Aporofobia - 15 de Noviembre de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 878190628

Aporofobia

Bogotá. En un separador estrecho de la cien con séptima, una pareja arrastra un cochecito en el que va un bebé y del que cuelga un trapo rojo con la palabra ‘hambre’. El otro niño de la familia, de unos dos años, anda "suelto", por el filo del separador, con esos pasitos típicos de una edad en la que el equilibrio suele estar a punto de romperse. Carros y buses pasan casi rozándolo, y el tráfico aterrador, que casi no se mueve, y que solo permite avanzar a veces a un promedio de cinco kilómetros, parece un factor protector en semejantes circunstancias. El padre y la madre se ven tan ocupados intentando conseguir unas monedas, que si el chiquito diera un traspiés, tal vez no alcanzarían a atraparlo en el aire… o tal vez sí. Hay reflejos inimaginables que se activan al criar niños, y quizás son esos hijos los que impulsan a los padres a recorrer quién sabe cuántos kilómetros diarios con ese cochecito. Unas cuadras más adelante, en el carril exclusivo para bicicletas, hay otro cochecito arrastrado por una mujer joven, casi adolescente, con dos niñas. Por sus colores desteñidos, su estructura y sus ruedas torcidas se infiere que no pertenece a una madre que esté haciendo un poco de ejercicio por el carril de bicicletas mientras lleva a sus niñas al jardín infantil -como sale en las imágenes publicitarias con los que sueñan los políticos-, sino a esa misma "familia de cochecitos" que sabemos ya reconocer (y clasificar, y estigmatizar) mientras tratamos de mirar para otro lado. Así como los malabaristas del semáforo, los mimos dorados, los mariachis, los conjuntos llaneros y los que simulan ser Plácido Domingo se han vuelto parte del paisaje urbano, aquellos cochecitos de los que cuelgan bolsas negras, morrales rotos y casas rodantes están atravesados por la misma brecha de inequidad y de invisibilidad que aquí se apodera de todo. Más adelante, también en el carril de bicicletas, con el mismo trapo rojo y la misma palabra, hambre, va otro cochecito sin bebé, esta vez...

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