Aspectos jurídicos relativos a la utilización del espectro electromagnético y radioeléctrico y su importancia en las telecomunicaciones por satélite
| Autor | Carolina Rincón Cortés |
| Cargo | Abogada de la Universidad de los Andes (2012), octavo semestre de Ciencia Política en la misma Universidad |
| Páginas | 2-28 |
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Los procesos de transmisión y recepción de ideas dependen actualmente de las múltiples posibilidades que los distintos canales de telecomunicación ofrecen. Es decir, si bien en nuestras cabezas existe un sinnúmero de pensamientos, si no lográramos una representación de estos a través de la comunicación no habría evidencia alguna de ellos. Es precisamente por lo anterior que el desarrollo de la humanidad, como especie, gravita alrededor de factores tales como la forma en que nos comunicamos. En un principio bastó con la comunicación oral, posteriormente se sumó la comunicación escrita y finalmente las imágenes. No obstante, a pesar de ser estos los pilares esenciales de la transmisión de ideas, las necesidades del hombre condujeron a su extensión a través de los canales de comunicación. Dar a conocer el modo en que dicha extensión se ha logrado, la función que en esto han cumplido los nuevos avances tecnológicos, y la necesidad de normas que los regulen es el objetivo del presente trabajo. En otras palabras, lo que sigue se ocupará de todos aquellos aspectos que definen la forma en que las telecomunicaciones funcionan en la actualidad, con especial énfasis en el aspecto jurídico, ya que la existencia de un conjunto de normas que sistematizan y reglamentan el uso de estos campos eléctricos es lo que permite que efectivamente se pueda dar la actividad del mundo de las telecomunicaciones.
En consecuencia, se examinarán los aspectos técnicos que permiten que hoy en día podamos intercambiar información vía internet, celular, entre otros, con el fin de vislumbrar de la manera más precisa el papel que juegan elementos tales como el espectro electromagnético y el espectro radioeléctrico en el ejercicio cotidiano de las telecomunicaciones y el intercambio de información. La comprensión de nociones como las acabadas de enunciar permitirá entender lo que, en últimas, no pasa de ser un ejercicio del lenguaje a través de canales que, a pesar de ser invisibles e imperceptibles al ojo humano, deter-minan el funcionamiento de la sociedad como la conocemos hoy en día.
Así pues, resulta pertinente estructurar dos aproximaciones: la primera, ya mencionada, se relaciona con todo lo relativo a los aspectos técnicos y básicos de la composición y funcionamiento de los espectros electromagnético y radioeléctrico; la segunda, en cuyo desarrollo se cimenta este trabajo, tiene que ver con los elementos jurídicos reguladores de la actividad que se realiza en torno a ambos tipos de espectro. Se examinará, tanto la órbita internacional como la nacional para brindar un concepto general acerca de la forma en que la ley regula las acciones que se pueden desarrollar en uso del espectro radioeléctrico y electromagnético, en especial aquellas relacionadas con el ejercicio de las telecomunicaciones a nivel satelital.
Aspectos jurídicos relativos a la utilización del espectro electromagnético y radioeléctrico y su importancia en las telecomunicaciones por satélite
Las pregunta de investigación que sirve de piedra angular y que constituye la guía de este trabajo es la siguiente: ¿cuál es la relevancia que tienen para el funcionamiento de las telecomunicaciones a nivel satelital las regulaciones existentes, tanto a nivel nacional como internacional?
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Para responder el anterior interrogante el trabajo se estructuró en dos bloques o ejes. El prime-ro es una aproximación técnica a través de la cual se lleva a cabo una conceptualización de las definiciones del espectro electromagnético y del espectro radioeléctrico. El segundo es un acercamiento normativo en el que se examinan las normas internacionales aplicables al manejo del espectro electromagnético y el espectro radioeléctrico haciendo referencia a la noción del recurso órbita espectro (roe), como base para comprender y asimilar lo relacionado con el trámite ante la Unión Internacional de Telecomunicaciones (uit) y la relación existente entre las frecuencias producidas en el marco del espectro electromagnético/radioeléctrico y la órbita geoestacionaria. En cuanto a las normas de carácter nacional se mirará, en particular, la forma en que la ley concibe ambos tipos de espectros, el modo como se asignan y la manera como se maneja el tema en términos jurídicos desde la Agencia Nacional del Espectro. Finalmente, y haciendo parte del último bloque, se aborda el aspecto analítico del trabajo, a saber: la prescindencia de un cuerpo normativo referente a la sistematización y regulación sobre ambos tipos de espectro.
La noción que se adoptó, para efectos de la comprensión del espectro electromagnético en el marco de este escrito, es la siguiente: el espectro electromagnético puede ser concebido como el campo energético compuesto de ondas electromagnéticas organizadas en función de sus frecuencias o longitudes de onda1. Dado que dicha noción presenta dificultades en cuanto a su entendimiento, es menester realizar una descomposición de la misma.
Según Bernardo Fontal, el universo, tal como lo conocemos, contiene materia y energía. Estos componentes están relacionados a través de la famosa ecuación de Albert Einstein: E = mc2, donde E representa la energía, m = la masa de la materia y c = la velocidad de la luz. La luz y otras radiaciones como, por ejemplo, la radiación electromagnética son expresiones de la energía que se manifiestan en forma ondulatoria y viajan por el espacio a la máxima velocidad permitida, a saber: la velocidad de la luz. Al encontrarnos en la Tierra, el Sol nos provee directa o indirectamente la mayor parte de la energía que los seres vivos requerimos para poder sobrevivir. La manera directa nos llega en forma de luz o radiación y la indirecta a través de procesos que ocurrieron con luz y radiación hace mucho tiempo “en la formación de enlaces quí-
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micos de materiales que se convirtieron en los actuales combustibles fósiles”2. En el caso de la radiación electromagnética, esta es de suma trascendencia para la supervivencia humana en la medida en que nos encontramos en constante contacto con ella: cuando observamos una noche estrellada o caminamos durante el día, todo lo que vemos con nuestros ojos, el calor del sol en nuestra piel, la comunicación con nuestros amigos por el celular, cuando escuchamos la radio FM o cuando calentamos la comida en el horno de microondas, son situaciones donde la radiación electromagnética está jugando una parte importante y afectando nuestras vidas. La sociedad moderna a través de la ciencia y la tecnología ha sabido sacarle provecho a esa fuente de energía, como también a utilizarla para transmitir información, todo a la velocidad de la luz3.
La radiación electromagnética proviene de dos fuentes distintas: la primera, de origen natural como el Sol y las tormentas eléctricas; la segunda, de origen artificial como, por ejemplo, las líneas de transporte, distribución eléctrica, entre otros. Este tipo de radiación se manifiesta a través de longitudes de onda, las cuales pueden ser concebidas como la expresión más clara de propagación de la radiación electromagnética.
Esta se mide en Hertzios4y su unidad de tiempo corresponde al segundo. Dependiendo de qué tan larga o corta sea la onda electromagnética se podrá transmitir un tipo de región distinto (esto se explicará más adelante). Es importante comentar que, a diferencia de otro tipo de ondas, como por ejemplo las mecánicas, las ondas electromagnéticas no necesitan de un medio para poder propagarse, es decir, no requieren de un vehículo conductor para desplazarse de un lugar a otro, naturaleza que les permite expandirse en escenarios tales como el espacio o incluso en el mismo vacío. Como se detallará más adelante, cuando las ondas electromagnéticas se desplazan por medio de cables, la utilización y control de los mensajes difundidos no ofrecen mayor problema; no obstante, cuando se desarrollan en el espacio (en el marco de un sistema satelital), surge una serie de complicaciones, dentro de las que se ubica la siguiente: no existen límites fijos del número de ondas electromagnéticas que puedan recibirse sin interferencia de otras que coincidan en el mismo tiempo y destino5. De ahí emana la necesidad de crear un sistema de coordinación en la figura de protocolos y normas internacionales que eviten estos inconvenientes.
La principal atribución que posee una onda electromagnética se denomina frecuencia o banda de frecuencia, intervalo que es único para cada tipo de onda (como si fuera una huella dactilar), así, las ondas de radio tienen una frecuencia distinta de la de las ondas de televisión. Por frecuencia puede comprenderse la repetición que se da de las ondas electromagnéticas. Enton-
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ces, entre más alta sea la frecuencia mayores repeticiones tendrá una onda electromagnética determinada y, por lo tanto, el servicio a prestar dependerá de qué tantas repeticiones se puedan llegar a dar6.
Teniendo estas nociones...
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