Contribución del regionalismo africano al mantenimiento de la paz y a la seguridad internacional - Responsabilidad internacional y del Estado: encrucijada entre sistemas para la protección de los derechos humanos - Libros y Revistas - VLEX 648741533

Contribución del regionalismo africano al mantenimiento de la paz y a la seguridad internacional

AutorDagobert Blondon
Páginas429-508
429
Capítulo 7
Contribución del regionalismo africano
al mantenimiento de la paz y a la seguridad
internacional
Dagobert Blondon
1. Introducción
Conscientes del hecho que la plaga que constituyen los
conictos en África son un obstáculo mayor al desarrollo
socio-económico del continente, y de la necesidad de promover
la paz, la seguridad y la estabilidad, como condición previa a
la aplicación de la agenda en el ámbito del desarrollo y de la
integración.1
Este estrato del Preámbulo de la Carta de la Unión Africana () es un buen
resumen de la losofía que guía la cooperación regional africana. La seguridad
se ve como el problema clave que resolver para que dicha cooperación pueda
encarar su agenda fundamental: el desarrollo y la integración. El continente
africano ha sido el mayor foco de conictos en los últimos cincuenta años,
pues la reciente actualidad hace resaltar que ninguna mejora parece haber
sido lograda.
Sin embargo, la comunidad internacional se implicó en el mantenimiento
de la paz y de la seguridad en África, que sea a través de intervenciones con-
sentidas por Estados africanos, o más bien a través de la acción de la Orga-
nización de las Naciones Unidas (). La organización universal desplegó
un número importante de Operaciones de Mantenimiento de la Paz ()
1 Acto constitutivo de la Unión Africana, 11 julio 2000, Lomé.
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Responsabilidad internacional y del Estado
en África (más de veinte).2 La ecacia de dichas misiones resulta limitada en
muchos casos, como lo reconoció el informe Brahimi de 2000.3 Los medios
apropiados a cada misión para que constituya una presencia “creíble y disua-
siva”, en cambio de una presencia “simbólica y no amenazadora”, no siempre
se encuentran. Resulta también interesante recordar que el Artículo 42 en
el Capítulo VII de la Carta de la Naciones Unidas, que otorga a las fuerzas
bajo mandato de la  usar de la fuerza, fue usado con mucha parsimonia
en el continente.4 Tal utilización muy puntual de la autorización al uso de
la fuerza subraya la insuciencia de los medios ofrecidos por la comunidad
internacional en la lucha contra la inseguridad africana.
Más allá de las deciencias de medios, parece que el propio marco jurí-
dico del sistema  encaja poco con los conictos internos en África que
involucran actores privados y Estados cuya soberanía no es efectivamente
ejercida. El propósito de la  se encuentra relegado a aquellas situaciones de
conicto entre Estados a través de los mecanismos de solución pacíca
de controversias. Su acción se basa entonces sobre el presupuesto de que los
conictos nacen de las relaciones diplomáticas y que los Estados son plena-
mente soberanos de sus actuaciones y de sus territorios.
Ahora bien, el continente africano ha conocido pocos conictos arma-
dos interestatales. El carácter interno de la gran mayoría de los conictos
africanos es un primer reto del mantenimiento de la paz en el continente. El
fenómeno de regionalización constituye un segundo y preocupante reto. Mu-
chos conictos internos rebosan en los países vecinos, o al revés, situaciones
regionales desembocan en violencias internas,5 facilitado por la porosidad
de las fronteras. Tercera especicidad de la inseguridad en el continente: la
proliferación intensa de grupos armados. En África, más que en otras partes
del mundo, la mayoría de las violencias graves involucran grupos irregula-
2 M, R. , B, R., “Interventions et interventionnisme en Afrique”, Politique Africaine,
n.98, Karthala, París, 2005.
3 Informe Brahimi de la Asamblea General sobre examen amplio de toda la cuestión de las opera-
ciones de mantenimiento de la paz en todos sus aspectos, 21 agosto 2000.
4 Fue utilizado en el marco de objetivos humanitarios, para defender , en Somalia 1992, en
Ruanda 1994, y en Zaire (actual ) 1996. En tres otros casos, la referencia al Capítulo VII implicó el
despliegue de una fuerza internacional bajo mandato del Consejo de Seguridad para vigilar la puesta en
práctica de acuerdos de paz: en República Centroafricana (1997),  (2003) y Costa de Marl (2003).
5 F T, A., Enjeux géostratégiques et conits en Afrique Noire, L’Harmattan, París, 2008.
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Contribución del regionalismo africano al mantenimiento de la paz y a la seguridad internacional
res, ya sean señores de guerra, milicias religiosas, rebeldes militares o civiles,
mercenarios o terroristas.
Según el concepto de soberanía, los Estados africanos están habilitados a
actuar con todos los medios que dispongan, incluso el recurso al ejército, para
mantener la seguridad en sus propios territorios frente a este tipo de violencia.
Hay que subrayar que deenden paso a paso esta competencia exclusiva que
forma el segundo objetivo de la Carta de la Unión Africana (): “Defen-
der la soberanía, la integridad territorial y la independencia de los Estados
Miembros”.6 Sin embargo, conocemos las deciencias políticas, militares y en
el control de las fronteras que afectan los Estados africanos. Resalta el carác-
ter articial de la noción jurídica de soberanía aplicada a dichos Estados. Un
concepto clave, como fundamento del derecho internacional, no se maniesta
de manera evidente en la realidad sociopolítica de muchos Estados.
Si el sistema de la  ofrece un buen marco para encauzar conictos
entre Estados, es insuciente, a mi juicio, frente a las guerras internas, pues in-
volucra a grupos armados mal denidos tal como existen en África. Desde esta
perspectiva, el sistema de seguridad internacional de la  no puede ser la so-
lución única. El regionalismo africano puede ofrecer una escala pertinente de
actuación, dado su alcance regional y posiblemente un mejor conocimiento
de las necesidades propias de sus miembros.
El propósito de este estudio es analizar los sistemas de seguridad interna-
cional y colectiva propiamente africanos, que de manera escasa han sido con-
templados por la doctrina. Al celebrar el aniversario número cincuenta de la
Organización Panafricana, la , parece interesante e importante darse cuenta
de que el continente africano toma iniciativas para luchar contra su inseguridad,
que reejan una visión africana e innovadora de la seguridad internacional.
Tal como cada sistema de seguridad internacional, el africano contiene
normas para fomentar un desarme, determinar mecanismos para la resolución
pacíca de las diferencias y establecer sistemas de seguridad colectiva, es decir,
regular el uso de la fuerza de forma colectiva. Este uso común de la fuerza se
entiende como “grupos de Estados que se unen para establecer principios y
valores comunes y crear permanentemente una capacidad institucional para
determinar si estos mismos principios y valores fueron violados y como res-
6 Acto constitutivo de la Unión Africana, 11 julio 2000, Lomé. Artículo3. b).

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