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La crisis política en Colombia: frustraciones y alternativas

AutorAngelika Rettberg - Laura Wills-Otero - Luis Javier Orjuela Escobar
Páginas253-273
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Capítulo séptimo
La crisis política en Colombia:
frustraciones y alternativas
La violencia como expresión de las crisis políticas
E   la Revolución en Marcha del primer gobierno del presi-
dente López Pumarejo (-) dejó en entredicho el problema político mayor
de ese entonces, debido a la feroz reacción que desató su proyecto reformista.
El gran atraso productivo y mercantil de una sociedad predominantemente agra-
ria estaba sustentado en la preeminencia de una clase terrateniente que dominaba
la escena política. Esta clase supo canalizar la reacción al reformismo para con-
servar su gran poder oligárquico aglutinador frente a las emergentes burguesías
comercial e industrial y a las demás transformaciones de la estructura de clases
en el seno de la sociedad colombiana. Allí radica uno de los factores más sobre-
salientes que conguraron el conictivo proceso político que se inició durante
la segunda administración de López Pumarejo (-) y que desembocó en
los veinte años de la etapa histórica nacional conocida como la Violencia.
Entre  y  fueron percibidas varias crisis políticas interconectadas
y superpuestas, y se pusieron en marcha varias soluciones encadenadas a las
crisis. La Violencia y el movimiento guerrillero que inicialmente canalizó el bi-
partidismo se sumaron al peligro del establecimiento de un régimen corpora-
tivo y falangista, cuestiones que fueron solucionadas por el bipartidismo con la
entronización en  de un gobierno militar. La Violencia fue revivida por
la arrogancia militar, y se fusionó al riesgo de permanencia del general Rojas
 Publicado en Análisis Político , número , Bogotá, mayo-agosto de .

Pinilla en el poder, problemas que se zanjaron con el Frente Civil, la transac-
ción del año de gobierno de la Junta Militar y el gran proyecto de solución del
Frente Nacional a partir de . La última etapa de la Violencia, convertida
en acción de bandoleros por la desconexión explícita que de ella hizo el bi-
partidismo frentenacionalista, tuvo nalmente su solución hacia  con el
exterminio militar de sus cabecillas. De esta manera, las sucesivas pacicacio-
nes transitorias sirvieron para materializar soluciones a crisis sucesivas que se
identicaron con multifacéticas expresiones de violencia. En  se cerró este
capítulo, con la solución denitiva a la manifestación común a todos ellos: la
mediación de la violencia por parte del bipartidismo.
El proyecto político del Frente Nacional recogió el viejo y álgido problema
agrario y lo integró dentro de sus programas de transformación. Sin embargo,
este problema había sufrido un vuelco general, principalmente por el adveni-
miento de una compleja organización capitalista dependiente, que modernizó
el país sin alterar los parámetros básicos del poder político y de la concentra-
ción del poder económico. Esta rígida estructura del poder fue la que inhibió
el reformismo social del Frente Nacional, no solamente en cuanto al problema
rural con la reforma agraria, sino también en problemas relacionados con
otros sectores de la sociedad. En el fondo, el proyecto transformador se quedó
únicamente en el plano político, cuyo nuevo régimen alteró de raíz la racio-
nalidad anterior de los gobiernos hegemónicos de partido, para que entrara
el bipartidismo a compartir hegemónicamente la administración del Estado.
Esta incapacidad reformista, que rubricaba el tradicional conservadurismo
político nacional por lo menos desde el proyecto de la Regeneración, fue el
que proyectó bien pronto una nueva violencia, como síndrome colombiano de
expresión de las crisis políticas.
La preeminencia del bipartidismo en el panorama nacional y la caracterís-
tica de gobiernos hegemónicos de partido del régimen político conguraron la
violencia estructural como manifestación de las crisis políticas, con la aparien-
cia de ser ante todo un enfrentamiento entre las dos colectividades. El proyecto
político del Frente Nacional formuló la pacicación como meta principal y la
convivencia bipartidista como su solución. De esta manera, se planteó la solu-
ción de una multifacética consecuencia que era la violencia, pero se dejaron de
lado los factores de crisis no resueltos totalmente, como el problema agrario,
la concentración del ingreso y la estructura oligárquica del poder. Por ello se
solucionó la mediación que el bipartidismo había ejercido sobre la violencia
y se eliminaron los reductos que de ella había heredado el Frente Nacional.
Pero los factores de crisis se regeneraron, en la medida en que fracasaron los
esporádicos intentos reformistas que, como la reforma agraria, se estrellaron
contra la rigidez de la organización política. Paralelamente apareció un nuevo
tipo de violencia, liberada del bipartidismo y condimentada con los efectos

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