Rigobón (2002), Forbes y Rigobon (2002), Bekaert y Harvey (2003) y Bekaert, Harvey y Ng (2005). La crisis de mercados emergentes de los noventa, la crisis hipotecaria del mercado de Estados Unidos del 2007 y la crisis de deuda europea del 2010 son ejemplos recientes de descalabros financieros relevantes, en función del impacto negativo de tales choques en los mercados internacionales (Santillán, Gurrola y López, 2017).

    La transmisión de efectos financieros desde el mercado bursátil de Estados Unidos a causa de la crisis subprime ha sido ampliamente estudiada; por ejemplo, Mohti, Dionísio, Vieira y Ferreira (2019) encontraron evidencia de esos efectos en 18 mercados bursátiles en países de América Latina, Europa, África, Oriente Medio y Asia. Mediante un modelo VARMA-GARCH-DCC, López, Ortiz y Cabello (2009) ofrecen evidencia de integración en los mercados accionarios de la región del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Mediante la metodología wavelet, Dima, Dima y Barna (2015) encontraron integración y procesos de sincronización de corto y mediano plazo en los mercados de México, Brasil y Chile.

    Es importante medir la conectividad (o conjunto de conexiones) que surge de la integración entre los mercados financieros, entre otras razones, por el riesgo de las inversiones, ya que surge de (y contribuye a) la vinculación entre las fuentes y usos de los recursos disponibles en los mercados financieros, y canaliza ahorros a inversiones reales cuyos efectos impactan a la economía e integran los mercados financieros en los niveles regional y mundial (Diebold y Yilmaz, 2015a) (5).

    2.2 Relaciones entre los mercados del MILA

    La integración financiera en el MILA es de interés académico, entre otras explicaciones, porque un mercado bursátil sólido promueve el desarrollo comercial--a través de mayores alternativas de inversión y financiamiento--,ofrece una mayor presencia y visibilidad de las emisoras (Sandoval et al. 2015) y mejora las perspectivas de inversión extranjera (Bolaños, Burneo, Galindo y Berggrun 2015; Orozco-Álvarez y Ramírez-López, 2016). Otras razones son la reducción de costos de transacción (Sandoval y Soto, 2016), el incremento de las correlaciones en los rendimientos accionarios (Espinosa et al., 2017; Santillán, Massa y Reyna, 2017), las posibilidades de arbitraje (García y Rosso, 2016; Gil, 2020), los altos niveles de volatilidad y desajustes financieros, entre otros aspectos (Martínez et al. 2012; Vargas y Bayardo, 2013).

    La evidencia sobre las relaciones entre los mercados del MILA incluye estudios de casos, que aseguran que el proceso de integración ha propiciado modificaciones en la intermediación financiera (corretaje) en el mercado de Colombia (Yepes, Gonzales y González, 2015). Mediante el análisis gráfico de tendencias, Bolaños et al. (2015) concluyen que el volumen presenta un balance negativo, así como un efecto marginal en la rentabilidad. Gil (2020), al utilizar simulación de operaciones bursátiles, sugiere un limitado avance de la integración caracterizado por asimetrías importantes en rentabilidad, capitalización, nivel de concentración, ente otros aspectos. Mediante la técnica de mínimos cuadrados ordinarios (MCO), García y Rosso (2016) sugieren posibilidades de arbitraje al demostrar efectos estacionales (calendario). Fuenzalida, Berggrun y Mongrut (2017), con el modelo de tres factores de Fama y French, encontraron una relación positiva entre la prima de liquidez y los rendimientos accionarios. Uribe y Mosquera (2014), a partir de la razón de Sharpe, rechazan rompimientos estructurales en el proceso generador de datos asociado a la eficiencia de los portafolios.

    La mayor parte de la evidencia empírica sobre integración financiera en el MILA gira en torno a las relaciones de largo plazo y el cambio en las correlaciones de los rendimientos. Tales estudios confirman relaciones de equilibrio de largo plazo...

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