El capital humano: un elemento fundamental para la productividad
Autor | César Alveiro Montoya Agudelo/Darío Jesús Quiroga-Parra |
Páginas | 34-56 |
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Introducción
En las últimas décadas, los países latinoamericanos se han visto
envueltos en una serie de desarrollos y cambios estructurales en
sus economías, lo que ha generado impacto en el ámbito mundial (Gui-
marães et al., 2002). Dicho fenómeno se ha vuelto un objeto de indaga-
ción de gran relevancia con el n de comprender el progreso económico
que se experimenta en la región, lo cual conlleva al surgimiento de diver-
sas perspectivas que intentan explicar este fenómeno con una diversidad
de enfoques, como, por ejemplo, la geografía económica, el capital físico
y humano, entre otros factores.
Ahora bien, no cabe duda de que el desarrollo tecnológico y los pro-
fundos cambios sociales han constituido los elementos esenciales para la
transformación de la economía de las naciones en los albores del siglo
(Guimarães et al., 2002). Lo anterior ha supuesto un enorme reto para
los países y las empresas latinoamericanas que, hasta hace poco tiempo,
disfrutaban de un parcial o total monopolio en sus respectivos campos de
acción y en la actualidad deben enfrentarse a nuevas y poderosas organi-
zaciones de talla mundial. Es necesario destacar, según lo expuesto ante-
riormente, por ejemplo, que el éxito de la economía asiática se debe a la
inversión que estuvo centrada en las personas, en su educación y en su
bienestar, lo cual conllevó a que tuvieran mayor desarrollo y tuvieran un
capital humano más centrado en el crecimiento económico de las orga-
nizaciones y en el mejoramiento de la calidad de vida de los ciudadanos
(World Bank, 2008).
No cabe duda de que el grado en que una nación logre sobrevivir y
alcanzar su desarrollo en esta nueva era económica se debe a la manera
como se gestionan tanto sus organizaciones públicas como privadas (Ace-
moglu, 2012). Es necesario tener presente que tanto el bienestar y la riqueza
de cualquier sociedad proviene de sus empresas y, por lo tanto, estas pro-
porcionan empleabilidad, servicios y productos que responden a las nece-
sidades o desafíos a los que se deben enfrentar tales organizaciones en el
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momento actual y futuro. Es preciso tener presente que en la medida en
que existan mayores ventas, ya sea de productos o servicios en el denomi-
nado mercado global, mayores podrán ser los nuevos recursos que aporten
a la sociedad las organizaciones y, por lo tanto, con ello contribuirían a que
exista una mejor calidad de vida de los colaboradores y de la población, en
general (Montoya y Boyero, 2016).
De acuerdo con lo expuesto hasta el momento, cobra relevancia destacar
que las condiciones laborales, los índices salariales y los diversos conictos
que giran en torno a los aspectos relacionados con la actividad laboral han
sufrido en las últimas décadas una serie de transformaciones debido a la
inuencia económica de otros contextos. Lo anterior se ha visto reejado
en algunas sociedades latinoamericanas donde, por ejemplo,
[…] el administrador del capital humano de una empresa haría mal en ignorar
los fenómenos económicos que afectan a un país como Japón: si el mercado de
trabajo de este país continúa experimentando fenómenos como la falta de oferta
de empleos y la relativa declinación de sus niveles salariales, los efectos se ree-
jaran en América Latina, donde existen numerosas corporaciones que funcionan
con base en inversiones japonesas. (Werther, Davis y Guzmán, 2014, p. 4)
Como parte del trabajo relacionado con la calidad y el desarrollo de
las personas, está presente el término de capital intelectual, el cual puede
relacionarse con el total de los conocimientos de los colaboradores que
se constituyen en una ventaja competitiva para la organización (Porter,
1999). No cabe duda de que son las personas el elemento clave en toda
organización, pues son ellos quienes crean y ponen en práctica todas las
estrategias y las innovaciones dentro de la compañía, teniendo presente
que en ella el material tangible es condición necesaria, mas no suciente,
para la competitividad, puesto que son las personas, con sus habilidades,
conocimientos y destrezas, quienes se hacen de ello realidad.
El éxito organizacional se debe también a las diversas maneras como las
actividades desarrolladas por el capital humano contribuyen a que estas
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