Dolo eventual - Compatibilidad de la tentativa y el dolo eventual - Libros y Revistas - VLEX 777444461

Dolo eventual

AutorJuan Felipe Daza Lora
Páginas33-55
C        33
Ya vimos, a su vez, que en Colombia el ar tículo referente a la ten-
tativa exige, obligatoriamente, la mencionada voluntad real delictiva
para poder determin ar el delito que se busca cometer, pero el artícu lo
del dolo, donde se debería denir esa voluntad, es lo sucientemente
amplio como para que cada qu ien lo interprete a su favor, dejándonos,
entonces, sin una solución materia l a la problemática expuesta.
Es por esto que, ahora sí, es necesa rio hacer el análisis dog mático
correspondiente de las guras jurídicas en cuestión. Por esto, inicia-
remos con el dolo eventual para tratar de determina r, efectivamente,
cuál ha sido el lí mite que le ha impuesto la doctrina f rente a los otros
subniveles del dolo y a la imprudencia . Esto en aras de, más adelante,
poder compararlo con lo que exi ge la tentativa dentro de su estruc tura
y, descifrar, por n, si son compatibles o no.
5. Dolo eventua l
Debido a que, durante el desarrol lo del texto, hemos hecho hincapié
en que no estamos en presencia de otro tex to más acerca de las di ferencias
entre el dolo eventual y la impr udencia consciente si no que, en cambio,
analizaremos el dolo eventual con el n de determinar si éste, al estar
clasicado a la pa r del dolo directo en la legislación, tiene los elementos
sucientes para admitir la intervención penal ante la no consumación
del delito; no estamos buscando da r respuesta al persistente y repetit ivo
debate, estamos, sin embargo, valiéndonos de éste para darle solución
a un problema diferente. Por lo tanto, entraremos en el debate no para
diferenciarlo de la imprudencia consciente, sino para diferenciarlo, de
una u otra forma, de los ot ros niveles del dolo.
Así entonces, nos referiremos a los postulados realizados por
diferentes autores a lo largo de la h istoria, que han en riquecido el debate
una y otra vez, para, así, exponer qué es lo que entiende la doctrina
por dolo eventual –aun cu ando esta no sea unánime– y qué es lo que
vamos a entender en este texto en aras de solucionar el problema de
investigación.
Ahora bien, esta primera aclaración se hace debido a que la deli-
mitación del dolo eventual es sumamente compleja y existen, como
J F D L
34
ya se ha dicho, múltiples teoría s que lo fundamentan. Siendo éstas las
siguientes:
5.1 La teoría del conse ntimiento y sus críticas
Esta primera teoría a analizar, en términos generales, como se
visualizó en buena medida durante la exposición y el análisis de las
consideraciones de la Corte, parte fundamentalmente del elemento
volitivo de la conducta, aunque éste se plantea, realmente, como la
“aprehensión hipotética del dolo”43 o, en otras palabras, que el autor
de la conducta consienta el resultado.
Esto signica que, realmente, no nos estamos enfrentando, ni
siquiera en esta etapa tan precaria de la descripción y el análisis de
la teoría del consentimiento, a una modalidad dolosa en la que se
encuentre la intención de manera maniesta, si no que nos están
diciendo que el dolo eventual, en su de nición más básica, es doloso
en cuanto a que, en un ju icio externo y posterior, se puede asumi r que
el autor es consciente de lo que hace y, en este sentido, lo aprueba.
Entendido lo anterior, es prudente mencionar que esta teoría
también es conocida por la doctrina como la “primera fórmula de
F44, pues parte, principalmente, de la cer teza de la realizac ión del
resultado y la aceptación de éste . Sin embargo, lo que hay que destacar
mayormente de esta concepción, es que, como se decía previamente,
para determi nar efectivamente que se está en presenc ia de situaciones
a título de dolo eventual, se debe hacer –o el juez debe hacerlo– un
juicio ex post de los hechos para poder entender si el autor aceptó la
producción del resultado ante su representación45.
Por lo tanto, en esta teoría del consentim iento –que responde a lo
que se denomina “primera fórmula de F”– el querer es esencial
para que se pueda hablar de dolo eventua l, puesto que, si el autor prevé
que el resultado prohibido se dar á con seguridad y ca mbia su actuación
43 Reinhart M , et al., op. cit., p. 389.
44 Mirentxu C B, op. cit., p. 45.
45 Ibíd.

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR