Colombia, entre los 10 países que más falsifican medicamentos - 21 de Noviembre de 2019 - El Tiempo - Noticias - VLEX 827012141

Colombia, entre los 10 países que más falsifican medicamentos

CRÓNICA JUAN GOSSAINESPECIAL PARA EL TIEMPODíganme una cosa: ¿es que la corrupción en Colombia no tiene límites ni tiene frenos? ¿Hasta dónde vamos a llegar? Si ya no se puede confiar ni en el medicamento que uno se toma, ¿entonces en quién? Ya esto no lo aguanta nadie. Hemos llegado al colmo de los colmos. Ya no queda trampa sin estrenar ni delito que no se haya cometido. Perdonen ustedes si parezco indignado, pero es que lo estoy, hasta el tuétano de los huesos, y también disculparán que se los cuente así, de un solo golpe, de sopetón, como si fuera un porrazo. Colombia está entre los diez países del mundo que más producen y comercializan medicamentos falsificados. No lo digo yo, lo dice nada menos que el Instituto Internacional contra la Falsificación de Medicamentos. Y, entre las regiones del mundo, América Latina aparece en segundo lugar, superada solo por Asia en este campeonato de la infamia. Aterrado por semejantes revelaciones, hablo con los que saben, los que investigan, los que conocen el fondo de la realidad. Los propios laboratorios, que producen o importan los remedios, se unieron para enfrentar semejante problema. En el año 2010 crearon una corporación con nombre poético, Punto Azul, que hoy tiene 290 asociados. Son ellos los que se encargan de combatir la falsificación del contenido o de las fechas de vencimiento, así como el contrabando. Han recogido más de mil toneladas de medicamentos viejos en todo el país. Remedios viejos y basura El director ejecutivo de la Corporación Punto Azul es Jorge Enrique Trujillo Sánchez, un economista oriundo de Lorica, en tierras cordobesas, y sobrino del inolvidable escritor David Sánchez Juliao. Con él me pongo a comentar una costumbre ancestral colombiana, convertida ya en tradición y en parte de nuestra cultura, según la cual las amas de casa no botan ni destruyen los remedios vencidos. Simplemente los dejan ahí, en el dormitorio, formando parte de lo que ellas mismas llaman ‘el reguero de la mesita de noche’: frascos y cajas, píldoras y jarabes, antibióticos y analgésicos. "A esa tradición familiar -me dice el señor Trujillo Sánchez- se agrega que, cuando por fin la señora decide deshacerse de las medicinas vencidas, las deposita completas en la caneca de su casa, junto con todos los demás desperdicios, y con la caja original o el frasco". Eso, precisamente eso, es lo que más facilita la manipulación o adulteración del remedio: simplemente lo rescatan de la basura, le hacen una etiqueta...

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