Comportamiento delictivo en Medellin en tiempos de pandemia, un modelo espacio-temporal/Criminal behavior in Medellin in times of the pandemic crisis, a spatio-temporal model/Comportamento criminoso em Medellin em tempos de pandemia, um modelo espaco-tempora. - Vol. 37 Núm. 159, Abril 2021 - Estudios Gerenciales - Libros y Revistas - VLEX 870770603

Comportamiento delictivo en Medellin en tiempos de pandemia, un modelo espacio-temporal/Criminal behavior in Medellin in times of the pandemic crisis, a spatio-temporal model/Comportamento criminoso em Medellin em tempos de pandemia, um modelo espaco-tempora.

AutorLondono, Daniel
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  1. Introducción

    El nuevo coronavirus, identificado también como COVID-19 (1), es una infección respiratoria aguda que surgió a finales de 2019 en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en el centro de China. En los primeros meses de 2020, este virus se propagó de forma rápida por todos los continentes, excepto en la Antártida, lo que llevó a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinara el 11 de marzo de ese año que la COVID-19 debía ser reconocida como una pandemia. Para el 7 de mayo de 2020, se reportaban en el mundo 3.717.144 casos de contagio y 263.862 muertes.

    Esta no es la primera pandemia por la que atraviesa la humanidad, pues a lo largo de la historia han ocurrido numerosas tragedias de este tipo, las cuales han amenazado su existencia. Algunas de las más importantes, que han sido documentadas y que han tenido una magnitud significativa, son la plaga de Atenas en el año 430 a. e. c., la peste de Justiniano en el año 451 e. c, la peste negra en el siglo XV y, más recientemente, la gripe española (1918-1919), la pandemia del VIH/SIDA (1960-presente), la gripe AH1N1 (2009-2010) y el último brote del virus del Ébola en África (2014-2016).

    En la actualidad, con el fin de prevenir una mayor expansión del nuevo coronavirus y fortalecer las capacidades de los sistemas de salud para enfrentar la emergencia global, la mayoría de gobiernos han impuesto medidas de cuarentena a sus ciudadanos por un tiempo aproximado de dos meses, para limitar el riesgo de contagios masivos y muertes causadas por esta enfermedad. Mientras en la ciudad de Medellín la cuarentena inició el 21 de marzo de 2020, en Colombia inició de manera formal el 25 de marzo con el Decreto N.o 457 de 2020, y se prolongó hasta finales de mayo, lo que ocasionó múltiples efectos, principalmente en dimensiones económicas, de relacionamiento social, de salud mental y de otras actividades cotidianas desarrolladas en espacios públicos y privados.

    Dados los efectos ocasionados por las cuarentenas en diferentes dimensiones humanas, se ha generado un gran interés científico en numerosas áreas del conocimiento para desarrollar investigaciones orientadas a profundizar la comprensión de dichos efectos. Por ejemplo, en términos económicos, Bong et al. (2020) y Cárdenas y Montana (2020) analizaron sus consecuencias a nivel mundial y en Colombia, respectivamente. Con relación al ámbito educativo, destacan los trabajos de Marinoni, Van't Land y Jensen (2020) y González et al. (2020). De igual forma, ha habido estudios sobre sus efectos en el medio ambiente, como el de Zambrano-Monserrate, Ruano y Sanchez-Alcalde (2020).

    En ese sentido, uno de los campos con mayor exploración académica a nivel mundial durante 2020 fue el de la incidencia del aislamiento social preventivo obligatorio (ASPO) sobre el delito; a nivel regional el tema permanece, en gran medida, inexplorado. El objetivo del presente estudio fue estimar para Medellín los efectos que tuvo la implementación del aislamiento social decretado por los gobiernos nacional y local en nueve indicadores de seguridad ciudadana: 1) homicidios, 2) desplazamiento forzado, 3) hurto a personas, 4) hurto de motocicletas, 5) hurto de carros, 6) violencia intrafamiliar (VIF), 7) delitos sexuales, 8) riñas y 9) lesiones personales. Los resultados de esta estimación fueron interpretados a la luz de las teorías criminológicas que han sido adaptadas para estudiar los efectos del confinamiento sobre el delito.

    Por medio de la implementación de un modelo de series de tiempo estructural bayesiano (BTST, por sus siglas en inglés), metodología cuasiexperimental, se midió el impacto y significancia estadística de la cuarentena en Medellín sobre el número de hechos ocurridos en relación con los nueve indicadores nombrados. Esta metodología permite evaluar el efecto de una política (decreto de aislamiento social) ante cambios de nivel o en la pendiente de una serie de tiempo luego de la intervención aplicada, en comparación, a su vez, con la dinámica temporal antes de la intervención con estadística bayesiana. En síntesis, se empleó una regresión de estado-espacio para predecir una tendencia contrafactual en un control sintético que ha ocurrido en un escenario sin intervención.

    Los resultados de esta metodología mostraron que la cuarentena realizada en Medellín tuvo un impacto directo y de significancia sobre los indicadores de seguridad y convivencia analizados, al compararlos con un escenario sin aislamiento. Estos hallazgos son acordes con los presentados por otros investigadores en otras ciudades del mundo, como Abrams (2020), Campedelli, Aziani y Favarin (2020), Stickle y Felson (2020), o en otras ciudades colombianas, como los de Alvarado, Norza, Perez-Vicent, Tobón y Vanegas-Arias (2020).

    El presente artículo se compone de cinco secciones: la presente introducción; el marco teórico que justificó la necesidad y relevancia del estudio; la metodología, en la que se explica en detalle las razones de la implementación de series de tiempo estructural bayesiano (BTST); luego se presentan las características y periodo de las variables seleccionadas, así como los principales resultados obtenidos a través de dicha metodología; y, por último, se desarrolla el apartado de conclusiones y discusión, en el que se exponen algunas hipótesis explicativas en relación con el impacto del aislamiento social obligatorio y los niveles de seguridad ciudadana.

  2. Marco teórico

    La promoción del ASPO, denominación que se le ha dado en Colombia a la cuarentena, ha llevado a cambios en rutinas y comportamientos que alteran, a su vez, muchos ámbitos de la cotidianidad de las personas y de la misma estructura social, al restringir significativamente la movilidad ciudadana y una gran cantidad de actividades económicas, así como la adaptación a nuevas modalidades de trabajo. Esto abre una posibilidad de investigación pocas veces vista. Dicho potencial no ha pasado desapercibido, pues ha sido aprovechado por investigadores de todo el mundo y de las disciplinas más variadas.

    A pesar de la enorme cantidad de artículos y estudios publicados sobre los efectos de la COVID-19 en distintos aspectos de la vida cotidiana, se han identificado pocos que hayan estudiado el efecto de las medidas de restricción de movilidad humana y del aislamiento obligatorio de la población sobre el delito. Ausencia que también fue notada por Campedelli et al. (2020), pero que ha sido superada por el marcado número de estudios publicados durante 2020, número que, se espera, seguirá en incremento en un futuro cercano.

    A nivel local, persiste la necesidad de llenar este vacío con estudios sobre los efectos observados hasta el momento, aspecto que identificaron desde los inicios de la pandemia los autores Eisner y Nivette (2020) en su agenda de trabajo sobre los efectos de la COVID-19 en el tema de seguridad. Adicionalmente, desde la planeación de políticas de seguridad y convivencia locales, es prioritario reducir el nivel de incertidumbre con estudios de este tipo, lo que permite establecer alternativas de prevención y control del delito en el corto y mediano plazo, que tomen en consideración los cambios en los patrones de interacción entre personas. Como resaltan Campedelli et al. (2020), los primeros trabajos, entre los cuales se puede considerar el de Dodd y Stewart (2020), el de Russell (2020) y el de Poston (2020), han empleado metodologías descriptivas o estudiado el cambio en los delitos antes y después de la implementación de medidas de distanciamiento social y restricción a la movilidad; estas limitaciones metodológicas hacen necesario trascender a un análisis de causalidad como el que se propone en este estudio.

    Para Colombia, el caso más aproximado es la nota macroeconómica "Crimen en tiempos de Coronavirus y cuarentena", publicada por la Universidad de los Andes (Alvarado y Mejía, 2020). En esta se muestra el cambio que ha generado la implementación de la cuarentena en delitos como el homicidio y la violencia intrafamiliar a nivel nacional. En dicha nota no se emplean modelos econométricos de análisis; esta se limita a la exposición de la evolución de los delitos. Posteriormente, fueron publicados otros trabajos, como el de Alvarado et al. (2020) para Colombia y el de Blattman et al. (2020) para Medellín.

    Ahora, con respecto al análisis del efecto causal de las medidas tomadas contra la COVID-19 sobre el crimen, uno de los trabajos más tempranos y robustos identificados es el de Campedelli et al. (2020). Aplicando un modelo de serie de tiempo estructural bayesiano (BSTS), los autores encontraron que, en promedio, delitos como el hurto en general, el hurto a establecimientos comerciales y el asalto por contacto y agresión disminuyeron. Por otro lado, los autores no encontraron un efecto significativo para hurto de vehículos, asalto con lesiones graves, violencia de pareja o violencia de género y homicidio.

    Posteriormente, Payne y Morgan (2020) realizaron para el estado de Queensland, Australia, una comparación entre los delitos efectivamente observados y, con base en un modelo autorregresivo integrado de media móvil (ARIMA), una predicción de cómo se hubieran comportado estos sin la existencia de la pandemia. La conclusión a la que llegaron es que no había cambios significativos entre los valores esperados--en ausencia de la COVID-19--y los que en efecto se presentaron. Sin embargo, los autores reconocen que esto puede variar en el futuro próximo al disponer de un mayor horizonte temporal para el análisis.

    Un estudio similar fue realizado por Ashby (2020), con un modelo estacional autorregresivo integrado de media móvil (SARIMA), en el cual, para el crimen en Estados Unidos, no se encontraron variaciones significativas entre los niveles delictivos registrados y los esperados en ausencia de la COVID-19 y las medidas implementadas. Puntualmente, se encontró una reducción en el hurto a residencias, que puede ser atribuida a que ahora las personas pasan la...

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