La creación de conocimiento en el programa de Derecho de la Universidad de Manizales
| Autor | María Teresa Carreño Bustamante/Luz Eliana Gallego Henao |
| Páginas | 199-233 |
La creación de conocimiento
en el programa de Derecho
de la Universidad de Manizales
María Teresa Carreño Bustamante
Luz Eliana Gallego Henao
Introducción
En una sociedad permeada por fenómenos como la globa-
lización, y otros procesos de cambio permanente, existe la
necesidad apremiante de contar con herramientas adecuadas
que le permitan a las organizaciones continuar participando
en los escenarios de economía, producción y competitividad,
propias del campo donde se desarrolla su naturaleza misio-
nal; es así como quienes comprenden y aplican el concepto
de innovación logran garantizar su vigencia en el mercado
y, más aún, convertirse en líderes de otras organizaciones
que, arraigadas al sistema rígido de procesamiento de la
información, no entienden cómo ideas que a simple vista
carecen de lógica y coherencia se implantan en la sociedad
y logran transformarla.
La gestión del conocimiento, como baluarte y efecto
del capital intelectual, se relaciona con la capacidad de las
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empresas y organizaciones para renovarse de manera cons-
tante, entendiendo que en la llamada era de las tecnologías
de la información y la comunicación () resulta insuciente
poseer un dato frío y abstracto, pues lo que hoy se presume
importante para una comunidad, en un futuro —en la mayo-
ría de los casos a corto plazo— se presenta como inútil y
fácilmente reemplazable. Y en ese sentido, al entender que
se atraviesa por la sociedad del cambio, es fundamental para
las instituciones renovarse y cualicarse, a n de garantizar
su permanencia en el tiempo.
Uno de los principales procesos de gestión del cono-
cimiento se relaciona con la creación; esta es la habilidad
de generar conocimiento acorde con las necesidades del
cliente, adaptándose a sus preferencias y nuevas realidades.
En tal sentido, en el campo de la innovación ninguna idea
resulta absurda o desechable, y por ello, en términos de Iku-
jiro Nonaka (2007), la empresa debe estar preparada para
transformase de manera constante, tanto en su estructura
como en los sujetos, pero manteniendo lo misional. En
otras palabras, quien pretenda crear conocimiento debe
estar dispuesto a concebir el proceso como una forma de
cultura y, en igual lógica, apropiarlo como un estilo de vida.
En este sentido, la empresa creadora de conocimiento
tiene que ver tanto con ideales como con ideas. Ese hecho
fomenta la innovación. La esencia de la innovación es crear
nuevamente de acuerdo con una visión o ideal particular.
Crear nuevo conocimiento signica, muy literalmente,
crear nuevamente a la empresa y a todos sus miembros en
un proceso ininterrumpido de autorrenovación personal
y organizacional. En la empresa creadora de conoci-
miento, inventar nuevo conocimiento no es una actividad
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Gestión del conocimiento para la innovación de los programas de Derecho e Ingeniería
especializada; no es el dominio del departamento de y,
de marketing o de planicación estratégica. Es un modo
de comportarse. De hecho, es una forma de ser, en la que
cada persona es un trabajador del conocimiento, es decir,
un emprendedor (Nonaka, 2007, p. 2).
De igual manera, si bien en el campo de la creación del
conocimiento lo que se pretende es implementar, en cada
una de las personas que intervienen en la organización,
el espíritu de innovación y emprendimiento, es necesario
entender que este no se concibe como un proceso aislado que
atienda a dinámicas de sujetos independientes y poseedo-
res únicos de la información; por el contrario, la tesis de
la gestión del conocimiento aboga por la identicación
de métodos organizados y planicados que permitan, de
manera lógica y controlada, capturar el conocimiento y
transformarlo de acuerdo con las necesidades del cliente
y de la misma organización. En ese sentido, la gestión del
conocimiento, y su subproceso de creación de conocimiento,
debe ser abordada desde un enfoque de lo procesual que,
a priori, le permita ser vericada, consultada y modicada
por el sistema, sin importar el sujeto o sujetos que durante
su desarrollo hayan participado.
La gestión del conocimiento tiene perspectivas tácticas
y operativas, es más detallada que la gestión del capital
intelectual, y se centra en la forma de dar a conocer y
administrar las actividades relacionadas con el conoci-
miento como su creación, captura, transformación y uso.
Su función es planicar, implementar y controlar todas
las actividades relacionadas con el conocimiento y los
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