Editorial - 2 de Agosto de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 522407710

Editorial

Los malos vecinos

Las querellas entre vecinos se están convirtiendo en una constante en la ciudad. Es imperioso volver a la civilidad que emana de la cultura ciudadana.

Diariamente se presentan en Bogotá 30 querellas o reclamos derivados del mal comportamiento de los vecinos. Pueden ser muchas más, pues es indudable que miles de personas prefieren dejar que las cosas pasen a entablar una queja contra aquel con quien deben compartir –también a diario– un espacio común: el vecindario. Un reciente informe señala que en el 2013 se presentaron 11.150 acciones de este tipo en la ciudad. Ninguna localidad se salvó. En todas hubo altercados entre personas que no pudieron solucionar sus problemas amigablemente. Y lo más grave es que, de acuerdo con el Centro de Estudios y Análisis en Convivencia y Seguridad Ciudadana, las cosas tienden a empeorar, pues este año, entre enero y abril, el número de querellas se elevó a 37 diarias. Este es un síntoma de que el acto elemental de saber compartir y convivir con el de al lado, máxime en una ciudad en que se levantan conjuntos residenciales en todos sus costados, es cada vez más difícil. Buena parte de dicho fenómeno se debe a un problema netamente cultural. Bogotá alberga casi al 20 por ciento de la población del país, una amalgama de culturas disímiles, con comportamientos que no siempre coinciden con los del resto de la población y de los cuales suelen surgir desavenencias, que se zanjan con el insulto o la agresión física. Pero también está el hecho de que hoy el grueso de la ciudadanía no habita en casas sino en pisos de edificios en los que debe vérselas con el de arriba, el de abajo y el de al lado. Así, los problemas que antes parecían pequeños se agrandan hasta convertirse en un conflicto de proporciones inimaginables. De ahí que no sea extraña la revelación de que la mayor parte de los reclamos ante las autoridades estén relacionados con problemas aparentemente sencillos, como el taconeo, el exceso de ruido, las...

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