¿Quiénes cuentan en la medición de la paz?
| Autor | Pamina Firchow |
| Páginas | 75-91 |
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¿Quiénes cuentan en la medición de la paz?
Introducción
Este capítulo discute la relación dinámica entre los interventores internacionales
y los beneciarios que pretenden servir. Presenta las tensiones entre las élites y
los actores locales e ilustra la forma como estos grupos interactúan en una rela-
ción híbrida de ‘tira y aoje’ para negociar una paz local contextualizada. Esta
perspectiva epistemológica diferente permite abordar más efectivamente algunas
de las fallas exploradas en el capítulo anterior con respecto a las iniciativas ac-
tuales para medir la paz. El capítulo discute con mayor profundidad los desafíos
conceptuales al medir conceptos difíciles como la paz, y demuestra la necesidad
de incluir a los beneciarios en el diseño de las herramientas de medición y de
evaluación en forma más signicativa. El capítulo ofrece un fundamento teó-
rico para el enfoque de indicadores cotidianos, y ofrece un trasfondo de lo que
se conoce en las ciencias sociales como números participativos: recolección de
informa ción cuantitativa con la colaboración de las p oblaciones investiga das.1
Concluye con una presentación del marco de trabajo para indicadores cotidianos
como una tecnología de Conocimiento Técnico Propio.
La transición de un modelo de construcción
liberal a uno hibrido
Como hemos visto, muchas de las causas de las intervenciones locales fallidas
después de la guerra están bien documentadas. Los análisis de los profesionales
1 Holland, 2013.
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Recuperando la Paz Cotidiana
y de académicos dentro del paradigma de paz liberal han evidenciado las di-
cultades de integrar la Construcción de Paz Social con los sistemas, estándares
y evaluación de Construcción de Paz Formal.2 Para abordar estos conocidos
problemas, los profesionales liberales tienden a sostener que los programas y
secuencias de programas que conforman los proyectos de construcción de paz
en el nivel comunitario deben ser integrados y coordinados entre las agencias,
y deben ir ligados entre sí de forma sistémica para lograr una paz sostenible.
Muchas de las soluciones de las organizaciones y gobiernos que trabajan dentro
del modelo liberal de paz solo abordan los síntomas y no las raíces de los proble-
mas en cuestión. Abordar la coordinación, la secuencia de y la implementación
de las intervenciones es importante, pero no ayuda si las intervenciones mismas
no son relevantes para las comunidades, o si no se abordan las dinámicas de
poder desigua l.
Los problemas y las propuestas de soluciones identicadas por quienes
respaldan el modelo de paz liberal, sin embargo, son generalmente vistas por
académicos críticos del modelo liberal, como abordajes de “resolución de pro-
blemas” que no se dirigen a los problemas fundamentales en el corazón del
modelo liberal de paz. Muchos académicos críticos sostienen que el modelo es
culturalmente inapropiado (por decir lo menos) y neocolonial en sus prácticas
(en el peor de los casos).3 El debate entre la resolución de problemas y abordajes
críticos para la construcción de paz se centra en torno al “reto de coordinación”.4
Los críticos sostienen que los enfoques de resolución de problemas se dirigen a
los síntomas de la inefectividad de la construcción de paz, como por ejemplo,
aspectos relacionados con la coordinación o la secuenciación, en lugar de lidiar
con los problemas de raíz de la agenda de construcción de paz neoliberal, como
la marginalización económica de las comunidades afectadas por parte de las
sociedades Occidentales que alegan intentar ayudarlas. Los críticos académicos
ven la erudición en la resolución de problemas y su práctica como problemática
debido a que esta no aborda las suposiciones subyacentes de las políticas y las
decisiones —con frecuencia económicas y estratégicas por parte de los gobiernos
Occidentales, basadas en ideales liberales universales aplicados— que son mucho
2 Autesserre, 2014; Call y Cousens, 2008; McCandless, 2013; Doyle y Sambanis, 2006,
Fortna, 2008.
3 Edington y Hughes , 2016: 109; Mac Ginty, 2015: 3; Jackson, 2015: 23-25.
4 Newman, 2013: 315.
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