La familia vs empresa - La Empresa familiar y el pequeño negocio - Libros y Revistas - VLEX 862569414

La familia vs empresa

AutorIgnacio Aragoneses Cáceres
Páginas121-150
2ĂƉşƚƵůŽϮ
FAMILIA VS EMPRESA
Como si de una lucha se tratara, la familia y la empresa se enfrentan a una dura
batalla en la que ambos mundos chocan constantemente por las diferentes visiones de la
realidad. En el caso de la familia todo se centra en los individuos que la componen y el
bienestar de los mismos, siendo prioridad el cariño, el amor o el respeto entre otras cosas.
En la empresa todo se vuelve muy estricto, el padre trata a su hijo como un empleado más,
nadie tiene su puesto de trabajo por pertenencia a la familia sino por capacidades y
esfuerzo, las normas se vuelven más estrictas, se exige un rendimiento a todos los
componentes de la empresa y no se permiten actitudes que se salgan de lo establecido, por
poner algunos ejemplos.
Las diferencias que existen entre ambos mundos son importantes pero no son
diferencias que no se puedan salvar. En este capítulo trataremos los principales puntos de
choque y lo fácil que se pueden solucionar siempre que actuemos con sentido común y que
sepamos entender la diferencia que existe entre la empresa y la familia, algo necesario para
poder comenzar con buen pie nuestra andadura con la empresa familiar.
ϭϮϮ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
LAS FINANZAS
La empresa y la familia deben estar claramente separadas en el apartado
económico y se debe prestar especial atención en la diferenciación de los ingresos y los
gastos de cada una de las partes. Este concepto, aunque fácil de entender en un principio,
conforma una de las principales razones por las que muchas empresas cierran o nunca
llegan a tener buenos resultados económicos y a su vez uno de los apartados más difíciles
de controlar en la empresa familiar.
Si imaginamos la empresa como un ser vivo y el movimiento de dinero en la misma
como la sangre que fluye por sus venas, comprenderemos la gravedad de retirar dinero de
la empresa sin justificación así como también podemos imaginar las consecuencias de
utilizar dinero para fines personales como hábito, la empresa se desangra y muere.
El dinero que se mueve en la empresa debe ser entendido como un recurso más
que debemos utilizar con cabeza y que nos ayuda a gestionar el conjunto para poder
avanzar con seguridad. El flujo de dinero en la empresa no se convierte en dinero que
podemos utilizar para nuestros fines personales hasta que, mediante el maravilloso proceso
del trabajo y el esfuerzo, se transforma en nuestro salario con el que podemos hacer
aquello que nosotros queramos. Lo primero que tenemos que tener claro es que el
movimiento de dinero en la empresa no es aquello que podemos utilizar para nuestros
gastos personales. No entender esto desde un primer momento puede acabar desgastando
la empresa y ocasionando el cierre de la misma, exterminando así la fuente desde la cual
se genera este dinero. Algo así como matar a la gallina de los huevos de oro.
Este es un apartado que supone una lucha para muchos pequeños negocios, al no
entender la necesidad de separar con claridad las finanzas de ambos mundos. Para poder
entender de qué hablamos vamos a explicar grosso modo qué son los gastos y los ingresos
de cada una de las partes, algo muy sencillo de entender.
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϮϯ
En la familia:
Los gastos de la familia están relacionados con: comida, ropa, vehículos para uso
propio, estudios de los hijos, gastos derivados de nuestra vida, gastos de
electricidad y otros servicios de la vivienda, hipoteca de la casa, etc.
Los ingresos de la familia son aquellos relacionados con la remuneración o el
sueldo que tenemos asociado al desarrollo de nuestro trabajo en la empresa y la
parte de beneficios anuales que nos corresponden en el reparto, si existe.
En la empresa:
Los gastos de la empresa son gastos relativos a la misma, que están claramente
definidos, ya que forman parte indivisible de su funcionamiento diario, como son:
compras de materiales, salarios (donde nos incluimos nosotros mismos),
préstamos, intereses, dietas, vehículos de empresa, impuestos, publicidad, gastos
fijos, etc.
Los ingresos de la empresa son todos los ingresos que la empresa genera como
parte de su funcionamiento normal.
Viendo los puntos anteriores podemos identificar claramente que los ingresos del
empresario estarán determinados por su salario mensual, es decir, aquella asignación que
se ha establecido y que estará determinada por las posibilidades de la empresa, siendo
importante que el salario no sea muy elevado para no ahogar al negocio. A su vez el
empresario recibirá parte de las ganancias de la empresa en el reparto de beneficios,
cuando este tenga lugar. Sabiendo que los ingresos del empresario son su salario y su
parte de beneficio, podemos entender que los gastos del empresario estarán ajustados a
los ingresos que él mismo tiene, siendo así responsable de no sobrepasar este límite. En el
supuesto de que el empresario necesite más dinero puede optar por solicitar un préstamo al
banco, pero nunca deberá utilizar dinero de la empresa. Cuando mezclamos estos dos
mundos en las finanzas es muy fácil cometer errores que nos lleven a perder el control de la
empresa y con ello a la destrucción de la organización que hemos creado.
El problema en las empresas familiares es que parte de los ingresos de la empresa
van a parar a gastos familiares, que no tienen justificación y que no aportan nada a nuestro
proyecto empresarial. Este tipo de hábito se da con más frecuencia de lo que pensamos y
constituye uno de los principales problemas con los que lidiar. Las empresas que logran
entender la importancia de este punto, clave en la correcta gestión del negocio, avanzan
con mayor seguridad y rapidez, pudiendo aplicar mejores estrategias de crecimiento y
posibilitando la inversión de capital en la empresa para la mejora y el desarrollo. Aquellas
que no lo entienden pasan apuros, no llegan a fín de mes, sufren para poder asimilar
cualquier gasto inesperado y en muchos casos cierran por no entender la diferencia entre el
dinero de la empresa y el dinero de la familia.
ϭϮϰ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
Como podemos ver en el esquema anterior, el movimiento de dinero debe estar
condicionado por los factores que están representados en el gráfico. Los ingresos de la
empresa constituyen el ingreso en general, que serán utilizados para cubrir los gastos de la
empresa, entre los que incluimos el salario del empresario y familiares, de donde podremos
financiar los gastos de la familia. No debemos cometer el error de mezclar las finanzas
familiares y de la empresa, ya que esto siempre acaba mal.
Podemos encontrarnos en la situación en la que la empresa necesita de capital
para poder avanzar o financiar algunas inversiones que ayuden a su crecimiento, en este
caso el empresario podrá aportar capital personal, algo que será contabilizado de una
manera totalmente distinta. Este dinero podrá ser utilizado por la empresa, favoreciendo así
su desarrollo, algo que normalmente sucede cuando se pretende invertir en el crecimiento
de la empresa o en la expansión. A esto le llamamos una ampliación de capital de la
empresa.
Pero si hay algo que no debemos hacer bajo ningún concepto es utilizar los
ingresos de la empresa para financiar los gastos de la familia, algo que no tiene justificación
y que no tiene cabida en la correcta gestión de la empresa. Los gastos de la familia solo
pueden ser financiados por los salarios que cada uno de los componentes familiares tienen
asignados.
Métodos para diferenciar el dinero de la empresa y
la familia
Lo primero que debemos hacer para poder gestionar adecuadamente el flujo de
dinero en la empresa es diferenciar ambas partes con claridad separando aquello que
corresponda a sueldos de familiares y el capital que pertenece a la empresa. Para poder
diferenciar con claridad estos dos mundos en la empresa podemos adoptar algunas
medidas fáciles de realizar y con probada eficacia, como son:
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϮϱ
Asignar una salario mensual a los familiares, así como al mismo empresario, es
esencial para poder entender dónde está el tope de gasto de cada individuo en un período
determinado de tiempo, como puede ser un mes. Es importante que cada individuo se
gestione el dinero que recibe mes a mes, sin tener que recibir anticipos constantemente, ya
que esto es algo que también puede perjudicar a la empresa. Habrá momentos en los que
la empresa esté necesitada de ese dinero que ha anticipado para poder pagar gastos
posteriores o inesperados, algo que puede afectar a su normal funcionamiento.
La creación de cuentas bancarias independientes para cada uno de los
empleados familiares, donde recibirá el sueldo mensual o donde puede ingresar el importe
de la nómina que reciba, es algo que ayuda a separar con claridad las finanzas de ambos
mundos.
El control de la caja de la empresa es muy importante y establecer unas normas
estrictas sobre su uso es necesario. El acceso a la caja del negocio y a las cuentas
bancarias debe estar restringido y solamente un mínimo de personas en la empresa podrá
controlarlo, siendo estos responsables de que cuadren las cuentas después de restar los
gastos de los ingresos generados. Cuando existe una persona responsable es mucho más
fácil de controlar la caja y de este modo el dinero pasa a formar parte del uso normal de la
empresa, dejando de estar expuesto a las decisiones particulares de cada uno de los
componentes de la familia o a sus necesidades individuales. No debemos permitir que
todos los componentes familiares tengan fácil acceso a la caja de la empresa.
Explicar a todos los componentes familiares la necesidad de respetar el flujo
de dinero de la empresa como parte esencial en la supervivencia de la organización y como
uno de los pilares del buen funcionamiento. Crear normas a seguir y sancionar si es
necesario a aquellas personas que las incumplan.
Si el dinero es accesible por todos los componentes de la familia será muy difícil
controlar dónde se utiliza ya que el dinero es algo que todo el mundo quiere, y cuando lo
tenemos a nuestro alcance es muy difícil controlar su gasto. Para tener un control adecuado
sobre el dinero que se mueve en la empresa necesitamos establecer unas medidas
estrictas sobre su uso y no permitir que se use indiscriminadamente por los componentes
familiares.
Problemas que pueden surgir si no hacemos esta
diferenciación
Cuando se mezclan las finanzas de la empresa y de la familia puede suceder algo
que he visto en multitud de ocasiones y por lo que nadie de nosotros querría pasar. Esta
actitud es más común de lo que pensamos en las empresas familiares, provocando
problemas fatales para la empresa.
ϭϮϲ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
Algunos de los hábitos más comunes pueden ser:
La utilización de los ingresos de la empresa para gastos personales de gran
valor como coches, joyas o viajes.
Utilización de parte de los ingresos de la empresa para financiar pagos de
familiares como son: deudas, estudios, nuevos proyectos, adquisiciones
personales.
Utilización continuada de los ingresos de la empresa para pequeños gastos
diarios, como pueden ser compras personales, apuestas y pequeños hábitos de
consumo, que no parecen perjudicar al negocio, pero que son perjudiciales a largo
plazo. Son como un agujero en nuestro bolsillo por el que perdemos nuestro
dinero.
He visto caer, con mis propios ojos, a empresas pequeñas y medianas con
ingresos millonarios, solo por el mero hecho de no entender la diferencia entre el dinero de
la empresa y el dinero del individuo. Algunos de los ejemplos, todos ellos de empresas
cercanas, son los que explico a continuación.
Una empresa cementera que facturó durante sus
primeros años de existencia cientos de millones de las antiguas
pesetas, fue a la quiebra y le fueron embargados todos sus
bienes debido al gasto sin control de su dueño en necesidades
particulares y en lujos innecesarios, todos ellos financiados con
dinero de la empresa.
Uno de los restaurantes con más nombre en la zona y con
una de las mejores cocinas que he conocido, tuvo que cerrar sus
puertas, debido a la falta de control del gasto por parte de los
componentes de la familia que lo gestionaba. Las deudas con
proveedores pudieron con los ingresos millonarios que tenían, los
proveedores dejaron de confiar en ellos.
Conocí un carnicero que tenía una gran fama en la zona,
gente de todos los lugares acudía a comprar la carne de su
tienda, por su buen hacer a la hora de seleccionarla y cortarla.
Sus excesos y falta de control sobre el gasto hicieron que tuviera
que cerrar, no supo aceptar el éxito y controlarlo, el éxito acabó
con él.
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϮϳ
Estos son solo algunos casos de los ejemplos en los que la falta de control sobre
las finanzas y el hecho de no saber diferenciar el dinero de la empresa del dinero personal,
condicionaron el futuro de la empresa e incluso llegaron a destruirla por completo, estoy
seguro de que conoces casos similares en tu zona, ya que forman parte de los errores más
comunes en los que caen las empresas de cualquier tipo. La empresa familiar tiene además
el condicionante de estar formada por muchos individuos que pueden asumir que tienen los
mismos derechos sobre ese dinero, pudiendo caer en el error de utilizarlo para sus
intereses personales sin tener en cuenta el perjuicio que este tipo de actitud esté
ocasionando al conjunto de la empresa familiar.
El empresario honesto y deshonesto con las
finanzas de la empresa
La honestidad a la hora de tratar los recursos económicos es una de las más
importantes cualidades del empresario de éxito. Y diríamos que podemos identificar
fácilmente si somos honestos a la hora de tratar los recursos económicos de la empresa o
si no lo somos.
El empresario honesto con la empresa se define por lo siguiente:
Cobra su salario, cuando puede (en la empresa familiar no siempre está
asegurado el salario).
Gestiona sus gastos aparte de los gastos de la empresa.
No determina sus necesidades por los ingresos de la empresa.
Ve el dinero como un recurso más.
Tiene muy en cuenta a su empresa y sus necesidades.
El empresario deshonesto con la empresa se define por:
No piensa en la empresa.
Anticipa sus intereses personales a los de la empresa.
Ve el dinero como algo para gastar y siempre desea utilizarlo.
Ha creado la empresa para poder disponer del dinero.
Su principal prioridad no es la empresa, es el dinero.
ϭϮϴ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
Otros ejemplos relacionados con la mala gestión de
las finanzas
Un ejemplo, que sucede a menudo en la empresa familiar, es el típico gasto
extraordinario que parece no estar afectando a la economía, pero que es un gasto
constante o es realizado por varios familiares. Este tipo de comportamiento no suele
advertirse como algo contrario al funcionamiento del negocio e incluso se fomenta, ya que
suelen ser cantidades pequeñas.
Como ejemplo podemos poner: “necesitamos algo de dinero para un pequeño
gasto de vez en cuando y siempre acudimos a la caja de la empresa para satisfacer
nuestros deseos. Este mismo comportamiento es aprendido por el resto de los
componentes de la familia y hacen exactamente lo mismo”.
Aprovechar la actividad del negocio para poder sacar un rendimiento personal
también puede ser perjudicial para las finanzas del negocio, es decir, si aprovechamos la
actividad de la empresa para poder conseguir material gratis, trabajos gratis, comida gratis,
etc. Cualquier gasto de materiales continuado también se convierte en un gasto no
contabilizado correctamente y que está afectando al funcionamiento normal de la empresa.
Si estamos empleados en la empresa deberá ser descontado de nuestro salario o por lo
menos tener en cuenta este gasto para saber cuál es nuestro salario real, es decir: salario +
materiales + comidas... Si el familiar no trabaja en la empresa estaremos perdiendo dinero
en materiales que no se recupera, al no generar un ingreso por los mismos, en este caso se
debe aclarar con la persona que ese tipo de actitud perjudica a la empresa, por lo que
deberá pagar algo por su uso o disfrute.
Otro ejemplo es el de la familia que utiliza el dinero de caja cuando le apetece, y
en la que todos los componentes de la familia, sean empleados o no, tienen acceso a ese
dinero, todo un desastre para los intereses de la empresa.
Todos los ejemplos anteriores son contrarios al buen funcionamiento de la
empresa y debemos asegurarnos de que todos los individuos comprendan el esfuerzo que
Empresario
honesto con
la empresa.
Empresario
deshonesto con
la empresa.
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϮϵ
se necesita para poder conseguir ese dinero que van a utilizar. Han de entender que el
dinero que se mueve en la empresa es algo “intocable”, que pertenece a la empresa y que
está destinado a aquellos gastos o inversiones correspondientes a la misma y no pertenece
a la familia por derecho.
En algunas ocasiones hay que
apretarse el cinturón para que la empresa
pueda salir adelante, pero no debemos
apretar el cinturón de la empresa para
cubrir nuestros gastos personales.
Cada uno de esos pequeños gastos, es una piedra que vamos poniendo en
nuestro camino hacia el éxito y debemos entenderlo como un comportamiento contrario a
nuestro propósito. Si logramos entender esto y aceptar el reto de gestionar adecuadamente
las finanzas, podremos disfrutar de una empresa sana, que avanza y en la que podremos
fácilmente interpretar los caminos a tomar a la hora de gestionar los recursos económicos
de la empresa.
En la mayoría de los casos no se llega al extremo de tener que cerrar la empresa,
pero al tener esta actitud, se dificulta gravemente el desarrollo y se tarda mucho tiempo en
llegar a estabilizar los ingresos y los gastos del negocio, sobre todo durante los primeros
años de actividad, una consecuencia lógica de este tipo de comportamiento es la necesidad
de créditos bancarios o préstamos constantemente. Como consecuencia de la mala gestión
de las finanzas surge una frase que he podido escuchar en más de una ocasión: “este tipo
de empresa no funciona adecuadamente” u otra también muy utilizada: “estas empresas no
dan casi beneficio, es mejor buscar otro tipo de negocio”.
Antes de poder afirmar lo anterior debemos analizar adecuadamente cómo y de
qué manera se están utilizando los recursos económicos de la empresa, para que, una vez
que hayamos entendido la situación real, podamos entender si existe solución o si la
empresa realmente no da para más.
Si de algo estoy convencido es de que todas las empresas dan beneficio si
sabemos gestionarlas. Cualquier empresa es buena, la diferencia no está en la empresa
sino en el empresario y en sus hábitos de gestión. Si nuestra empresa no da los beneficios
que debería dar, tendremos que hacer el esfuerzo necesario para explotar al máximo sus
“El hombre honesto no teme a la luz ni a la
oscuridad”. Thomas Fuller
ϭϯϬ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
posibilidades y tratar de encontrar la forma de mejorar los ingresos, mediante nuevas
estrategias, nuevos productos o un mejor servicio. Y si realmente no existe una demanda o
la empresa no tiene mercado, deberemos adoptar las medidas adecuadas, como puede ser
cambiar de sector, de actividad o incluso cerrar el negocio.
Dentro de este apartado se encuentra una de las claves más importantes a la hora
de gestionar adecuadamente nuestro negocio. Algo que a primera vista parece tan sencillo
de comprender y tan obvio, se vuelve uno de los grandes problemas a tratar en muchas
empresas. En relación a la empresa familiar no debemos perder de vista los intereses y
conflictos que una mala gestión de este punto puede causar, por lo que es aún más
importante que en las empresas convencionales.
Si realmente queremos que nuestro proyecto tenga éxito y deseamos llegar lejos
con nuestra empresa, este es uno de los puntos a tener en cuenta dentro de la gestión del
negocio.
Consejos sobre las finanzas en la empresa y la
familia
El dinero que conseguimos a diario como consecuencia del
funcionamiento de la empresa no es ganancia, está
supeditado a multitud de gastos asociados y debemos
entender al detalle cada una de las necesidades que debemos
cubrir antes de tomar una decisión que afecte al
funcionamiento normal de la empresa.
Nuestro dinero no es el dinero que se mueve en la
empresa, es el salario que nos corresponde por el trabajo
realizado, más el porcentaje sobre el beneficio obtenido en el
reparto de beneficios, si existe.
La caja de una empresa no debe ser el lugar de
donde la familia financia sus gastos, si ocurre esto
acabaremos mal o nunca avanzaremos.
El dinero de la empresa solamente es un recurso
más a utilizar, diferéncialo de tu dinero personal.
El familiar no tiene derecho al dinero de la empresa
solamente por ser familiar.
El dinero de la empresa es algo sagrado que todo el
mundo debe respetar y el empresario debe ser el primero en
dar ejemplo, siendo honesto y respetando su uso.
Cuando se trata de dinero es mejor pensar con la
cabeza y no con el corazón.
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϯϭ
LOS EMPLEADOS
En la empresa familiar los empleados pueden ser familiares o no familiares. En
muchas ocasiones, las pequeñas empresas familiares están únicamente compuestas por
integrantes de la familia que se han ido incorporando con el paso del tiempo. Es muy
normal ver como los padres inician el proyecto, los hijos encuentran un hueco dentro de la
empresa y continúan con la tradición y algunos de los nietos también quieren trabajar en la
empresa, pasando así a formar parte de la organización, una generación tras otra. Para
este tipo de empresas la gestión de los recursos humanos es clave en su desarrollo.
Cada empleado es una pieza más dentro del puzle de la organización y debe
cumplir con unas habilidades adecuadas para la realización del trabajo al que accede. En la
empresa todo debe encajar perfectamente y es muy importante encontrar a la persona
adecuada en cada uno de los puestos que hay que cubrir. El proceso de selección del
personal se convierte en algo esencial para conseguir tener éxito con nuestro proyecto.
La contratación de un empleado
Cuando realizamos un proceso de selección en el que deseamos contratar a una
persona, nos encontramos con el dilema de contratar a un familiar o a una persona externa
para el puesto. En este tipo de casos no debemos dar una prioridad especial al familiar,
solo por ser parte de la familia y debe demostrar sus habilidades, al igual que el resto de los
candidatos, así como probar que está preparado para el desarrollo de las labores del
trabajo al que está intentando acceder. Esta es la única manera en la que estaremos
actuando correctamente con los intereses de la empresa. En este tipo de casos la empresa
debe ser la prioridad para el empresario quedando la familia relegada a la posibilidad de
que los familiares sean capaces de desarrollar el trabajo al que quieren acceder. Solo por
desear hacer una labor no se está preparado para ello y tenemos que ser conscientes de
que la empresa necesita a personas que estén capacitadas para el puesto, ya sea por su
experiencia o por sus conocimientos.
Asignar un puesto de trabajo a un familiar cuando esta persona no está capacitada
para el desarrollo del mismo o no cumple con las expectativas para el puesto es un error
muy típico en la empresa familiar. Cuando la empresa crece y encontramos necesidades de
personal dentro de la organización echamos mano de los familiares como primera opción
para cubrir las posiciones, confundiendo así la consanguineidad con la capacidad de la
persona para realizar el trabajo. Cuando contratamos a un empleado comprobamos las
habilidades que tiene para una posición concreta y tratamos de entender, con el máximo
detalle, aquello que la posición demanda, para que la persona sea la que mejor se adapte a
este puesto. Cuando es un familiar el que va a desarrollar el trabajo se comete el error de
no intentar entender lo que esa persona puede aportar a la empresa y se acepta que
trabaje solo por ser parte de la familia.
Se debe tener muy en cuenta las habilidades de la persona, la experiencia y los
requisitos del puesto al que va a acceder, para no causar un desajuste en la estructura del
negocio. Del mismo modo que realizaríamos una entrevista y un proceso de reconocimiento
de las habilidades del candidato, tenemos que establecer los pasos que el familiar deberá
dar y qué deberá demostrar para poder optar al puesto en cuestión. Identificar
correctamente las habilidades de la persona y no cometer el error de asignar un puesto de
ϭϯϮ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
trabajo a un familiar, solo por el hecho de pertenecer a la familia, constituye una de las
lecciones a aprender en todas las empresas familiares.
Otro punto importante a tener en cuenta es el de no crear una posición en la
empresa si realmente no hace falta o solo para que el familiar pueda formar parte de la
misma. Como opciones válidas podemos ofrecer una posición de aprendiz, donde podrá
desarrollar sus habilidades dentro de la empresa y con un sueldo inferior que no afectará al
normal funcionamiento del negocio.
La formación del empleado
Cuando un familiar pasa a formar parte de la empresa como empleado, y ha
pasado el proceso de contratación satisfactoriamente, es decir, cumple con las expectativas
que se necesitan para el puesto en cuestión, pasamos al siguiente paso que sería el
proceso de formación del empleado, en el que aprende cómo debe realizar su labor en la
empresa.
Del mismo modo que cualquier empleado, necesitará un período de aprendizaje
para poder entender cómo funciona todo, durante el que el familiar aprenderá a realizar las
tareas de una manera adecuada y en consonancia con la filosofía de la empresa. Durante
este proceso el empresario deberá realizar las tareas de control y corrección, para
asegurarse de que el familiar está entendiendo cómo ha de realizar el trabajo y que no se
desvía de lo que la empresa necesita, del mismo modo que lo haría con cualquier empleado
no familiar. El hecho de ser familiar no evita que pueda cometer errores o que deba ser
formado para el desarrollo de su trabajo. Este período inicial es algo necesario para
cualquier empleado, sea familiar o no.
El familiar, debido a su cercanía con la empresa en la que habitualmente ha
pasado muchos ratos de observación, es capaz de aprender con mucha más rapidez que
cualquier empleado externo. Este es un factor muy positivo con el que podremos avanzar
muy rápidamente durante el proceso de formación y facilita notablemente el período de
capacitación de la persona.
Como ya hemos comentado anteriormente no debemos asumir que, por ser parte
de la familia, se tienen los conocimientos adecuados para el desarrollo del trabajo, la
formación o capacitación de la persona es un proceso importante para la empresa y el
familiar debe pasar por ello como cualquier empleado. En este caso se comete de nuevo el
error de pensar que por ser de la misma sangre se tienen las mismas habilidades, un error
típico. Cada persona es distinta y posee unas habilidades únicas, ya sea por su formación,
experiencia o por su propia personalidad.
La exigencia
El proceso de capacitación y formación es algo importante para cualquier
empleado y nos sirve para establecer las normas y los procesos de trabajo, así como el
rendimiento mínimo en las tareas. En el caso en el que el empleado familiar haya pasado
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϯϯ
por estos primeros pasos, pero no logre demostrar una mínima productividad en su trabajo,
deberemos ser exigentes, del mismo modo que lo seríamos con cualquier empleado.
En la empresa familiar se comete el grave error de ser demasiado blandos a la
hora de exigir los resultados de los empleados familiares, el empresario adopta la misma
actitud que tiene en la casa con sus hijos o seres queridos, siendo más permisivo. Es
entonces cuando los resultados se ven afectados y baja la productividad. Además de esto
los familiares se sienten con el derecho a hacer menos que el resto, realizando un menor
esfuerzo en su trabajo diario. En este caso el empresario mezcla el sentimiento de
condescendencia aplicado en la familia y lo confunde al exigir el rendimiento en la empresa,
teniendo unos resultados nefastos para el interés del conjunto. Si permitimos este tipo de
actitud estamos creando una norma encubierta que dice: “si eres familiar no importa si
trabajas mucho o poco, tienes derecho a estar en la empresa solo por pertenecer a la
familia”. Un error que puede costar muy caro en el largo plazo.
Ser demasiado tolerante con nuestros familiares no ayuda a la empresa ni al
proyecto, y no podemos dejar que este tipo de actitud se apodere del conjunto. Debemos
apartar las emociones a la hora de tratar este asunto tan importante y como hemos
comentado anteriormente, anteponer los intereses de la empresa a los de la familia. En este
caso exigir al empleado familiar un rendimiento acorde a las necesidades y tomar las
medidas necesarias si no se cumple lo acordado o si no es capaz de alcanzar un m ínimo en
el desarrollo de su trabajo.
En este tipo de casos es importante recordar que la falta de compromiso o la
ineficacia del familiar no solamente está afectando a esa posición concreta que desarrolla,
sino a todo el conjunto de la familia como unidad, siendo importante tomar las decisiones
que sean necesarias para evitar que toda la empresa se vea afectada.
Más sobre la exigencia en el Capítulo 3: La relación familiar – La exigencia.
La condescendencia o la falta
de exigencia hacia el familiar, en
contraposición con la exigencia hacia un
empleado externo, es un error muy típico
en la empresa familiar.
¿Qué hacer con un empleado que no cumple con sus
obligaciones?
Cuando en cualquier empresa se tiene un empleado que no cumple con las
normas, que no trabaja adecuadamente o que básicamente no quiere hacer su trabajo, se
toman las medidas adecuadas para corregir ese tipo de comportamiento, para exigir la
realización de sus obligaciones diarias o para despedirle y contratar a un nuevo empleado,
si fuera necesario. Si hablamos de un empleado no familiar no tenemos ninguna duda de
ϭϯϰ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
que esto es así, pero cuando tratamos con un empleado familiar comenzamos a tener
dudas, relacionadas con el sentimiento de cercanía hacia la persona.
En estos casos está claro que el empresario tiene una lucha interna entre lo que es
bueno para la familia y lo que es bueno para la empresa. Si piensa desde el punto de vista
de la empresa, el empleado debe ser despedido, reemplazado por otra persona o situado
en una posición inferior o diferente a la que ocupa. Si piensa desde el lado de la familia ha
de convivir con esa persona a la que va a despedir de su puesto de trabajo, algo que
resulta difícil y por lo que cuesta tomar una decisión definitiva.
En este caso no nos queda más remedio que ponernos en nuestro papel de
empresario, como responsable último de la empresa, y tomar una decisión acorde con la
gravedad de la situación. Como opciones ante este tipo de situación se puede plantear la
de ofrecer al familiar un puesto de aprendiz, donde podrá entender cómo debe realizar el
trabajo y las exigencias que deberá cumplir como empleado, así como las normas y todo lo
relacionado con la estructura de la empresa. Aun así y sabiendo que la decisión puede ser
difícil, la razón debe anteponerse al corazón y debemos ser lo suficientemente fuertes como
para dar a la empresa aquello que necesita, siendo honestos con la empresa y con
nosotros mismos.
Uno de los mejores ejemplos es el que sucede en la
segunda generación:
La empresa gestionada por la primera generación ha sido
constante, se ha esforzado, ha tenido una ilusión y un sueño y ha
luchado por conseguirlo. Mientras que los creadores gestionan la
empresa ellos mismos descubren la necesidad del sacrificio y de
los esfuerzos para poder salir adelante con su proyecto.
Llegan los hijos y los padres no quieren que ellos pasen
por los mismos sacrificios que han tenido que pasar ellos, por lo
que les ofrecen todo lo posible, una buena educación, buena
ropa, una mejor vida.
Entonces llega el momento de trabajar y uno de los hijos
decide comenzar en la empresa familiar, el padre rápidamente le
ofrece un puesto dentro de la empresa y comienza a trabajar. El
hijo no termina de aportar lo necesario en su puesto de trabajo y
no se esfuerza lo suficiente en el desarrollo de las tareas, pero el
padre se resigna ya que no quiere que su hijo tenga que sufrir. Él
tuvo que hacerlo pero fue por ellos, por sus hijos.
El hijo cree que es normal no trabajar tanto y comienza a
desatender sus tareas, descubriendo que, por ser familiar tiene
unas ventajas que no ve en los demás. Esto hace que el hijo
piense que es especial, comienza a verse diferente a los demás, y
con esto llega la falta de compromiso, falta de tensión a la hora
de realizar las tareas, etc.
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϯϱ
Cuando se inicia el proyecto, el sacrificio y las interminables horas de trabajo que
se deben emplear para poder sacarlo adelante forman parte del proceso. El empresario
aprende a sufrir para poder sacar adelante la empresa y descubre las dificultades que se
pasan cuando se quiere crear una empresa desde cero.
Aquello que aprende el empresario durante este proceso es lo que debe enseñar a
sus hijos, ya que es la base para poder tener éxito en la vida y en los negocios. El esfuerzo,
la constancia, la paciencia, son claves para el éxito de cualquier empresa y no debemos
olvidarlas a la hora de transmitir el conocimiento, ya que forman parte de los esenciales
cuando compartimos nuestros conocimientos y experiencias. Si queremos que nuestros
familiares aprendan lo que es tener éxito con la empresa, debemos incluir en nuestras
enseñanzas aquello que les hará fuertes ante la adversidad, siendo así conscientes de la
necesidad del esfuerzo en la realización de las tareas diarias de la empresa.
El salario o retribución
Cuando asignamos un sueldo a un empleado familiar, tendremos que comprobar
qué trabajo realiza, su rendimiento, su efecto en la empresa y lo que la empresa se puede
permitir. El empleado familiar es un empleado más, como ya hemos dicho antes, y no
debemos hacer una distinción en este sentido a la hora de ofrecer la remuneración.
De nuevo se comete el error de querer ofrecer lo mejor al familiar ofreciéndole un
salario mayor, con una menor exigencia en sus tareas. Si ofrecemos un salario mayor al
empleado familiar, podremos crear un agravio comparativo con el resto de empleados, que
se verán discriminados a la hora de percibir su remuneración por el trabajo que realizan, si
además el empleado familiar no es tan productivo como alguno de los empleados no
familiares, causará malestar entre los demás empleados. Este tipo de actitud, no solo causa
problemas entre el resto de empleados, sino que además crea un ambiente de trabajo
enrarecido, en el que los empleados no familiares pierden el interés y la ilusión por el
desarrollo de sus tareas. El empleado familiar pasa a ser el objetivo de las comparaciones,
cuando tienen que justificar el por qué no realizan una labor, “si la otra persona no lo hace
nosotros tampoco tenemos por qué hacerlo”, o “si la otra persona no puede es porque no es
tan fácil hacerlo”.
