Gaceta del Congreso del 17-10-2013 - Número 834PL (Contenido completo)
Fecha de publicación | 17 Octubre 2013 |
Número de Gaceta | 834 |
GACETA DEL CONGRESO 834 Jueves, 17 de octubre de 2013 Página 1
P R O Y E C T O S D E L E Y
IMPRENTA NACIONAL DE COLOMBIA
www.imprenta.gov.co
SENADO Y CÁMARA
AÑO XXII - Nº 834 Bogotá, D. C., jueves, 17 de octubre de 2013 EDICIÓN DE 52 PÁGINAS
DIRECTORES:
REPÚBLICA DE COLOMBIA
RAMA LEGISLATIVA DEL PODER PÚBLICO
S E N A D O D E L A R E P Ú B L I C A
JORGE HUMBERTO MANTILLA SERRANO
SECRETARIO GENERAL DE LA CÁMARA
www.camara.gov.co
GREGORIO ELJACH PACHECO
SECRETARIO GENERAL DEL SENADO
www.secretariasenado.gov.co
G A C E T A D E L C O N G R E S O
I S S N 0 1 2 3 - 9 0 6 6
PROYECTO DE LEY NÚMERO 123 DE 2013
SENADO
por medio de la cual la Nación se asocia al Ses-
quicentenario del Natalicio del compositor Pedro
Morales Pino 1863 – 2013, honra la memoria y se
dictan otras disposiciones.
El Congreso de Colombia
DECRETA:
Artículo 1°. La Nación se asocia a la celebración
de los 150 años del natalicio del compositor Pedro
Morales Pino en el municipio de Cartago, departa-
mento del Valle del Cauca.
Artículo 2°. (VWDEOp]FDVHR¿FLDOPHQWH ODUHDOL-
zación del festival de Música Andina Colombiana
Pedro Morales Pino, en el municipio de Cartago
– Valle, evento que se llevará a cabo anualmente
del 22 de febrero hasta el 4 de marzo de cada año,
presidido por la Junta Municipal Sesquicentenario.
Artículo 3°. El Gobierno Nacional, a través del
Ministerio de Cultura, respaldará, apoyará y hará
parte integral de la Junta Municipal del Festival de
Música Andina Colombiana Pedro Morales Pino a
¿QGH FXPSOLUFRQHOREMHWR GHODFRQPHPRUDFLyQ
como aporte a nuestros ancestros culturales y artís-
ticos nacionales.
Artículo 4°. El Gobierno Nacional a través del
Departamento de la Prosperidad Social, respaldará
la adecuación, remodelación y reinauguración del
parque de la Música que lleva el nombre del ilustre
compositor Pedro Morales Pino, ubicado en la ca-
rrera 4° con calle 8° de la ciudad de Cartago; me-
diante proyecto que la Alcaldía Municipal, presente
para su ejecución.
Artículo 5°. Deléguese a la Asamblea Departa-
mental del Valle del Cauca, para que mediante Or-
denanza, establezca la estampilla Pro Cultura del
Festival de Música Andina Colombiana Pedro Mo-
UDOHV3LQRGHPDQHUDSHUPDQHQWHD¿QGHUHFDXGDU
recursos económicos necesarios para mantener viva
la memoria patrimonial colombiana.
Parágrafo 1°. Los recaudos ordenados en la pre-
sente ley, serán consignados en cuenta especial que
ordenará la Junta Municipal establecida mediante
el Acuerdo número 014 del 13 de junio de 2012,
que conmemora y crea el festival de música Andina
Colombiana Pedro Morales Pino.
Parágrafo 2°. La tarifa contemplada en la pre-
sente ley, no podrá exceder del cero punto dos por
ciento (0.2%) del valor total objeto del gravamen de
los contratos de obra e infraestructura del departa-
mento del Valle del Cauca.
Artículo 6°. La presente ley rige a partir de la
fecha de su publicación y deroga todas las disposi-
ciones que le sean contrarias.
Guillermo Antonio Santos Marín.
Senador de la República.
EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
La música produce una especie de placer, sin el
que la naturaleza humana no pueda pasarse.
Confucio.
