El fútbol del milenio: a propósito del mundial, de la sociedad y de la vida bajo una mirada caleidoscópica - Ganar sin ganar. Nación e identidad en la selección de fútbol de Colombia - Libros y Revistas - VLEX 850927901

El fútbol del milenio: a propósito del mundial, de la sociedad y de la vida bajo una mirada caleidoscópica

AutorAndrés Dávila Ladrón de Guevara
Páginas131-151
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El fútbol está en sintonía con los fenómenos y procesos
que afectan el acontecer social, se nutre de ellos y se
adapta a ellos. Por decirlo con metáforas, ha evolucio-
nado a la par del capitalismo y ha seguido sus rutas de
expansión y crecimiento. Como juego es hoy, también,
un fenómeno globalizado, no cabe duda. Ha seguido,
también, las rutas del proceso civilizatorio.
Mundial, mundial
El 10 de junio arranca, de nuevo, el mundial de fútbol.
El último mundial de este bendito siglo que no quiere
terminar sin nuevos acontecimientos para el olvido.
Han pasado los cuatro larguísimos años
que ritualmen-
te hay que dejar pasar entre una y otra celebración, en
los cuales,
los dos primeros fueron la imagen del
vacío
dejado por la celebración previa
tan esperada y tan
raudamente vivida y los dos segundos estuvieron atados
a las eliminatorias, a los clasicados, al sorteo, a los
preparativos, y a esa larga, larguísima espera, que hay
de aquí al anhelado día de la inauguración. El fútbol se
apresta, una vez más, a concitar la atención casi tot al
de las sociedades durante algo más de 30 días, sin
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Ganar sin ganar
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importar guerras, desastres, el fenómeno del Niño, las
amenazas a Irak, los escándalos sexuales de Clinton o
los varios procesos de la paz y de la guerra que se viven
en muchos países del mundo. Sin importar, siquiera, si
el país de uno est á clasicado, aunque la vivencia de
unos y otros sea bastante diferente.
Este año, además, hay 32 equipos,
64 partidos, tres
semanas largas de
partidos sin interrupción, con dos, tres
y hasta cuatro juegos por día. Hay varias sedes, seis grupos,
más representantes de todas partes de Europa, por ser Europa
y
de América por ser
América, y así con cada uno de
los
continentes que ahora tienen un número más alto
de representantes. La
dinámica mundialista, con todos
sus componentes y asuntos complementarios, parece
estar al margen o en
una dimensión diferente a la que
contiene el acontecer social. No es que no
la inuya ni
que esté totalmente ajena a lo que allí sucede, pero sí
logra aislarse y generar su propio sentido e identidad,
hasta que la esta concluya y miles de millones que-
demos vacíos de fútbol, tratando de hallarle sentido a
nuestras cotidianidades. Otros, algunos otros, regresarán
de su ostracismo y su neurosis y se sentirán satisfechos
de ser nuevamente reconocidos, tras un mes, por lo
menos, de no ser atendidos para nada ni por nadie, ante
la asxiante presencia del fútbol. Al protagonismo del
mundial no se le interpondrá ni lo trascendente ni lo
serio ni lo importante ni lo absurdo, ni lo nimio ni lo
fútil. Ni los dramas de la realidad real, de la pobreza
y de la marginación crecientes, como tampoco los
procesos difíciles de sociedades complejas y fragmenta-
das. Mucho menos, ningún otro espectáculo, deporte,
acontecimiento artístico o social que se quiera llevar a
cabo en ese mes. Algunos eventos académicos, siempre
la nacon bajo un uniforme.indd 132 20/09/19 11:04 a. m.

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