La caja de herramientas - Segunda Parte. Las herramientas para vender y liderar - Al liderazgo por la venta - Libros y Revistas - VLEX 862322692

La caja de herramientas

AutorJosé Luis Almunia
Páginas115-120
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terminarán en la biblioteca, durmiendo dentro del libro, y no se aplicarán. Para que
podamos hacer esta transformación una realidad, tendremos que echar manos de
algunas herramientas importantes. Pero antes de meternos en harina con los
instrumentos, insistiremos en una advertencia: sólo se puede uno comer un
camello a bocados pequeños. No quieras hacerlo todo a la vez. Empieza por algo
y continúa con otra cosa. Sube escalones. No olvides que para llegar al quinto
piso hay que pasar por el primero, segundo, tercero y cuarto previamente. Es
posible que pases a toda velocidad en uno de esos ascensores modernos que
parecen cohetes, pero pasar tendrás que pasar si quieres llegar al quinto piso.
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LA CAJA DE HERRAMIENTAS
A todos los que tenemos una afición, como en mi caso a la fotografía, nos
sucede lo mismo: que compramos más cachivaches de los que luego son útiles
para el desarrollo de la actividad. Tengo nueve cámaras digitales, cinco réflex y
cuatro compactas, amén de casi una docena de objetivos y conservo dos reliquias
analógicas más que nada por romanticismo porque no las uso nunca. A la hora de
hacer fotos, generalmente uso las tres réflex y una compacta de última
generación: una réflex para viajes (es pequeña y con mucha capacidad), otra
réflex para reportajes (es rápida, muy segura y con un zoom muy amplio), otra,
también réflex, para retratos (tiene una gran definición y un cromatismo muy
versátil y adecuado al rostro humano) y finalmente la compacta moderna la llevo
siempre conmigo como bloc de notas fotográfico. Las otras están ahí, en el
armario, muertas de risa la mayor parte del tiempo. Además tengo un montón de
chismes que sirven para poco: niveles, disparadores de cable, correas, fundas, un
sinfín de bolsas de transporte… De vez en cuando me obligo a trabajar con las
otras cámaras, por no olvidarlas del todo (bueno una de ellas se la he cedido a mi
mujer, quien está resultando muy buena fotógrafa).
Lo mismo sucede con los temas de empresa: tenemos tal cantidad de
herramientas, tal cantidad de propuestas, que la caja está llena y, a la postre,
usamos tan sólo unas pocas, con tendencia a usar una por encima de todas, que
se llama simplemente RUTINA. La herramienta rutina es la que más se usa de
todas, la que siempre nos acompaña en todas nuestras tareas. Significa, como
hemos visto anteriormente, la mano por la que conducimos, sea esta la derecha o
la izquierda, pero siempre la misma. Por supuesto que tenemos en la caja otras
herramientas; la mayor parte de las empresas e instituciones, por muy modestas
que sean, han sido sensibles a la formación de sus componentes y la mayor parte
de ellas ha enviado a sus empleados a cursos donde han aprendido de la
existencia de muchas herramientas. Desgraciadamente, la mayor parte de esos

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