Conflicto antiextractivista y politización de la 'cuestión ambiental' en el Ecuador (2007-2013) - Segunda parte. La sinuosa ruta hacia el reconocimiento de la naturaleza como sujeto de derecho - Interculturalidad, protección de la naturaleza y construcción de paz - Libros y Revistas - VLEX 847211321

Conflicto antiextractivista y politización de la 'cuestión ambiental' en el Ecuador (2007-2013)

AutorFranklin Ramírez Gallegos
Cargo del AutorProfesor-investigador del Departamento de Estudios Políticos de Flacso-Ecuador
Páginas235-274
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Conicto antiextractivista y politización
de la “cuestión ambiental”
en el Ecuador (2007-2013)
Franklin Ramírez Gallegos*
Introducción. Rastreando la politización
de la conictividad ambiental
Desde los primeros días de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) convo-
cada por Rafael Correa en 2007 ganaron eco una serie de controversias en torno
a los nexos entre desarrollo y medio ambiente. La centralidad de semejante
cuestión vino de la mano del propio énfasis que ciertos sectores de Alianza País
(AP), el movimiento gobernante, atribuyeron a la construcción de una concep-
ción alternativa de desarrollo desde sus primeros documentos doctrinarios: el
Programa de Gobierno de AP (2006) y el Plan Nacional de Desarrollo (2007).
Ambos textos insistían en buscar una redenición del desarrollo desacoplán-
dolo del imperativo del crecimiento económico y enfatizando en los límites
biofísicos de toda actividad productiva. Este horizonte programático incubó
una emergente comprensión gubernamental del desarrollo como “la consecu-
ción del buen vivir de todos y todas, en paz y armonía con la naturaleza y la
prolongación indenida de las culturas humanas”1.
La idea del buen vivir, sumak kawsay en quechua, articulaba así la crítica
ecológica con las demandas por reconocimiento de pueblos y nacionalida-
des. En medio de intensas polémicas, el proceso constituyente (2007-2008)
* Profesor-investigador del Departamento de Estudios Políticos de Flacso-Ecuador.
1 Senplades (Secretaría Nacional de Planicación y Desarrollo del Ecuador), Plan Nacional de Desa-
rrollo 2007-2010, Senplades, Quito, 2007, p. 51.
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Interculturalidad, protección de la naturaleza y construcción de paz
extendió el debate al respecto. Se puede decir incluso que en su transcurso
se forjaron las bases para una radicalización de los sentidos del buen vivir en
perspectivas que van del ecosocialismo
2
al posdesarrollismo
3
. El reconocimiento
constitucional de los “derechos de la naturaleza” (art. 71) certicaba hasta qué
punto la brújula aspiracional de los defensores de tales perspectivas parecía
encumbrada como una de las líneas motrices del proyecto de cambio. Diversas
narrativas públicas, ociales y no, amplicaron desde entonces las signicacio-
nes del buen vivir.
Múltiples colectivos ecologistas y organizaciones de base territorial, en lo
fundamental comunales y campesinas, tomaron muy en serio dichas aspira-
ciones. No tardaron, pues, en movilizarse contra decisiones gubernativas que,
luego del n de la ANC, otorgaban un marco legal a las actividades extractivas,
extendían la frontera petrolera, (re) implantaban zonas mineras, o debilitaban
el poder de las comunidades para incidir en dichas actividades, entre otras.
Arropadas por las ilusiones del buen vivir, las luchas ambientales activadas
en el curso del gobierno de Correa (2007-2017) impugnaron un modo de
desarrollo que, aun cuando redobló la apuesta por la igualdad y recuperó el
control estatal de los bienes naturales, no terminó por incorporar el respeto a la
naturaleza y la participación de los pueblos como criterios constitutivos de
la búsqueda del bienestar colectivo.
Ahora bien, a pesar de su nítido despegue, este abanico de movilizaciones
estaría atravesado, como en el conjunto de la región, por alguna tendencia al
encapsulamiento en los espacios (micro) locales que soportan los efectos direc-
tos de las actividades extractivas4. Dicho carácter se asocia con la lógica de
enclave que subyace a la economía extractiva y, mientras deja en vulnerabilidad
a los agentes locales frente a las empresas (transnacionales) y poderes estatales,
favorece cierta intangibilidad de las luchas ambientales. En el caso ecuato-
riano, esta suerte de connamiento del conicto se combina con el carácter
sectorial de las reivindicaciones del ecologismo popular y, por tanto, con sus
2 Le Quang, Matthieu, Dejar el petróleo bajo tierra. La iniciativa Yasuní ITT, Iaen, Quito, 2013.
3 Acosta, Alberto,El buen vivir en el camino del post-desarrollo: una lectura desde la Constitución de
Montecristi, Friedrich-Ebert-Stiftung-ILDIS, Quito, 2010.
4 Svampa, Maristella, “Consenso de los commodities, giro ecoterritorial y pensamiento crítico en
América Latina”, Revista Osal, n.o 32 (2012), pp. 15-38, pp. 6-7.
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Conicto antiextractivista y politización de la “cuestión ambiental” en el Ecuador (2007-2013)
dicultades para proyectarse hacia lo nacional5. Se trata, en denitiva, de un
cuadro de acantonamiento de las demandas ambientalistas que circunscribe su
resonancia pública en determinada escala local y debilita su capacidad para
impregnar con sus sentidos a más amplios sectores sociales6.
Tal rasgo de las luchas socioambientales toca uno de los aspectos funda-
mentales del estudio de la conictividad: su propensión a construir problemas
sociales que se colocan como asuntos públicos, de interés común, en capacidad
de irradiar al conjunto de la sociedad. Semejante cuestión puede ser formulada,
en palabras de Melucci, como la productividad del conicto para dar forma
a un “espacio público intermedio” en que se gestan las condiciones para que
los discursos y demandas sean escuchados y transformados en acción política
(decisiones)7; o, en términos de Boltanski, como el proceso de “ascenso en
generalidad”8 de determinadas causas, demandas o movilizaciones que tran-
sitan de un estado fragmentario a su más amplio reconocimiento social sobre
la base de ciertos principios generales que rigen en una comunidad política9.
Tanto la formación de un espacio político intermedio como el ascenso hacia
lo general se colocan como puntos de apoyo fundamental para la politización
exitosa de los conictos.
Este modo de abordar la cuestión se traslapa con aproximaciones a los
procesos de politización que enfatizan ya sea en la construcción de discursos
orientados a lo público —“public-spirited way of talking”10— o referidos a
principios de justicia11; ya sea en las dinámicas de producción de un mundo en
5 Latorre, Sara, “El ecologismo popular en el Ecuador: pasado y presente”, Revista Escuela Politécnica
Nacional Quito-Ecuador, n.o 1 (2015), pp. 1-42.
6 Ramírez Gallegos, Franklin y Guijarro, Juan, “Équateur: une ‘Révolution citoyenne’ contestée”,
État des résistences dans le Sud. Amérique Latina, vol. 18, n.o 4 (2012), pp. 53-63.
7 Melucci, Alberto, Acción colectiva, vida cotidiana y democracia, El Colegio de México, México, 1999.
8 Boltanski, Luc y Chiapiello, Eve,Le nouvel esprit du capitalisme, Gallimard, París, 1999.
9 Ibíd.
10 Eliasoph, Nina,Avoiding politics: How Americans produce apathy in everyday life, Cambridge Uni-
versity Press, Cambridge, 1998.
11 Hanna, Pitkin, “Justice: on Relating Public and Private”, Political eory, vol. 9, n.o 3 (1981),
pp. 327-352.

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