Archival Sources of the Bookbinder Antonio de Sancha at the Real Academia Espa - Vol. 44 Núm. 3, Septiembre 2021 - Revista Interamericana de Bibliotecologia - Libros y Revistas - VLEX 876831701

Archival Sources of the Bookbinder Antonio de Sancha at the Real Academia Espa

AutorBautista, Antonio Carpallo
  1. Introduccion

    El siglo XVIII, con la llegada de la dinastia francesa de los Borbones, trajo consigo un afrancesamiento en los gustos y modas en la Corte, que se irradiaria en la sociedad.

    Imitando el interes intelectual y cultural de la Francia del momento, los reyes crearon nuevas instituciones para materializar y reforzar las ideas ilustradas que trajeron consigo. A tal efecto, se crearon la Biblioteca Real Publica, en 1712, y las Reales Academias, a semejanza de las ya existentes en Francia. La primera de ellas fue la Real Academia Espanola, en 1713, mas tarde la de la Historia, en 1738, y la de Bellas Artes de San Fernando, en 1752.

    Durante la segunda mitad del siglo XVIII, la Real Academia Espanola encargo trabajos a un gran numero de encuadernadores e impresores, dada su creciente produccion y demanda de libros. Antonio de Sancha fue el elegido como encuadernador de la Academia, cuya vida ha sido muy estudiada, tanto su faceta de impresor como la de editor, y, sobre todo, la de encuadernador. Su hijo Gabriel, que le sucederia en el taller, no heredo esta condicion, pero si continuo recibiendo encargos de la Academia. Tambien trabajo para la Academia como encuadernador Joaquin Ibarra, pero a menor escala.

    Ademas, otros encuadernadores fueron contratados mayormente para la realizacion de encuademaciones basicas para la venta al por menor como Manuel Serrano, Santiago Torrado, Miguel y Manuel Millana, Rafael Sanchez de Aguilera, Hilario Claros, Ramon Antonio de Herrera, Jaime Vidal y Roman Matute.

    Bajo el reinado de Carlos III, los encuadernadores Antonio de Sancha y su hijo Gabriel, debido a sus diversos viajes a Paris, realizaron encuademaciones con gran influencia francesa, en un momento en el que Espana estaba mas receptiva a ello, pues los libros eran las herramientas mas importantes para promover y aumentar la cultura. Esta circunstancia hizo que en esta epoca aumentara la produccion de libros, que necesitaran ser encuadernados, y que aumentara tambien el numero de talleres de encuademacion, sobre todo cercanos a la Corte en Madrid, tal y como indica Lopez-Serrano (1945a).

    La venta de libros durante esta epoca se componia principalmente de obras de referencia y de moda entre la Corte ilustrada y los academicos y, en menor medida, entre el publico ilustrado, aunque este aumentaria radicalmente gracias a las encuademaciones en rustica y la produccion en serie. Dada la ubicacion original de las Academias en el centro de la ciudad, el area de la Puerta del Sol se lleno de talleres dedicados a esta labor, como senala Lopez-Castan (1986).

    El caracter divulgativo de las obras publicadas por la Real Academia Espanola hizo que buena parte de las encuademaciones encargadas para la venta fueran en rustica, en encuademacion holandesa y en pergamino, aunque se fue popularizando el uso de la pasta espanola, valenciana y jaspeada, con decoraciones de caracter vegetal. El tafilete se reservaba para los obsequios a la familia real y a personajes ilustres, como es el caso de las ediciones de lujo y las oraciones preparadas para ocasiones importantes. Aunque en la Real Academia Espanola se encuentran tantas encuademaciones como refleja su documentacion de archivo, es resenable su amplio alcance, hay ejemplares de sus obras en todas las bibliotecas nobles de Espana y Europa, asi como en algunas latinoamericanas. Esta dispersion respondia no solo al prestigio de la institucion, sino tambien a los desplazamientos de los academicos, personajes ilustres que a menudo viajaban para cumplir con los cometidos que el rey les encomendaba, como reflejan los libros de Acuerdos.

    Este periodo dio lugar a ambiciosos proyectos, como la segunda edicion del Diccionario, corregido y aumentado, normas de ortografia y gramatica para actualizar la Gramatica de Nebrija y la edicion del Quijote de 1780, que hoy se ha reeditado y esta siendo objeto de estudio en el Archivo de la Academia por sus ricas ilustraciones, que fueron ampliamente documentadas y aparecen en los libros de cuentas y en los recibos.

    1.2 Estado de la cuestion

    Son escasos los trabajos dedicados a estudiar a los libreros-encuadernadores que trabajaron para las Reales Academias, y menos aun aquellos sobre el encuadernador Antonio de Sancha. Un punto de partida es la obra de Vicente Castaneda (1958), en la que se incluyen pequenas biografias, en ocasiones solo una escueta anotacion de algun encargo realizado sobre encuadernadores espanoles. Tambien se incluyen en el mismo texto breves notas biograficas de otros encuadernadores que trabajaron para la Real Academia, como Hilario Claros, Jeronimo Davila, Jose Herrera, Joaquin Ibarra, los hermanos Miguel, Manuel y Lorenzo Millana, Antonio de Sancha y su hijo Gabriel, todos ellos en el siglo XVIII.

    Matilde Lopez-Serrano (1935) dedico su vida al estudio de la encuademacion espanola, sobre la que realizo su tesis doctoral en la Universidad Central de Madrid, titulada Encuademacion espanola en los siglos XVIII y XIX. Fue directora de la Biblioteca de Palacio y destaco como estudiosa, investigadora y gran entusiasta de este arte. Publico numerosos estudios, entre los que esta una se rie de articulos dedicados a los encuadernadores bajo los diferentes reinados del siglo XVIII, comenzando por Fernando VI (Lopez-Serrano, 1940), siguiendo con Carlos III (Lopez-Serrano, 1945b) y Carlos IV.

    Lopez-Serrano (1946a) dedico un articulo sobre Antonio de Sancha como encuadernador y Sanchez (2014), un estudio de el como librero del siglo XVIII, siendo el encuadernador oficial tanto en la Real Academia Espanola como de la Historia, y habiendo trabajado tambien para la Academia de Bellas Artes.

    Otro trabajo sobre los encuadernadores madrilenos del siglo XVIII fue publicado por Lopez-Castan (1986), en el que hace una revision al Madrid del siglo XVIIII, sus instituciones, encuadernadores y hace hincapie en las Ordenanzas de la Comunidad de Mercaderes y Encuadernadores de libros de la Corte de 1762, en la Compania de Impresores y Libreros del 1763, y reales cedulas como las de 1764, 1778, 1790.

    Son escasos los trabajos realizados sobre encargos, anotaciones, cuentas, facturas, etc. Uno de ellos, concerniente a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, como indican Flores, Carpallo y Burgos (2018), hace referencia a los Sancha: desde 1759 hasta 1788 a Antonio de Sancha, padre, y desde 1791 hasta 1814 a su hijo, Gabriel. Durante este periodo, la Academia de Bellas Artes le encargo a Antonio de Sancha encuadernaciones sencillas de obras para la biblioteca, recubiertas de pergamino, badana, becerro, holandesas sencillas y de puntas y tambien encuadernaciones en rustica. Se puede comparar la evolucion de los precios de un ano para otro, incluso la comparativa de precios que se pagaban al taller de Sancha y los precios, de encuademaciones similares, a otros encuadernadores, siendo mas favorable para el taller de Sancha. Se observa tambien que a Gabriel de Sancha la Academia de Bellas Artes no le confia la encuademacion de muchas obras diversas, sino que sus encargos se centran en la encuademacion de grandes tiradas de la Relacion de Premios, al igual que a otros encuadernadores, como Pedro Martinez y Joseph Herrera, incluso en el mismo ano.

    No se puede olvidar el trabajo realizado por Alvaro Espejo (2018) en la Real Academia Espanola sobre Juan Perez, el primer encuadernador que trabajo para la Real Academia desde 1724, como librero-encuadernador, hasta 1754, fecha en la que comienzan a trabajar otros encuadernadores como Antonio de Sancha. Mediante el estudio de los datos extraidos de las fuentes primarias del archivo sobre Juan Perez, se han podido determinar los tipos de encuademaciones, numero de encargos, precios, a quien se regalaban las obras una vez encuadernadas, entre otras cuestiones, que han ayudado a conocer mejor a este encuadernador y la historia de la propia Real Academia. Pero este encuadernador ha pasado a la historia, sobre todo, por ser quien encuaderno y vendio en su tienda el primer Diccionario de la Lengua, impreso entre 1726 y 1739, por medio del cual se ha podido establecer un corpus de elementos decorativos que va a ayudar a la identificacion de otras encuademaciones en otras instituciones.

    El ultimo estudio que se incluye en este capitulo es el publicado por Vicente Castaneda (1934) sobre las notas referentes a los precios de las encuademaciones desde el siglo XVI al XIX, en el que se indica que el tipo de encuademaciones que se realizaban con mayor frecuencia eran las de papel, pasta regular, pasta fina, tafilete y pergamino; aparecen notas sobre los Millana y sobre todo del taller de Antonio de Sancha, con datos referidos a diversas actas de la Real Academia Espanola de 1771 sobre la encuademacion del Diccionario en tafilete encarnado, de la Gramatica en tafilete, ademas de trabajos realizados por Antonio de Sancha y su hijo Gabriel. Otras notas aparecen en las actas de 1772, 1780, 1781, 1812, y en la Academia se encuentran notas de encargos y trabajos de la familia Sancha hasta 1821, ano en que pasa a ser el encuadernador Cayetano Quiros.

  2. Metodologia

    El presente estudio forma parte de los resultados de uno de los proyectos de investigacion I+D Ministerio de Economia y Empresa (MINECO), titulado "La encuademacion espanola en la Reales Academias: encuadernadores, talleres y tipologias ligatorias (s. XVIII-XX)" (HAR2017-83387) (2018-2021). El objetivo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR