La bebé de Rosa Amalia sobrevivió a las balas que mataron a su madre - 27 de Septiembre de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 876235972

La bebé de Rosa Amalia sobrevivió a las balas que mataron a su madre

Angy Alvarado Rodríguez - Redactora de eltiempo.com @angyalvaradorEn su nueva vida después de la guerra, Rosa Amalia Mendoza les decía a todos que su familia era su motor de vida. Tenía 25 años y parecía que sus sueños por fin empezaban a cumplirse: tuvo una hija y, con ella, la oportunidad de formar un hogar por primera vez. Y estaba trabajando duro para entregarles a sus padres la casa que nunca tuvieron. Pero esos sueños se apagaron el 26 de diciembre de 2020, cuando dos sicarios —miembros del Eln, según las investigaciones— la asesinaron en la quebrada La Honda, en el municipio de Montecristo, sur de Bolívar. Rosa estaba con su pequeña bebé de dos años, su pareja -también excombatiente- y un amigo. En un primer momento se informó que los cuatro habían muerto. Pero la bebé —de quien amigos y personas cercanas prefieren reservar el nombre— logró sobrevivir y ya cumplió los tres años. Su padre, la pareja de Rosa, también se le escapó a la muerte. A Rosa Amalia Mendoza Trujillo la conocieron en las filas de la extinta guerrilla de las Farc como ‘Karen Palmeira’. Llegó al frente 37 recién cumplió los 18 años y, según recuerdan sus excompañeros, desde el primer momento apoyó la firma del proceso de paz con el Gobierno con la esperanza de formar una familia, tener un trabajo, estudiar y salir adelante. Su familia "Ella me decía: ‘Si algún día me muero o si me matan, yo quiero dejar a mi mamá viviendo en un lugar digno’. Esa era su primera meta", rememora Gysell, su mejor amiga en la guerrilla. Rosa llegó a las Farc pensando que desde ahí podría apoyar a su familia económicamente y protegerlos de la violencia que cumple más de medio siglo en esa región y de la que la misma guerrilla fue responsable de primer orden. Los padres de Rosa son mayores de 60 años y prefieren, según contactos cercanos, no hablar ni revelar sus identidades. Tienen miedo. Ahora les queda el recuerdo más querido: su nieta. A ella también prefieren mantener al margen. Gysell recuerda que Rosa le contó por Messenger sobre su embarazo. "Estaba muy ilusionada. Todos empezamos a tener hijos porque en medio de la guerra la situación era muy difícil. Ella me dijo que era el momento de darse la oportunidad de tener un hogar. Me mandó una foto de la prueba de embarazo. Estaba muy feliz y siempre quiso tener una niña", cuenta. Para Rosa, su bebé fue un gran regalo: había tenido un aborto antes de ingresar a la guerrilla y durante su vida en armas la opción de ser madre era una...

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