Actitud
| Autor | Rafael A. Campos |
| Páginas | 97-117 |
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Actitud 4
No importa la tecnología móvil, lo último en seminarios,
entrenamientos ni en edicios ultra súper modernos,
cuando se llega a lo realmente importante, la actitud, es
todo en el mundo de los negocios.
Un gerente excepcional entiende la importancia de te-
ner la actitud correcta en el ambiente de negocios. Él o
ella saben qué actitudes positivas pueden ser alcanzadas
solamente si se han manejado adecuadamente situacio-
nes negativas. Por ejemplo, el saber cómo manejar ade-
cuadamente y de forma constructiva los errores, así como
también las críticas e impedimentos a los cambios pueden
hacer la diferencia entre tener empleados con actitudes
positivas o negativas en los lugares de trabajo.
Desafortunadamente, muchos jefes y supervisores es-
tán tan enfocados en los resultados nales y de productivi-
dad, que olvidan las personas detrás de los procesos. Pasan
tiempo, viendo datos y métricas, y son muy oportunos en
asignar errores y de señalar culpables de esos errores. Esto
no ayuda a tener una actitud positiva y abre la puerta a
baja autoestima y por ende baja moral. Empleados con ac-
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titud negativa incrementaran el stress y no tendrán orgullo
por lo que hacen. Esto normalmente se traduce en absen-
tismos, llegadas tarde y en personal poco concentrado en
sus labores diarias, lo que indudablemente lleva a come-
ter errores y por consiguiente tiempo invertido en corregir
esos errores.
La actitud adecuada inicia en la cima
Un gerente excepcional pone el tono para sus equipos
de trabajo. Su propia actitud puede poner el tono de toda
la empresa. Si, por ejemplo, un gerente tiene una pobre
actitud y se queja a menudo de la productividad o sobre
los números de ventas que no son adecuados, esta actitud
negativa se expande por toda la organización. En algunas
ocasiones, los gerentes traen consigo problemas y situacio-
nes personales negativas que resultan en desastre para las
empresas. Por esto, un gerente excepcional, debe atender
sus problemas personales fuera de su lugar de trabajo, y ve-
nir totalmente enfocado en la empresa y en los empleados
que trabajan en ella. El gerente excepcional, es responsable
de siempre estar listo y no solo asegurarse que se cumpla el
trabajo si no que es responsable por las personas que tra-
bajan con él. Él o ella, debe estar siempre alerta de las acti-
tudes positivas y negativas que vienen de sus empleados
y fomentar una política de puertas abiertas para atender
todas las necesidades y dudas de los empleados.
El gerente excepcional respeta a todos sus empleados
y reconoce el valor que tiene la vida personal de cada uno
que se extiende más allá de su ambiente de trabajo. Esto
signica que el gerente excepcional entiende que existen
niños, esposas, esposos y otros seres queridos esperando,
todos con sus propias necesidades. Signica también, que
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