Consideraciones acerca de la violencia intrafamiliar
Autor | Brígida Montoya Gómez/Tatiana Espinosa Montoya/Heider Estifen Puerta Orozco/Yamit Eutimio Cossio Giraldo |
Páginas | 95-101 |
95
Consideraciones acerca de
la violencia intrafamiliar
“La complejidad de la violencia no debe ser
un pretexto para la pasividad frente a ella”.
Organización Panamericana de la Salud
La violencia es un fenómeno social complejo
que no permite deniciones simplistas, debido
a que está contenido de numerosas y variadas
situaciones, actores, interacciones, contextos,
manifestaciones e intereses; además de estar
inuenciada y a su vez, inuenciar los contextos
cultural, económico y políco. Su presencia de-
teriora el bienestar de las personas, en parcu-
lar, y de los colecvos en general; por lo que se
congura en un problema social de primer or-
den (Varea & Castellanos, 2006), y en el primer
problema que debe enfrentar la humanidad en
el siglo XXI (Orz, Padilla, & Orz, 2005) que no
discrimina clase, región o grupo social.
Las anteriores consideraciones reconocen
y vacinan la existencia de fenómenos violen-
tos en todos los escenarios y ámbitos de los
seres humanos, incluyendo aquellas manifes-
taciones que se dan en el entorno domés-
co y convivencia familiar, en la que cualquier
miembro puede ser vícma y cualquiera vic-
mario; por lo tanto la familia, como grupo
pilar de la sociedad, no está libre de práccas
violentas.
Entender el fenómeno de violencia familiar
implica trascender la mera comprensión de los
dos términos que conene; se requiere iden-
car sus múlples facetas, actores, roles que des-
empeñan sus integrantes, trama de interaccio-
nes, coaliciones, manejo de poder e intereses
que se tejen en su interior; sin dejar a un lado
la diversidad de sus manifestaciones y demás
factores del contexto sociopolíco que permea
esta unidad organizacional. En este sendo, es
imprescindible enunciar algunas consideracio-
nes que ha de tenerse presente cuando se trata
de denir este problema social.
La violencia intrafamiliar es un problema
sociopolíco, que no diferencia entre cultura,
raza, edad, nivel educavo, nivel económico,
grupos étnicos y etarios que aige a un eleva-
do número de personas, aún mayor que otros
pos de violencias sociales. Impacta negava-
mente otros sectores, como el de salud, econó-
mico, laboral, judicial y convivencia y seguridad
ciudadana, entre otros.
Afecta a numerosas familias, puesto que
deja secuelas imborrables en los afectados, que
pueden llegar hasta la vulneración de los dere-
chos constucionales fundamentales, y a parr
de esto se originan en la sociedad nuevas pro-
blemácas (Vásquez, Alarcón & Amarís, 2008);
por lo cual se considera uno de los factores que
favorece la prolongación de ciclos de violen-
cias. Su permanencia ha obligado a los estados
a formular polícas de prevención, atención y
judicialización.
Se considera una forma de violencia so-
cial en tanto es una expresión de las relaciones
sociales que acontecen a nivel parcular. Está
relacionada con todo acto, omisión o abuso de
poder que se despliega en el contexto de las re-
laciones familiares, que atente contra la vida, la
integridad corporal o psíquica, o la libertad de
uno o varios de sus integrantes, sobre las que
recaen los abusos o actos agresivos.
La relación de abuso se explica por la inte-
racción en condiciones de asimetría de pode-
río. En la violencia familiar, el abuso de poder
recae sobre los integrantes del grupo concebi-
das socialmente vulnerables, relacionado con
factores como el género y la edad de las víc-
mas. En la mayoría de los casos es ejercida por
los hombres contra mujeres y niñas.
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