Pedro Morales Pino:
Nació este genio de la música y el dibujo de re-
levantes dotes, en Cartago, en el actual territorio del
Valle del Cauca “el 22 de febrero de 1863”, en una
modesta casa pajiza del barrio que por aquel en-
tonces se denominaba “Patía” situado de conformi-
dad con la nomenclatura actual, en la carrera 6ª con
calle 7a. Fueron sus padres Don Ramón Morales y
Doña Bárbara Pino, cartagüeños, gente pobre y sen-
cilla, dedicada al trabajo honesto.
Su infancia transcurrió en un ambiente de hu-
mildad por lo cual se desempeñó como vendedor
de dulces, lo que le permitió conocer a trovadores
y cantantes de quienes aprendía trozos musicales.
Página 2 Jueves, 17 de octubre de 2013 GACETA DEL CONGRESO 834
Un día Pedro trabó amistad con otro muchacho
casi de su edad, llamado Alcides Vicuña, y con este
empezó las primeras incursiones musicales, con la
asesoría de Don Santos Cruz, ejecutantes al oído.
Como era necesario iniciar la educación del
niño, sus padres lo matricularon en 1781 en una es-
cuela que regentaba Don Joaquín Antonio Durán en
el local que hoy ocupa la escuela Mercedes Abrego
lo que fue de corta duración porque esos días los
padres de Morales Pino resolvieron trasladarse du-
rante el tiempo que duro el deambular de los niños
Morales Pino y Vicuña en Cartago, no escatimaron
ocasión para ser contacto con los músicos del lugar,
así aprendieron los primeros rudimentos de tiple y
bandolín. Adquirieron un tiple por quince reales, en
la tienda de Mercedes López y en asocio de San-
tos Cruz formaron un grupo Musical con Bonifacio
Millán, Adolfo Ortiz y Francisco Millán.
Un día el precoz artista llega a las puertas de la
casa de Don José María Hoyos, y este maestro des-
pués de oír a Pedro, resolvió iniciar sus enseñanzas
de solfeo, lo mismo que dictarle clases de dibujo,
que más tarde completaría con el maestro Ricardo
Acevedo Bernal, en Bogotá.
El maestro Hoyos tenía avanzados conocimien-
tos en la música y dominaba varios instrumentos:
Piano, órgano, clarinete y algunos de cuerda. El
violín lo ejecutaba con insuperable maestría.
Contaría el pequeño artista 13 años cuando
VXVSDGUHV ¿MDURQVXUHVLGHQFLDHQ ,EDJXp3DUDHO
maestro José María el viaje de su amado discípu-
lo le causó pena y resolvió organizar viaje con la
familia Morales Pino, en la capital del Tolima, en
donde permaneció cerca de cuatro meses. Durante
ese lapso fue incansable en la enseñanza de Pedro y
cuando regresó a Cartago lo dejó con muy buenos
y sólidos conocimientos musicales. El genio del
maestro hoyos quedó plasmado en su mejor alum-
no, quien dijo que su vida de artista se la debía al
maestro José María Hoyos.
La presencia de Morales Pino no tardo en descu-
brirse. Los músicos del Tolima iban con frecuencia
a donde la señora Bárbara en busca de Pedrito para
TXHOHVDFRPSDxDUDHQ VHUHQDWDVR¿HVWDVVRFLDOHV
La madre asedia siempre con la condición que no le
fueran a dar aguardiente.
Una noche Pedro pasó por la casa del maestro
Sicard, músico y compositor de ancestro Italiano,
quien en ese momento se ocupaba con su orquesta
en pulir una obra suya de carácter clásico. Pedro
la escuchó con suma atención y posteriormente la
reprodujo en su bandolín con bastante perfección.
Posteriormente el maestro Sicard pasaba fren-
te a la casa de Morales Pino y ocasionalmente el
muchacho tocaba la obra que él no había publicado
aún.
Intrigado se hizo reconocer y pregunto a Pedro
donde Había aprendido esa obra “La oí tocar a su
orquesta y me la aprendí” fue la respuesta del pe-
queño artista. Sicard comprendió en el acto que es-
taba al frente de un talento musical de gran magni-
tud, y queriendo apoyar el niño escribió a un her-
mano suyo que vivía en Bogotá, de nombre Adolfo,
hombre de letras, informándole del caso y solicitán-
dole ayuda para el muchacho que ya contaba con
15 años.
