Cuerpos habitados por la misma carne: implicaciones antropológicas de la teoría de la corporalidad de Michel Henry - Núm. 53, Enero 2016 - Revistas Estudios de Filosofía - Libros y Revistas - VLEX 744172125

Cuerpos habitados por la misma carne: implicaciones antropológicas de la teoría de la corporalidad de Michel Henry

AutorJaime Llorente Cardo
CargoDepartamento de Filosofía I.E.S.·C. de Calatrava. Ciudad Real Ciudad Real, España
Páginas103-125
Estud.los ISSN 0121-3628 nº 53. Junio de 2016. Universidad de Antioquia pp. 103-125.
Cómo citar este artículo:
MLA: Llorente, Jaime. “Cuerpos habitados por la misma carne: implicaciones antropológicas de la teoría de la corporalidad
de Michel Henry”. Estudios de Filosofía, 53 (2016): 103-125.
APA: Llorente, J. “Cuerpos habitados por la misma carne: implicaciones antropológicas de la teoría de la corporalidad
de Michel Henry”. Estudios de Filosofía, 53 (2016): 103-125.
Chicago: Llorente, Jaime. “Cuerpos habitados por la misma carne: implicaciones antropológicas de la teoría de la
corporalidad de Michel Henry.” Estudios de Filosofía, 53 (2016): 103-125.
Cuerpos habitados por la misma carne:
implicaciones antropológicas de la teoría de la corporalidad
de Michel Henry*
Bodies inhabited by the same esh:
anthropological implications of Michel Henry´s theory of corporality
Por: Jaime Llorente Cardo
Departamento de Filosofía
I.E.S.·C. de Calatrava. Ciudad Real
Ciudad Real, España
E-mail: jakobweinendes@gmail.com
Fecha de recepción: 30 de abril de 2015
Fecha de aprobación: 25 de mayo de 2015
Doi: 10.17533/udea.ef.n53a06
Resumen. El presente estudio trata de exponer los supuestos antropológicos implícitamente contenidos en la
ontología de la corporalidad de Michel Henry y particularmente en su teoría relativa a la posibilidad de
un cuerpo subjetivamente determinado. Para ello, se examinan previamente cuatro paradigmas referentes
a la teoría de la corporalidad (aquellos propuestos por Descartes, Sartre, Merleau-Ponty y Heidegger),
poniendo de relieve sus respectivas implicaciones tácitas referentes a la esencia del hombre. De la crítica
dirigida por Henry a estos cuatro modelos de reexión acerca de lo corporal deriva una concepción
unitaria del fenómeno humano, así como una rehabilitación del estatuto ontológico de la subjetividad.
Palabras clave: Henry, cuerpo, subjetividad, exterioridad, antropología
Abstract. The present study tries to explain the anthropological assumptions implicitly contained in Michel
Henry´s ontology of corporality and specically in his theory concerning the possibility of a subjectively
determined body. In order to achieve this, we examine previously four paradigms regarding the theory
of corporality (to be specic, those proposed by Descartes, Sartre, Merleau-Ponty and Heidegger),
highlighting their respective tacit implications on the essence of man. From this criticism addressed by
Henry to these four models of reection concerning the corporal, derives a unitary conception of the
human phenomenon, as well as a rehabilitation of the ontological status of subjectivity.
Keywords: Henry, body, subjectivity, exteriority, anthropology
Jaime Llorente Cardo
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1. Introducción: el modo de donación del fenómeno corporal
y los cuatro paradigmas antropológicos
Conforme a la concepción de la fenomenología sostenida por Michel Henry, ésta
constituye una disciplina losóca autónoma investida de la capacidad de dotar
a la losofía misma de una esfera teórica propia y una jurisdicción reexiva
especíca frente al dominio de investigación acotado por las ciencias particulares.
Si ello ha de resultar en general factible, se debe fundamentalmente a que la
mirada fenomenológica, lejos de circunscribirse de forma única y exclusiva a
la consideración de los fenómenos mismos en cuanto tales (esto, es, en sentido
“sustantivo”), se desplaza más allá de este horizonte “objetivista” u “óntico” hasta
arribar a su auténtico “objeto” de atención, a saber: el acto mismo de aparición
de los fenómenos (en un sentido eminentemente “verbal”), su modo concreto de
epifanía y mostración. No se trataría ya, pues, de examinar los múltiples fenómenos
dados en cuanto tales -como sucede en el caso del método cientíco de acceso a
los elementos objeto de su investigación-, sino de desviar el sentido de la visión
fenomenológica hacia el modo determinado de darse o acontecer tales fenómenos
y hacia la especicidad propia que éstos presentan en sus diversas modalidades
de donación1. La toma en consideración fenomenológica de los datos o hechos
fácticamente dados en el horizonte del aparecer mundano consiste esencialmente,
por tanto, en el acto de trazar una cesura epistemológica que disocia, en el propio
seno del objeto o fenómeno dado, su contenido ontológico concreto (aquello que el
objeto “es” sustancial u “ónticamente”) y el acontecimiento puramente “eventual”
constituido por su mero darse: por la facticidad ligada al hecho de su simple “dejarse
ver” en la desnudez de su manifestación.
1 Es por ello que, a la hora de jar el auténtico objeto de estudio propio de la investigación fenomenológica,
Henry indica que “Éste no es precisamente el fenómeno, lo que aparece […], sino el acto de aparecer
(phainesthai). Este objeto propio de la fenomenología es el que hace que sea inmediatamente diferente
de todas las demás ciencias. Éstas se ocupan, en efecto, de múltiples fenómenos considerados cada
vez según su contenido especíco […] La fenomenología, por el contrario, se da como tarea el estudio
de aquello que esas diversas ciencias jamás toman explícitamente en consideración: no el contenido
particular de los diversos fenómenos, sino su esencia, lo que hace de cada uno de ellos un fenómeno:
el aparecer en el que se nos muestran, este aparecer en cuanto tal” (Henry, 2001a: 35-36).
Este decisivo rasgo había sido ya correctamente entrevisto con anterioridad por Henry al postular
el carácter originario de la donación fenomenológica: “La cuestión de la fenomenología, la única
que conere a la losofía un objeto propio haciendo de ella una disciplina autónoma, la disciplina
fundamental del saber -no una simple reexión ulterior sobre lo que otras ciencias han encontrado-,
dicha cuestión ya no atañe a los fenómenos sino al modo de su donación, a su fenomenicidad -no a lo
que aparece, sino al aparecer-. Apercibir esto último y analizarlo en sí mismo constituye la aportación
inestimable de la fenomenología histórica, su tema” (Henry, 2009: 32).

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