Delírium - El ascenso de Geras. Seguridad en la atención del anciano hospitalizado - Libros y Revistas - VLEX 588766982

Delírium

AutorFrancisco González López
Páginas75-92
75
Capítulo 7
Delírium
Toda la evidencia cientíca sugiere
que es más fácil prevenir el delírium que tratarlo.
Bree Johnston (1)
El delírium corresponde a un trastorno médico complejo asociado con alta
morbilidad y mortalidad entre los pacientes de edad avanzada (2) y consti-
tuye, aun hoy día, un problema de dimensiones no sucientemente estima-
das por el personal asistencial ni por los administradores de los servicios de
atención en salud. Su presencia debe considerarse siempre como la primera
manifestación de una enfermedad grave.
En diferentes investigaciones sobre eventos adversos aparece ubicado
en el segundo lugar después de las reacciones medicamentosas y correspon-
de al 40% de todos los incidentes hospitalarios. Se considera un indicador
de calidad del cuidado de la salud por su asociación con errores médicos
que pueden ser evitados y “relacionados con reacciones medicamentosas,
inmovilizaciones, mala nutrición, inadecuada hidratación, uso de cat éteres
vesicales y privación del sueño” (3).
El hecho de considerar los diversos aspectos que lo conforman o lo
agravan determina su naturaleza sindromática; simultáneamente es un
evento adverso y es también factor de riesgo para otros incidentes de c omún
ocurrencia en el ambiente hospitalario. Es factor causal, es evento adverso
y es, a la vez, consecuencia.
No obstante su incidencia, entre el 11% y el 42% de los ancianos hos-
pitalizados, la condición no se reconoce en el 70% de los pacientes (4). Las
dicultades en su detección se hacen evidentes desde el momento de su
denición y se observan grados variables de confusión, incluida la de los
médicos, tanto en su denominación como en la diferenciación con otras
76
El ascenso de Geras. Seguridad en la atención del anciano hospitalizado
alteraciones de la esfera mental, como sucede con la demencia y los estados
de delirio, entre otras.
Sus múltiples designaciones en la literatura cientíca han contribuido
sin duda al caos señalado. Manía con ebre, estado oniroide, síndrome cere-
bral agudo, psicosíndrome agudo, estado confusional agudo, encefalopatía
metabólica, psicosis tóxica, psicosis exógena, síndrome mental orgánico
y alteraciones agudas del nivel de conciencia, son apenas algunas de las
nominaciones de las más de 30 relacionadas en la historia del delírium (5).
No obstante, la inclusión del síndrome a partir de la tercera edición
del Manual diagnóstico y estadístico de las enfermedades mentales (DSM
III), a partir de 1980, todavía persiste el desconocimiento en la mayoría
del personal de salud acerca de la patogenia, de la presentación clínica,
del abordaje diagnóstico, del pronóstico y del tratamiento del delírium,
lo cual contribuye en gran medida al impacto negativo sobre la reserva
funcional del anciano.
En 1994, el DSM IV elimina algunas restricciones en lo referente a los
criterios diagnósticos del manual previo, aproximándose a la normativa de
la décima Clasicación Internacional de Enfermedades (CIE-10) en la cual
el compromiso de la conciencia pasa a ser considerado como el aspecto
principal del trastorno (6).
El término delírium procede del latín delivare, relacionado con divagar
y hace referencia al síndrome agudo constituido por trastornos de la idea-
ción (delirios) y de la percepción (alucinaciones e ilusiones).
El síndrome está denido por un trastorno agudo o subagudo de la
conciencia, asociado con una alteración de la atención y puede manifes-
tarse clínicamente con diversos rangos de letargo, con o sin periodos in-
tercurrentes de agitación psicomotora. Típicamente se desarrolla en breve
tiempo y se hace evidente en el curso de varios minutos, horas o días. Tanto
el trastorno de la conciencia como el de la esfera cognitiva y de la percepción
son uctuantes durante un mismo día (7).
El delírium está asociado con un pobre pronóstico al egreso, con un
incremento de la mortalidad del 10% al 65% y con estancias hospitalarias
prolongadas, las cuales a su vez se tornan en factor de riesgo para delírium.
Se ha establecido que su incidencia después del promedio estimado de hos-
pitalización de 5,7 días, es del 11,6% (8,9).

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR