El Estado que demanda víctimas, una lectura sacrificial de Blanco nocturno de Ricardo Piglia - Segunda parte. Violencia, Estado y anomia en las novelas de crímenes - República, violencia y género en la novela de crímenes - Libros y Revistas - VLEX 857369695

El Estado que demanda víctimas, una lectura sacrificial de Blanco nocturno de Ricardo Piglia

AutorJuan Felipe Rivera P.
Páginas151-174
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EL ESTADO QUE DEMANDA VÍCTIMAS,
UNA LECTURA SACRIFICIAL DE
BLANCO NOCTURNO DE RICARDO PIGLIA
Juan Felipe Rivera P.
“Pero no era uno de los nuestros, era distinto, aunque
no fue por eso que lo mataron, sino porque se parecía a
lo que nosotros imaginábamos que tenía que ser”.
–Piglia (2010, p. 16).
En el presente artículo me propongo realizar un análisis de la novela
Blanco Nocturno (2010) del escritor argentino Ricardo Piglia, a partir del
pensamiento del filósofo francés René Girard. La teoría del deseo mimé-
tico y el chivo expiatorio ofrece una nueva luz para la comprensión del
desarrollo de la investigación de un asesinato en un pueblo perdido de
La Pampa a principios de los años setenta del siglo xx como una forma
de comprender el pasado y el presente de la nación argentina.
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Juan Felipe Rivera P.
la mImesIs novele sca
El pensamiento de Rene Girard (1923-2015) puede dividirse a grandes
rasgos en dos momentos. El primero, orientado principalmente a lo que
podríamos llamar crítica literaria en el que el autor plantea la teoría del
deseo mimético como clave de lectura de las grandes obras de la literatura
moderna; y un segundo momento donde la teoría adquiere un cariz an-
tropológico y se emplea para estudiar el pensamiento religioso primitivo
y la forma en que las sociedades se organizan a partir de la producción
de víctimas sacrificiales.
Girard plantea la teoría del deseo mimético en su obra Mentira ro-
mántica y verdad novelesca de 1961 (1985), donde rastrea el surgimiento
de lo que llama la estructura triangular del deseo del individuo que con-
figura su identidad. El deseo se construye de manera mimética, aquello
que tradicionalmente consideramos como lo más propio del sujeto, lo
más espontáneo, su deseo, en realidad surge por imitación del deseo de
otro. No deseamos este o aquel objeto porque lo queramos en lo más
profundo de nuestro ser, sino que lo que realmente deseamos es ser como
otro al que secretamente admiramos. El deseo, por lo tanto, es metafí-
sico, va más allá del objeto y le concierne a la esencia misma del indivi-
duo, “nuestro deseo más profundo no es por cosas u objetos, sino ser1
(Girard, 2000, p. 290). Esto, dice Girard, es lo que develan las grandes
novelas de la época Moderna. Una verdadera novela va en contra de la
fantasía romántica según la cual el deseo surge de manera espontánea de
un sujeto autónomo, “es la renuncia al deseo metafísico lo que constituye
la unidad de los finales de las novelas” (Girard, 1985, p. 264). Con base
en esta perspectiva, Girard analiza cómo funciona el deseo mimético en
las obras de grandes autores de la literatura occidental moderna como
Miguel de Cervantes Saavedra, Fiodor Dostoievski, Gustave Flaubert y
Marcel Proust.
1 “Our deepest desire is not for things or objects, but to be”. Todas las traducciones
son del autor.

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