Asignar un salario que no es acorde al rendimiento del empleado no aporta un
beneficio a la empresa, más bien es contraproducente, puede que el familiar esté más
contento, ya que percibe más dinero por menos trabajo, pero la empresa puede sufrir
“Para educar a un niño por el camino
correcto, transite usted por ese camino un
rato”. Josh Billings
ϭϯϲ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
gravemente por este desafortunado error. El salario es el que debe ser y no debemos hacer
distinción entre los empleados, para eso existen los convenios de cada sector y las
retribuciones asignadas a cada posición. Hay que recordar que por ser familiar podemos
tener la posibilidad, si así está establecido o si tenemos parte de la propiedad del negocio,
de tener un ingreso extra en el momento del reparto de beneficios.
Los puestos de responsabilidad
Si recapitulamos y pensamos en la importancia de la correcta contratación del
empleado, de la formación, la exigencia, la aplicación de las sanciones y la asignación de
un salario adecuado y añadimos a esto que la posición que desempeña la persona es un
puesto de responsabilidad en la empresa, estaremos enfrentándonos a una de las
decisiones más importantes a tomar y con más repercusión en el negocio.
Cuando un familiar pasa a formar parte de la empresa tendremos que tener claro
que está preparado para la realización del trabajo, pero si además pasa a formar parte del
grupo directivo o se le asigna un puesto de responsabilidad, tendremos que asegurarnos de
que la persona cumple con los requisitos para el puesto. La asignación de un puesto de
responsabilidad a un familiar sin tener experiencia o la creación de ese puesto sin la
necesidad del mismo en la empresa, es uno de los errores más graves que se comete en la
empresa familiar y puede causar muchos problemas en la gestión del negocio (ver Capítulo
1: La gestión – Los puestos de responsabilidad).
Como podemos ver, los puntos de choque entre la empresa y la familia en el
apartado de los empleados están relacionados con las emociones y el sentimiento que la
persona tiene al formar parte del grupo familiar. La consanguineidad, la condescendencia
así como la excesiva confianza en el familiar ponen en peligro el buen rumbo de toda la
organización. El empresario intenta dar lo mejor a sus familiares, ofreciéndoles más que al
resto y exigiéndoles menos que a los demás, perjudicando a la empresa y volviéndose a su
vez en contra de la misma familia. Algo que debemos pensar, por encima de todo, para
poder adoptar la actitud adecuada ante este tipo de situaciones es que, si la actitud de un
familiar afecta al rendimiento de la empresa y no funciona correctamente, la familia entera
se verá afectada, ya que muchos componentes de la familia dependen de ella.
Aquí eres un
empleado más, al
igual que yo, y se te
exigirá lo mismo
que a los demás.
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϯϳ
Los empleados familiares vs no familiares
A la hora de contratar a un empleado debemos
establecer los requisitos que debe cumplir el candidato, sea
familiar o no.
Si queremos que un familiar entre a formar parte de la
empresa, debemos formarle y debe aprender a realizar
adecuadamente su trabajo.
Los familiares no deben tener un trato de favor especial y
debemos exigir el mismo rendimiento a todos los
empleados, familiares o no.
En la empresa el sueldo que una persona gana está
medido por la cantidad de horas de trabajo, el rendimiento
que ese trabajo aporta a la empresa y el empresario debe
medir esas cualidades y su efecto en la empresa. La
retribución está regulada por convenio, por lo que no es difícil
saber los salarios de cada posición.
En los puestos de responsabilidad debemos contratar a
aquellos que están preparados, es de vital importancia.
El familiar, así como el empresario, son la imagen de la
empresa, por lo que deben dar ejemplo, no solo deben
trabajar bien sino que además deben trabajar mejor y más
que nadie.
Solo por ser familiar no tenemos más derechos que los
demás en la empresa, debemos ganarnos el puesto con
trabajo y esfuerzo.
ϭϯϴ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
NORMAS Y ORDEN
Hemos mencionado que las normas en la empresa son la base del buen
funcionamiento y de ellas depende el buen hacer en el desarrollo de las tareas diarias. Del
capítulo anterior hemos aprendido lo importante que es para la empresa tener unas buenas
normas y gestionar correctamente el orden, así como las consecuencias negativas de la
mala gestión de estos importantes apartados.
Cuando hablamos de estos dos aspectos y de las diferencias entre la empresa y la
familia a la hora de implementarlos hemos de entender para qué necesitamos el orden y las
normas en ambos mundos.
En la familia las normas están relacionadas con la convivencia, el respeto, la
conducta, etc. El orden regula los espacios de la casa, pudiendo ser distinto en los
espacios comunes o en nuestros espacios propios (nuestra habitación), y las
personas que gestionan estas normas y el orden normalmente son los padres.
En la empresa las normas deben establecer la conducta, el desarrollo del trabajo,
los objetivos, los plazos, los horarios, los procesos, cómo nos vestimos, cómo
tratamos al cliente, de qué manera hablamos, las responsabilidades de cada
puesto, etc., y el orden será aplicado de manera uniforme a toda la empresa y
deberá ser respetado por todos los empleados del mismo modo. El empresario
establecerá las normas y el orden a respetar en la empresa.
Las normas y el orden en la casa evitan que los hermanos/as y padres tengan
problemas entre ellos, hacen del ambiente familiar más confortable, convirtiendo nuestra
casa en un hogar, el lugar donde relajarnos y sentirnos bien. El orden dentro de la casa
puede ser algo que cada cual imprime en su habitación de una manera distinta.
En una empresa las normas y el orden crean un camino a seguir para todos los
empleados, mejoran la visión del conjunto de la empresa, ayudan a realizar los trabajos en
tiempo y forma, aseguran el cumplimiento de los horarios, aumentan la productividad,
ahorran tiempo y dinero, generan confianza, están alineados con los objetivos que la
empresa persigue, etc. Suficientes ventajas para pensar si debemos crear o no unas
normas y un orden adecuados dentro de la empresa. ¿NO CREES?
Las normas en la empresa y la familia
Las normas en la empresa se diferencian básicamente por ser más exigentes y
mucho menos permisivas que las de la familia. En la empresa necesitamos que todo
suceda de la manera establecida y que todos los componentes de la empresa hagan su
trabajo como se ha previsto. En la familia podemos ser menos exigentes y en muchas
ocasiones se incumplen las normas sin tener una consecuencia grave para el conjunto.
En la empresa familiar podemos encontrar la situación en la que el empresario no
ha establecido unas normas en la empresa y las normas que rigen el proyecto son aquellas
que rigen la convivencia en la familia. Estas normas se han establecido como las normas a
seguir por defecto, ya que no existe una diferenciación entre la casa y el negocio. Cuando
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϯϵ
la empresa está compuesta por los mismos componentes que conviven bajo el mismo techo
y que han compartido las vivencias del día a día, se puede cometer el error de creer que
aquellas normas que aplicamos a nuestra casa son las mismas que debemos aplicar en la
empresa, no haciendo una clara diferenciación entre familia y empresa. Para no caer en
este error el empresario deberá separar ambos mundos en su forma de aplicar las normas y
hacer que todos entiendan el porqué de esta diferenciación.
A la hora de comunicar las normas, que todo el mundo debe respetar en la
empresa, es condición importante que nosotros mismos creamos en ellas como premisa, ya
que seremos los primeros en cumplirlas y respetarlas, para que los demás también las
sigan y las respeten. Al comunicarlas tendremos que mostrar nuestro compromiso a la hora
de que estas normas sean respetadas por todos y cada uno de los componentes de la
empresa, aplicando las sanciones necesarias, si así fuera necesario, a aquellas personas
que no cumplan con lo que se establece. De este modo estaremos afirmando la importancia
en su cumplimiento, dejando ver que tenemos la determinación suficiente y demostrando
así nuestra capacidad de gestión y liderazgo sobre el proyecto que tenemos entre manos.
La actitud del empresario que cree en su proyecto y establece unas normas claras
difiere notablemente de la actitud del empresario que no sabe dónde va o lo que quiere con
su empresa, dejando que cada empleado interprete las normas de una manera distinta.
Cuando no somos capaces de establecer unas normas en la empresa todo se vuelve
mucho más difícil de gestionar, los empleados no hacen las tareas de la manera adecuada,
no controlamos el rumbo de la empresa y nos cuesta mucho trabajo mantener la
organización del conjunto. Es en estos momentos cuando el empresario empieza a renegar
de la empresa con frases que ya hemos comentado anteriormente: “esto no hay quien lo
controle”, “los empleados hacen lo que quieren” o “debería haberme buscado otra cosa”.
Como vemos los principales puntos de choque entre la familia y la empresa a la
hora de implementar unas normas adecuadas está en los hábitos que se traen desde la
familia, no pudiendo permitir que esos mismos hábitos sean los que se adopten en la
empresa.
El orden en la empresa y en la familia
Este importante aspecto en la empresa puede no tener casi importancia en la
familia y en muchas casas el orden es algo que más bien está ausente, pero esto no nos
impide vivir en familia.
Si la casa está desordenada, o no se mantiene el orden en la familia puede ser por
muchos motivos como falta de tiempo, desgana al llegar del trabajo, hábito aprendido de
nuestra niñez o cualquier otro motivo, pero definitivamente no afecta del mismo modo que
afectaría el desorden en la empresa. Si en nuestra casa el desorden es algo habitual y no
tenemos unas normas que nos obliguen a crear un orden, podemos caer en la tentación de
aplicar este mismo hábito y esta forma de vida a la empresa, algo que puede ser
catastrófico para los intereses de nuestro proyecto.
Para la empresa el orden es algo básico, que debemos aplicar dentro de nuestras
labores diarias y en todos los departamentos, hasta el último rincón de la misma. Es
necesario establecer los procesos que nos lleven a mantener el orden, de tal modo que
ϭϰϬ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
podamos controlar los elementos que forman la empresa, así como visualizar con claridad
todo lo que sucede, lo que tenemos y lo que necesitamos. Para la empresa el orden es una
herramienta imprescindible y aprender a utilizarlo es una de las más importantes armas a la
hora de gestionarla, porque nos ayuda a simplificar y facilita la gestión en toda su
dimensión.
Cuando hablamos de los empleados familiares y de sus hábitos a la hora de
gestionar el orden de la empresa, tenemos que tener claro que los hábitos que se han
aprendido en la familia estarán presentes en la empresa y será necesario luchar contra la
posibilidad de que no se cumpla el orden que establezcamos en la empresa. Como
cualquier otra labor, el empresario deberá empezar a crear el orden poco a poco, haciendo
que los empleados se vayan acostumbrando a respetarlo y comunicando con claridad el
motivo del trabajo que se demanda. Mantener el orden en la empresa exige un mayor
esfuerzo por parte de todos los empleados y ha de establecerse como parte indivisible de
las tareas a realizar en el día a día.
Aquellas familias que establecen unas normas claras sobre el orden en la casa y
que logran respetarlas son capaces de implementar el orden en la empresa de una manera
mucho más exitosa. Si somos capaces de enseñar a nuestros hijos a respetar este aspecto
desde la vivencia en la familia estaremos ganando tiempo a la hora de aplicarlo en nuestra
empresa familiar, además de que estaremos dándoles una educación que les servirá para
todo en la vida, el orden no solo se aplica a la empresa, se aplica a todo en la vida y
constituye uno de los aliados que nos pueden llevar a tener éxito en cualquier ámbito.
Del mismo modo que con las normas, el orden en la empresa se ve claramente
influenciado por aquello que vemos en nuestra vida familiar, siendo importante diferenciar
estos dos mundos para no caer en el error de aplicarlo del mismo modo.
Las normas y el orden son de las primeras en el listado de prioridades de cualquier
empresa y comprenden parte de lo básico dentro del establecimiento del proyecto para
poder crear una empresa sólida y con futuro. Las influencias negativas, que desde la familia
podemos tener a la hora de establecer unas normas y un orden adecuado, deben ser
evitadas. Los familiares tienen que acostumbrarse a entender la familia y la empresa como
entidades distintas en las que su comportamiento también tiene que ser distinto y el
empresario debe ser consciente de la importancia de su trabajo en este ámbito para
asegurar que las normas y el orden sean entendidos y respetados por todos los
componentes de la empresa.
“Organiza ese desorden si no quieres
desorganizar la organización”. Yo mismo
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϰϭ
Diferenciar las normas y el orden en la empresa y la
familia
Una manera fácil de entender esta diferencia entre la empresa y la familia es la de
imaginarse a cualquier empleado de cualquier empresa y aquello que tiene que hacer para
poder ser profesional en la empresa y parte de la familia en su casa.
Si nos imaginamos a una persona que acude al trabajo diariamente, esa persona
debe adecuarse a las normas que la empresa le exije y cumplir con el orden de las tareas
que está establecido en sus labores. Lo hace diariamente, durante todos los días que ac ude
a trabajar. Esta misma persona al volver a casa aplica aquellas normas que él mismo tiene
establecidas para su vida en la familia, que no serán las mismas que aquellas que existen
en la empresa en la que trabaja. Esta persona puede hacer una diferencia de los dos
mundos con claridad porque interpreta ambos mundos como totalmente distintos y ha
podido crear una imagen de cómo debe ser su actitud en cada uno de los momentos de su
día, en la empresa y en la familia.
Del mismo modo que este empleado, en cualquier empresa del mundo es capaz
de hacer esta distinción, nosotros como empresarios de una empresa familiar tendremos
que hacerlo y enseñar a nuestros familiares a que ellos también hagan esa distinción entr e
ambos mundos. El empresario familiar debe lidiar con los dos mundos y en los dos estarán
las mismas personas, pero puede explicar con claridad por qué necesita de ellos esas
diferentes actitudes cuando trabajan en la empresa y cuando conviven en la familia.
Otra importante experiencia para cualquier persona es la de trabajar para otra
empresa durante un tiempo, cuando un familiar ha trabajado para otra empresa y ha
interiorizado la experiencia de ir a un lugar donde se le exige un rendimiento adecuado y
donde su salario está asociado a un esfuerzo determinado, tiene un concepto mucho más
claro de lo que supone trabajar en una empresa y del respeto a las normas y al orden en la
misma.
El empresario familiar debe ser inteligente en este aspecto y considerar la opción
de que su hijo o familiar trabaje durante un tiempo para alguna empresa del sector, o para
alguien que no sea él mismo, obligando a la persona a ser responsable de su trabajo y
ayudando al mejor entendimiento de lo que supone trabajar para la empresa. Cuando el
familiar pueda entrar a trabajar en la empresa familiar podemos hablarle de su experiencia
anterior y exigirle una conducta y un rendimiento adecuado con las necesidades de nuestro
proyecto, algo que sin duda entenderá con más facilidad.
El establecimiento de las normas y del orden en la empresa familiar y sus
complicaciones derivadas de la vivencia en la familia, donde estas son menos estrictas,
puede ser superado siempre que el empresario adopte una actitud de compromiso con el
cumplimiento y control de las mismas y que sea consciente de ser el primero en
respetarlas. Si a esto le sumamos la distinción entre la empresa y la familia, como espacios
distintos, donde se deben tener actitudes distintas, el resultado será positivo para los
intereses de la empresa.
ϭϰϮ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
Normas y orden, empresa vs familia
Las normas de la casa no son las normas de la
empresa y debes entenderlo antes de hacer que los demás
también lo entiendan.
Crea unas normas adecuadas en la empresa y haz
que todo el mundo las respete, si no son respetadas aplica las
sanciones que debas y mantente firme al exigir su
cumplimiento. Sé el primero en respetarlas.
El orden en la empresa es muy importante a la hora de
gestionarla y dirigir adecuadamente su rumbo, no dejes que
este sea un punto olvidado en la empresa.
Si en la empresa no tienes claro qué normas aplicar y
cómo ordenar cada área estarás creando algo muy difícil de
gestionar y de controlar.
Recuerda no dejarte llevar por las emociones en este
apartado, en la familia eres el padre/madre, pero en la
empresa eres el empresario, la persona que tiene en sus
hombros la responsabilidad de que todo funcione
correctamente.
Transmite a los familiares las diferencias entre la
empresa y la familia y asegúrate de que todos entienden
por qué deben actuar de un modo distinto en la casa y en la
empresa.
No permitas que los hábitos de la familia se
implanten en la empresa y afecten a su funcionamiento.
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϰϯ
EMPRESA O VIVIENDA
En este apartado vamos a analizar las consecuencias que puede tener en la
empresa el hecho de no separar los espacios en los que trabajamos y vivimos y el modo de
evitar que se vean afectadas nuestras labores en la empresa si utilizamos lugares comunes
para vivir y trabajar.
En la empresa familiar es muy común encontrar zonas en las que se hace vida en
familia. Estas zonas no deben estar mezcladas con las zonas en las que realizamos nuestro
trabajo en la empresa y es importante que estén claramente separadas, al igual que lo
estaría una zona de descanso o de ocio dentro de la empresa. Mezclar estos espacios
puede provocar un malentendido en la actitud de los empleados y perjudica notablemente
nuestra gestión, así como el rendimiento de los empleados de la empresa.
Como ya hemos comprobado en los apartados anteriores es muy fácil confundir la
empresa y la familia en muchos aspectos y puede ocasionar problemas en la gestión, si a
esto le añadimos el inconveniente de utilizar los espacios de la empresa para la vida
familiar, estaremos creando un caldo de cultivo perfecto para que nuestra empresa sea un
completo desastre.
¿Por qué debemos separar los espacios?
Los espacios para los familiares dentro de la misma empresa, o las zonas de
descanso donde ver la televisión en las inmediaciones de donde se trabaja y en lugares
donde los empleados pueden vernos realizar actividades que no son específicas del
trabajo, pueden ocasionar problemas a largo plazo y siempre tienen como consecuencia las
malas interpretaciones y la pérdida de la tensión necesaria cuando estamos trabajando. Si
no diferenciamos claramente los espacios dentro de la empresa los empleados, incluidos
los familiares y el mismo empresario, pueden caer en la tentación de confundir el trabajo y
el descanso, mezclando ambas partes.
Cuanto mejor delimitada quede cada zona, mejor se establecerá el orden y el
compromiso por parte de los empleados, y mejores resultados obtendremos en la empresa.
Si separamos estos espacios de ocio a zonas totalmente independientes, donde aquellos
que trabajan no puedan ver a los que están en su rato de ocio, nos aportará una ventaja, ya
que la persona que está en su trabajo no tendrá distracciones, creando buenos hábitos en
todos los empleados.
El compromiso, la dedicación, la constancia y la concentración son valores
directamente relacionados con el éxito de la empresa y que dependen, en gran medida, de
la organización y de la relación mental que establecemos con el lugar donde normalmente
trabajamos.
Como un ejemplo sencillo podemos pensar en los momentos en los que teníamos
que estudiar para algún examen, estoy seguro de que todos nosotros teníamos
preferencias a la hora de elegir un espacio para poder concentrarnos adecuadamente en
ϭϰϰ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
las tareas, ya sea la biblioteca, el salón de la casa, la cocina y otras zonas donde no
podíamos estudiar porque no nos permitían permanecer concentrados durante mucho
tiempo. Esta asociación que hacemos con los espacios, cuando buscamos momentos de
concentración, es la misma que los empleados harán cuando estén en su lugar de trabajo,
teniendo efectos claramente visibles en su rendimiento y afectando a la empresa como
conjunto.
Cuando la empresa es la vivienda
Si mezclamos los espacios en los que trabajamos y vivimos, estaremos creando
confusión en la percepción que tenemos de ese espacio y nuestra actitud puede no ser la
adecuada para lo que realmente la empresa necesita, hablando en términos de esfuerzo y
concentración en el trabajo. La separación de los espacios nos ayuda a crear una clara
imagen mental de cada zona, ayudando a todos los componentes de la empresa, incluido el
empresario, a tener una visión más clara y de este modo asegurar un correcto y adecuado
ritmo de trabajo.
En muchos casos la empresa es a su vez la casa o dentro de la empresa existe un
espacio donde se hace vida familiar. Cuando tratamos de organizar una empresa debemos
someter a los individuos a unas normas mucho más estrictas que las normas que se tienen
dentro de la familia y nos preguntaremos: “¿cómo es posible que convivan en el mismo
espacio normas distintas sin causar problemas?”.
La única solución es separar estos dos espacios de una forma clara, visualmente y
espacialmente hablando. Cuando entremos y cerremos la puerta debemos sentir que
estamos en otro lugar, en un espacio distinto y es importante que ese espacio no sea de
tránsito hacia otra zona de trabajo, ya que se pierde la concentración y la tensión necesaria
al cruzar el espacio de la familia, sobre todo si los empleados tienen que pasar por esa
zona para poder seguir realizando sus labores.
Si diferenciamos los espacios de trabajo, de la familia y de descanso como
espacios distintos evitaremos confusiones en la interpretación y mejoraremos el rendimiento
de nuestra empresa. En el caso de estar trabajando desde casa o de que la casa forme
parte de la empresa tenemos que hacer el esfuerzo de crear una zona específica donde
desarrollaremos las labores del trabajo.
Si vivimos dentro de la misma empresa es fácil que se mezclen las cosas de la
casa y de la empresa, como pueden ser los artículos de uso diario: ropa, comida, libros,
etc., y lo que muy problablemente ocurra es que la falta de orden y normas de la casa
terminen pasando sin darnos cuenta a la empresa, al identificar ambos espacios como el
mismo. Esto dificulta enormemente la labor de gestión de la empresa y la correcta
aplicación de las normas y el orden en la misma.
Separar los espacios es esencial en la empresa familiar y sobre todo si la empresa
y la familia conviven bajo un mismo techo.
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϰϱ
Delimitar las zonas y dejar claras las normas hace de la
empresa una verdadera empresa.
En empresas grandes, donde hay muchos empleados
trabajando, existen zonas de descanso especiales, donde los
empleados pueden descansar sin tener que molestar a los demás.
En un pequeño local, donde no existe mucho espacio para
poder maniobrar, en muchas ocasiones existe un pequeño cuarto
o zona de descanso, donde los empleados se permiten el lujo de
sentarse, leer algo y desconectar de lo que estaban haciendo. La
zona de descanso también puede estar delimitada con biombos,
siempre que no sea accesible por el público.
Algún ejemplo en el que la familia y el negocio se vuelven
uno, puede ser el caso de utilizar tu casa como negocio. Aun así
los espacios de trabajo y familia deben diferenciarse. Si la casa es
un pequeño hostal o alquilas alojamiento, todo el conjunto se
verá afectado por las normas de la empresa.
Imaginemos que nuestra casa está dentro del mismo espacio donde se desarrollan
las labores de la empresa y que estamos acostumbrados a dejar, por los espacios de la
empresa, nuestras cosas personales como ropa, revistas, juguetes, cosas de uso diario.
Cuando sucede esto estamos causando una confusión que puede afectar a otras personas
que trabajen dentro de la misma empresa o a nuestros clientes, complicando aún más el ya
complicado proceso de establecer unas normas y un orden adecuado en la empresa.
Además de complicar el proceso, cuando los lugares de ocio o de convivencia
familiar están dentro de la misma empresa podemos descuidar la tensión en las horas de
trabajo y perder mucho tiempo que no está justificado. El simple hecho de tener esa zona
en medio de nuestra zona de trabajo es una excusa perfecta para relajarnos y no hacer lo
que debemos en medio de nuestro horario laboral, algo que no se permitiría en cualquier
otra empresa. Si supieras el tiempo y el dinero que ahorrarías al establecer una distinción
clara entre los distintos espacios, no dudarías en hacer lo necesario para adecuar los
espacios y que no causen problemas a la empresa en el futuro.
Si no quieres que los empleados reciban señales equivocadas de lo que quieres y
de lo que la empresa necesita, no emitas señales erróneas y deja claro, en todos los
aspectos, cuál es la forma de trabajo y de organización en cada rincón de la misma. La
separación de los espacios ayuda a proyectar una imagen correcta de lo que la empresa
necesita y promueve la concentración y el adecuado rendimiento, siendo un aspecto que
ayuda enormemente a la gestión de la empresa.
ϭϰϲ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
Empresa o vivienda en resumen
Las zonas de descanso y trabajo deben estar delimitadas
claramente y es mejor que estén separadas
espacialmente.
Si dentro de la empresa viven personas de la familia,
deben respetar los demás espacios y no deben dejar cosas
personales en zonas de la empresa. Ej.: ropa, comida,
libros, etc.
Si mezclamos zonas de trabajo y descanso estaremos
creando una distracción a aquellos que trabajan.
Si la casa y la empresa están en el mismo espacio
deberemos aplicar las normas de la empresa a la casa.
Si necesitas hacer una pequeña inversión para separar
claramente los espacios de trabajo y ocio, o la vivienda
de la empresa no dudes en hacerlo, aportará mucho a la
empresa y conseguirás una mejor imagen.
Recuerda que la influencia de los espacios en el
rendimiento de las personas es algo comprobado y debemos
utilizarlo para el beneficio de nuestra empresa, no para lo
contrario.
“Lo posible ya lo hice. Lo imposible lo estoy
logrando. Para milagros me estoy
organizando”. Anónimo
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϰϳ
EMPRESA - FAMILIA - PROPIEDAD
Cuando pasamos a analizar todo el entramado de relaciones que se producen
entre los familiares y la empresa debemos tener claro cómo diferenciar a unos y otros para
poder así entender mejor sus derechos, obligaciones y deberes con la empresa.
Este análisis fue realizado con gran acierto por John Davis y Renato Tagiuri en un
gráfico que muestra las distintas relaciones que pueden existir entre los componentes de la
familia, la empresa y la propiedad. Este gráfico es llamado “El modelo de los tres círculos”.
En él podemos encontrar las diferencias entre los componentes de la empresa
familiar, donde a la empresa y la familia sumamos el tercer componente de la propiedad,
como parte indivisible del conjunto.
El grupo 1 estaría formado por los trabajadores no familiares, aquellos que forman
parte del grueso de la empresa y que su relación con la familia es la que puede tener un
empleado en cualquier empresa. En este grupo también puede haber directivos o puestos
de responsabilidad. La relación de este grupo con la familia es la de relación profesional al
ser un empleado de la empresa.
El grupo 2 lo forman los familiares que no son empleados de la empresa y que no
tienen acciones o parte de la propiedad de la empresa. Para este grupo la pertenencia a la
familia es solamente una parte de su vida y pueden no estar muy interesados en la
empresa familiar, pudiendo tener su propia vida o sus propias iniciativas personales.
El grupo 3 está compuesto por aquellos accionistas, socios externos o
propietarios que no son familiares y que no trabajan en la empresa, para estas personas la
ϭϰϴ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK
única vinculación que les une a la familia es el mero interés económico de recibir su
porcentaje de beneficios en el momento del reparto. Normalmente no suele darse la
situación de los accionistas no familiares en la pequeña empresa familiar, pero puede darse
el caso si la empresa se lanza a una aventura con socios externos.
El grupo 4 es el formado por aquellas personas que teniendo parte de las
acciones de la empresa forman parte del conjunto de trabajadores de la misma, pudiendo
desarrollar cualquier labor en la organización. Las personas que pueden pertenecer a este
grupo son realmente escasas y algunos de los ejemplos podrían ser empleados que han
estado desde el comienzo de la empresa y con los que la familia ha querido tener una
mención especial, ofreciéndoles acciones de la empresa. También puede suceder que
algunos de los empleados hayan invertido en acciones de la empresa pasando a formar
parte del accionariado y en consecuencia de la propiedad de la misma.
El grupo 5 está formado por los familiares trabajadores que no son propietarios o
no tienen acciones. Este grupo de empleados familiares suele ser el más numeroso en la
empresa familiar, donde muchos componentes de la familia terminan trabajando ya sea por
que desean aportar algo o porque el empresario decidió darles una oportunidad dentro de la
organización. De este grupo de personas normalmente suele salir aquel que sucederá al
empresario y por este motivo es importante que sean capacitados y aprendan a llevar la
gestión de la empresa, siempre que sea posible. En el caso de la persona elegida para la
sucesión tendrá que aprender sin excepciones.
El grupo 6 corresponde a los familiares que no trabajan en la empresa pero tienen
parte de la propiedad o las acciones. En este caso estas personas tendrán derecho a saber
qué pasa con la empresa, a tener información sobre las decisiones que se van a adoptar y
tendrán derecho a opinar sobre estas, aunque no podrán tomar decisiones en la gestión
diaria. Los familiares que solo poseen acciones normalmente son accionistas por
casualidad más que por decisión y en muchos casos corresponde a herencias con las que
se encontraron por formar parte de la familia empresaria.
Finalmente el grupo 7 es el compuesto por los familiares que trabajan en la
empresa y que son propietarios, normalmente corresponde al fundador de la empresa y su
cónyuge, aunque en la siguiente generación puede ser que más de uno tenga este mismo
estatus, pudiendo compartir el mando de la empresa en la directiva. En la empresa familiar
el fundador o líder del proyecto es el que normalmente tiene esta posición.
¿Para qué nos sirve esta diferenciación?
Esta gráfica nos ofrece una mejor visión del conjunto de los familiares y
dependiento del grupo al que pertenecen podemos entender con más claridad los derechos,
deberes y obligaciones que tienen sobre la empresa. Teniendo como referencia lo anterior
diremos por ejemplo que:
Un familiar no empleado y que no tiene acciones de la empresa no tiene derecho a
decidir sobre el futuro de la empresa, aunque puede formar parte del consejo
familiar, en el que se discutirá el futuro de la misma.
Un familiar no empleado pero accionista de la empresa puede exigir resultados,
además de tener derecho al reparto de beneficios anual, si existe.
Ξ^dZKKKϮ͘&D/>/s^DWZ^ϭϰϵ
Un familiar empleado que no tiene acciones en la empresa es un empleado más
que debe cumplir con los requisitos de su trabajo y al que el empresario deberá
exigir el mismo rendimiento que al resto de empleados.
Los familiares que no trabajan en la empresa y que no poseen acciones de la
misma deben tener respeto por lo que se hace en la empresa y deberán aceptar
las decisiones que se van tomando en el día a día de la empresa.
El matrimonio también es una pieza fundamental en la empresa familiar y la
separación de bienes o los bienes gananciales “compartidos” también hace la
diferencia y puede tener distintos acercamientos a la hora de tratar los intereses de
la empresa.
Cuando nos referimos a la pequeña empresa familiar y al pequeño negocio estas
separaciones en las relaciones de las personas con la empresa, sus derechos, deberes u
obligaciones parecen no tener mucho sentido, ya que son solo un pequeño grupo de
individuos que trabajan en común. Pero cuando la empresa crece y cuando pasa a manos
de otras generaciones es importante saber dónde se encuentra cada uno y de qué manera
interactúa con la empresa. También es importante saber la relación que como familiares
tenemos con la empresa familiar para no crear falsas expectativas, hábitos que no
corresponden con la realidad o confusión en la manera de interactuar entre ellos.
Cuando no se tiene claro desde un primer momento nuestra posición como familiar
en todo el conjunto, se piensa que somos individuos con derechos sobre la empresa y es
ahí cuando podemos ver a familiares que se entrometen en las labores de gestión del
negocio sin tener por qué hacerlo, que exigen que se tomen decisiones en uno u otro
sentido y dan opinión obligando a que se apliquen sus puntos de vista. O mucho peor es
cuando un familiar por derecho, pero no por consanguineidad, como puede ser el marido o
mujer de algún hermano, comienza a opinar y exigir sobre las labores de gestión de la
empresa sin ser empleado de la misma, algo que podemos entender y explicar de un mejor
modo, siempre que tengamos a mano este esquema donde podemos diferenciar hasta
dónde llegan las responsabilidades, derechos y deberes de cada familiar.
Dejar claro este punto entre los familiares nos evita muchos problemas en el
desarrollo del proyecto y allana el camino para la persona al cargo. De este modo podemos
evitar que algunos familiares se entrometan, los comentarios fuera de lugar o las creencias
que no tienen fundamento. Definitivamente nos ayuda a gestionar con más facilidad la
empresa familiar.
ϭϱϬ>DWZ^&D/>/Zz>WYhHKE'K/K Ξ^dZKK

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR