Auditoría forense: psicología del defraudador
| Autor | Luz Eneida Moreno |
| Páginas | 87-104 |
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Capítulo 4.
Auditoría forense:
psicología del defraudador
Psicología del defraudador
En esta época de emergencia sanitaria y dicultades económicas a nivel
mundial, las empresas, inversores y accionistas deben ser conscientes
de que pueden verse afectados por casos de fraude de todas las formas
y tamaños; según las investigaciones realizadas por expertos en el tema,
y casos analizados a través del tiempo, la razón mayoritaria para cometer
un fraude es por el aspecto económico; del mismo modo, también se en-
cuentran otras motivaciones para cometer este delito, las cuales tienen que
ver con la avaricia, el benecio económico y las dicultades económicas,
y otras con el cumplimiento de objetivos de negocio; el único motivo no
nanciero con una frecuencia similar es la simple voluntad de hacerlo o la
idea del “porque yo puedo” (Abad, C. F., 2017). La gura 28 presenta algunas
características psicológicas del defraudador:
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Figura 28.
Características psicológicas del defraudador.
Materialismo: solo da valor a los bienes materiales, son maníacos, su tensión patológica
se libera con la ganancia, siendo su psicología similar a la del jugador.
Egocentrismo: si no alcanzan a lograr afectividad, esta soledad la compensan
mostrándose caritativos y generosos.
Narcisismo: los hace soberbios, insensibles y se traduce a su situación social,
ropas, dinamismo y audacia. Inteligencia.
Peligrosidad: no valoran límites éticos; no analizan los riesgos.
Hipocresía: son fríos y se muestran generosos.
Neurosis: demuestran falta de conciencia de culpabilidad, se debe a que estos
actos no provocan reacción social, por lo que no son considerados como delito.
Dinamismo: son muy activos y prevalece en ellos la acción al pensamiento.
Fuente: Elaboración propia a partir de Abad, C. F. (2017).
Perl del defraudador
El estafador que comete un fraude posee un perl característico, facilitando
la realización del delito; en organizaciones como entidades bancarias, este
defraudador, por lo general, trabaja para el banco, lo que facilita el acceso a
inversores para captar su conanza y su dinero, maneja efectivo y, en la ma-
yoría de casos, desempeñan mayoritariamente el puesto de director de la
sucursal bancaria, ya que cuentan con acceso y conocimiento cualicado;
varias investigaciones han demostrado que la conanza forma parte de las
estrategias más utilizadas por el defraudador al conformar una gran rela-
ción con aquellas personas que mantienen su antigüedad; así mismo, las
áreas de desempeño puede determinar las oportunidades para desarrollar
un delito, sin duda alguna, se encuentran áreas que son más susceptibles
al fraude que otras, como aquellas donde se manejan bienes o dineros de
la compañía y donde aquellos fraudes son mayores; frente al nivel de edu-
cación, algunos defraudadores no superan la educación media, nunca se
toman vacaciones, la edad de estos perpetradores está comprendida entre
los 36 y 55 años (Aguirre, J. & Flores, M., 2019).
Continuando con el análisis del defraudador, este es un empleado que tra-
baja en el área de nanzas, operaciones o ventas/marketing, su antigüedad
en la organización es de más de 6 años; los defraudadores recién contrata-
dos en una organización y que de forma incipiente comienzan a elaborar
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