Diagnóstico regional de la migración en el sur de Colombia
| Autor | Isabel Goyes Moreno/Aura Cecilia Torres Burbano/Jesica Lizeth Delgado Solarte |
| Cargo del Autor | Abogada, Universidad de Nariño/Economista, Universidad de Nariño/Estudiante de quinto año de Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nariño |
| Páginas | 87-117 |
87
2.2. Diagnóstico regional de la migración
en el sur de Colombia
Isabel Goyes Moreno∗
Aura Cecilia Torres Burbano∗∗
Jesica Lizeth Delgado Solarte∗∗∗
2.2.1. Contexto del departamento de Nariño1
a) Ubicación
El departamento de Nariño tiene una historia política, económica, social y
cultural que lo diferencia del resto del país. No se trata solamente de estar ubi-
cado en el extremo suroeste de Colombia, sino que, como región frontera con
Ecuador, buena parte de su vida colonial formó parte de la Real Audiencia de
Quito, razón por la cual mantuvo y aún subsiste una fuerte cercanía entre las
poblaciones limítrofes de los dos países, con las que comparte diversos aspectos
culturales (música, danza, canto, artesanía de madera y cuero), aanzada por
vínculos familiares y económicos, todos ellos bastante fuertes y arraigados.
La frontera colombo-ecuatoriana es la segunda frontera más activa, des-
pués de la colombo-venezolana, se caracteriza por un creciente intercambio
* Abogada, Universidad de Nariño; doctora en Ciencias de la Educación, Rudecolombia. Docente
tiempo completo y directora del grupo de investigación Derecho, Justicia y Región (Dejure) de la Facultad
de Derecho de la Universidad de Nariño. Correo electrónico: dejure@udenar.edu.co
** Economista, Universidad de Nariño; especialista en Derecho Constitucional, Universidad Nacio-
nal de Colombia. Docente hora cátedra de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nariño. Correo
electrónico: actorresb@udenar.edu.co
*** Estudiante de quinto año de Derecho de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nariño.
1 Esta investigación contó con el apoyo de Daniela Bolaños y Sarah Valentina Rodríguez, estudiantes
de la Facultad de Derecho de la Universidad de Nariño.
88
Migración y Derechos Humanos: el caso colombiano, 2014-2018
binacional que se extiende a lo largo de los 586 kilómetros de frontera, de los
cuales 294 corresponden a Nariño y los restantes 292 al Putumayo (Defen-
soría del Pueblo, 2017, p. 59).
Esta cercanía entre los pueblos nariñense y ecuatoriano ha resistido las
veleidades de los gobiernos centrales, que en diversas ocasiones han pre-
tendido suspender u obstaculizar un permanente ujo de personas, bienes
y cultura entre sus fronteras. Esta situación particular hace de Nariño un
espacio abierto a la recepción de personas ‘forasteras’, entre las que se cuen-
tan los propios nacionales del centro y norte del país y los provenientes de
otros países.
La ubicación geográca del departamento de Nariño en el Nudo de los
Pastos y las dicultades físicas de comunicación con el resto de Colombia,
sumadas al desinterés de los partidos tradicionales frente a la suerte de Nariño
y a la existencia de una clase política carente de una visión de región y país
amplia y justa, son las causas fundamentales del aislamiento y abandono que
durante muchos decenios vivió el departamento.
Así las cosas, resulta fácil comprender porque hasta antes de la apertura
de la carretera Panamericana (años setenta), la juventud nariñense se formaba
en las universidades ecuatorianas, especialmente en aquellas carreras que, como
la Medicina, no las ofrecía la única universidad pública de la región, la Univer-
sidad de Nariño. Mientras un viaje terrestre a Bogotá implicaba entre 24 y 30
horas de viaje por carreteras en pésimas condiciones, un traslado a Quito se
hacía en escasas 8 a 10 horas, por vías bastante aceptables. La integración real
de Nariño con la capital y el resto del país solo adquirió importancia a partir de
los años setenta y desde luego se ha incrementado ostensiblemente en los
últimos años con la oferta de más rutas aéreas y la expansión de la vía Paname-
ricana. Sin embargo, persisten los problemas de infraestructura carreteable en el
interior de la región, hecho este que incide en el despegue económico denitivo.
El aislamiento geográco y el abandono político se constituyeron en una
ventaja para los narcotracantes y los grupos alzados en armas. Los campesi-
nos empobrecidos y aislados fueron cooptados para estos cultivos a sangre y
fuego, puesto que su negativa podía signicar la muerte, el desplazamiento
y la vulneración de sus derechos, amén de las prerrogativas relacionadas con
los precios, compra en la mata, pago en efectivo, etc.
Ahora bien, para el año 2018 (, 2018), la población del departamento
se calculó en 1 809 116 personas, distribuida como se ilustra en la gura 1.
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba