Por qué los colombianos vemos al otro con miedo y desconfianza - 9 de Agosto de 2019 - El Tiempo - Noticias - VLEX 805559657

Por qué los colombianos vemos al otro con miedo y desconfianza

Redacción EL TIEMPO impresoCuando Andrés Casas Casas habla de las sociedades actuales, de sus mutaciones, sus rumbos, contagia. Llena de curiosidad y preguntas. Su trabajo consiste en entender, mediante grandes encuestas, qué piensa la gente, hacia dónde va el mundo y qué se puede idear para lograr que, en vez de ir sin un rumbo claro, sea viable proponer una sociedad que vaya de peor a mejor y no dando tumbos. Y más aún resulta interesante cuando el objeto de sus estudios es Colombia, los colombianos, esas cosas en las que los colombianos creemos, esas que nos mueven, esas en que confiamos y en que no confiamos, esas que nos duelen, como el bolsillo, la corrupción, la indiferencia. En combinación con Nathalie Méndez, son los investigadores principales en Colombia de la Encuesta Mundial de Valores (World Values Survey). Casas es politólogo, filosófo y científico comportamental, y hoy trabaja para el Grupo de Normas Sociales y el Laboratorio para la Paz y los Conflictos de la Universidad de Pennsylvania. "La encuesta -explica Casas- es el proyecto de investigación global más antiguo, que explora los valores y creencias de las personas, cómo cambian a lo largo del tiempo y su impacto en el desarrollo social y político de las sociedades". Su meta es así de sencilla: "Comprender cómo la cultura afecta el desarrollo de la humanidad". Para lograrlo, desde 1981 se han realizado siete olas de la encuesta que se consideran representativas en 110 países, es decir, el 90 por ciento de la población mundial. En cuatro décadas se ha encuestado a 334.502 personas. En Colombia comenzó en 1995, y esta es la quinta vez que se realiza. Con Andrés Casas hablamos de l sentido de esta investigación, de a dónde llevan los resultados de estos estudios y si serven para mejorar las situaciones de los países, así como de los hallazgos que se han encontrado en Colombia acerca de lo que somos y de lo que nos falta para enderezar el camino. ¿Qué es lo esencial ha encontrado la Encuesta Mundial de Valores desde su comienzo? Observando de sur a norte el plano del mapa de las culturas, se revela el paso de unos valores tradicionales a unos valores seculares-racionales; y si se desplaza desde el oeste hacia el este se ve un tránsito de valores de supervivencia a valores de autoexpresión. Las sociedades cercanas al polo tradicional enfatizan la importancia de los lazos entre padres e hijos, la autoridad, y valores familiares tradicionales: rechazan el aborto, la eutanasia y el suicidio, y se caracterizan por posturas nacionalistas. De acuerdo con la teoría de la Modernización de Welzel e Inglehart, que guía esta investigación, en casi todas las sociedades industrializadas, las cosmovisiones han sufrido un tránsito desde esos valores tradicionales hacia los seculares-racionales. ¿Por qué es tan importante este estudio en una época como la que vive hoy la humanidad? Los eventos de la última década muestran que, aunque la libertad y la democracia son aspiraciones universales, no son prioridad cuando las personas crecen sintiendo que la supervivencia es incierta. Se observa que cuando las necesidades físicas y psicológicas básicas son satisfechas, el énfasis creciente que las personas ponen en los valores autoexpresivos hace más probable que la democracia emerja y se consolide. En 38 años de la encuesta se ve esa correlación entre la autoexpresión y el desarrollo de instituciones genuinamente democráticas. Hemos identificado una secuencia que llamamos el "nexo triangular del desarrollo humano", que se expresa en la presencia tres elementos: recursos para la acción, valores autoexpresivos, y la existencia de instituciones democráticas. El desarrollo económico incrementa los recursos con que cuentan las personas del común, y lleva a la emergencia de valores autoexpresivos. Y la presencia de instituciones realmente democráticas ocurre en contextos donde la libertad y la autoexpresión son prioritarias para la gente. Ronald Inglehart y los investigadores de esta red muestran que es posible identificar un proceso central hacia una creciente autonomía personal en la historia, que encuentra en la democracia política el ambiente institucional que mejor la protege. Este proceso es lo que llamamos desarrollo humano. La consecuencia se percibe en que las personas se sienten más dueñas de su propio destino, desean más un sistema de gobierno en el que se protejan sus libertades y en el que las autoridades sean íntegras y sensibles a las preferencias ciudadanas. Se establece una cadena que involucra el desarrollo socioeconómico, afecta el cambio cultural y promueve una creciente democratización. No es un proceso fijo ni lineal. Puede haber retrocesos como lo estamos viendo alrededor del mundo. ¿Cómo ha operado el estudio en Colombia? Desde los 90 (del siglo XX), en Colombia se vienen incorporando las herramientas de la encuesta en el desarrollo de estudios sobre la cultura colombiana. Bajo el liderazgo de John Sudarsky, el país participó, por primera vez, en la tercera ola de la encuesta (1995-1997), y Antanas Mockus se inspiró en ella para desarrollar la ‘Encuesta de cultura ciudadana’. También María Mercedes Cuéllar, con el apoyo de la Universidad Externado, usó elementos para desarrollar su estudio ‘Colombia: un proyecto inconcluso: Valores y capital social’. Entre 2001 y 2005, la Fundación Raddar y el Centro de Estudios Culturales (Cenec) -con el apoyo de McCann Erickson y el liderazgo de Camilo Herrera Mora- desarrollaron el ‘Estudio colombiano de valores’, que actualizó al país en la quinta ola de la EMV. Este último trabajo produjo tres volúmenes titulados ‘Nuestra identidad: Estudio colombiano de valores’, que condensan un conjunto de voces sobre el...

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