Asociación de Campesinos Retornados (Asocares): grupalidad curadora - Intersecciones - Re-existencias: imágenes para sentipensar en comunidad - Libros y Revistas - VLEX 910425487

Asociación de Campesinos Retornados (Asocares): grupalidad curadora

AutorLiliana Parra Valencia
Páginas60-70
INTERSECCIONES. Re-existencias: imágenes para sentipensar en comunidad
/ 60 /
Heredera de la movilización campesina de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc), de la déca-
da del 60 y 70, la Asociación de Campesinos Retornados (Asocares) emerge en el territorio de Montes de María
por iniciativa de lideresas y líderes campesinos, de Ovejas-Sucre. Ante la situación de desplazamiento forzado
por los hechos de violencia, generados por la guerra, desde 1997. La fuerza de la unión y el compromiso reu-
nió a las comunidades Villa Colombia, Medellín, San Francisco, Borracheras, La Coquera y El Palmar. Estas se
organizaron para retornar al territorio, congurándose como Asocares el 5 de marzo de 2004.
Diez años después, en 2014, la Investigación PsicoPaz llegó al territorio ancestral de Montes de María para
dar continuidad al proceso de acompañamiento psicosocial de Asocares; iniciado en el marco del convenio de
trabajo psicosocial y asesoría legal, entre el Colectivo de Comunicaciones Montes de María (CCMM), el Insti-
tuto Latinoamericano para una Sociedad y un Derecho Alternativos (ILSA), la Corporación Desarrollo Solidario
(CDS) y el Movimiento por la Paz (MPDL).
Con los líderes campesinos de Asocares y la Investigación PsicoPaz nos propusimos el acompañamiento
psicosocial y la investigación sobre los procesos psicosociales y la experiencia grupal de los asociados. La
conguración de la grupalidad curadora de Asocares les ha permitido sostener y contener las experiencias de la
guerra; ámbito de estudio que inspiró la investigación doctoral, 2014-2019 (Parra-Valencia, 2019). La moviliza-
ción campesina apuntalada en el apoyo mutuo ha sido un “antibiótico para los dolores de la guerra”, se escuchó
decir en un encuentro, en el caney de la sede de la Asociación. La grupalidad curadora les ha permitido man-
tenerse en el territorio, con lo que tienen a su alcance. Esta propuesta central también la identicamos en otras
prácticas de grupalidad curadora en las comunidades montemarianas, de las que hacen parte los asociados.

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