No demoró Adolfo en contestar en carta dirigida
a la madre de Morales Pino, en la cual le pedía dejar
ir al niño a Bogotá para su educación musical que
posteriormente terminaría en Italia.
En Ibagué Morales Pino se desempeñó como di-
bujante, es así que su primer dibujo fue una foto-
grafía de la señora Pérez de Sicard la cual le abrió
la puerta para que se desplazara a Bogotá a seguir
sus estudios de Dibujo en la academia de Alberto
Urdaneta.
Al cabo de un tiempo sorprendió a su maestro
con un retrato de su esposa, y él viendo la perfec-
ción de la obra comenzó los contactos para enviarlo
a Europa, lastimosamente por cuestiones de política
solo quedó en un simple proyecto.
Instalado como alumno de la Escuela Nacional
de Música en Bogotá, que fundó Jorge Wilson Price
el dos de marzo de 1882, el artista se entregó de
lleno al estudio de la Armonía, la Composición, y la
Estética Musical, teniendo en esta etapa clásica de
su educación, como profesor al Chapín (julio Que-
vedo) y a Santos Cifuentes. Ante la admiración de
profesores y compañeros de estudio, Morales Pino
terminó los estudios que lo capacitaron para el cul-
tivo de la música clásica y se dedicó a la compo-
sición no habiendo abandonado el dibujo del cual
dependía parte de su subsistencia.
A la edad de 20 años resuelve lanzarse de lleno
ante el público con sus obras “Lunares, Horas de
Campo” y además, danzas, pasillos, bambucos, que
hacían vibrar de emoción a la gente de Bogotá, ha-
ciendo fama que extendían como reguero de luces
por todos los ámbitos de Colombia.
En 1886 con Rafael Riaño y Pizarro conforma-
ron el trío colombiano, cuyos instrumentos fueron
Bandurria, Tiple y guitarra así el maestro Morales
alternó la música con el dibujo combinando presen-
taciones con exposiciones de arte pictórico y dibu-
jo. Organiza su primer conjunto orquestal que de-
nominaba “Lira Colombiana” bajo su dirección y
conformada con los mejores músicos de su tiempo,
se nombra entre otros a Julio Valencia (padre del
insigne Antonio María Valencia). Allí ya se usaba
el antiguo bandolín, instrumento que Morales Pino
transformó en la bandola de hoy, mediante la intro-
ducción del sexto orden del fa sostenido.
En 1898 consolidó el grupo musical Lira Co-
lombiana conformado entre otros por Gregorio Sil-
va, Silvestre Cepeda, José Gregorio Martínez, Julio
Valencia quienes realizaron varias presentaciones
en el teatro Maldonado interpretando pasillos bam-
bucos y torbellinos. Es digno de destacar que el
maestro Morales Pino estructuró muy bien las tona-
das del pasillo y el bambuco.
Por decisión del maestro Morales Pino, en su
calidad de director de Lira Colombiana, realizaron
una gira en ciudades y municipios como Girardot,
Honda, Puerto Berrio, Medellín, Manizales, Carta-
go y Cali, ciudad en la que recibió el 22 de julio de
1899, un merecido homenaje por su contribución
musical representado en una medalla de oro y un
GACETA DEL CONGRESO 834 Jueves, 17 de octubre de 2013 Página 3
pergamino. Tiempo después y al sobrellevar varias
circunstancias difíciles, se dirigió con su grupo a
Panamá, Costa Rica, Salvador, Guatemala y el 4 de
julio de 1902, se presentaron en Nueva York, con
motivo de la Independencia de Estados Unidos, en
donde brindaron despliegue del folclor colombiano
con la interpretación de las obras “Los Lunares y el
Chispazo”.
Aproximadamente en el mes de octubre de 1899
llegó Morales Pino con la Lira Colombiana a Car-
tago, que desde hacía días lo esperaba con natural
impaciencia.
Era ya un apuesto joven de 36 años. La ciudad se
movilizó para recibir a su hijo y su orquesta.
En 1905 contrajo matrimonio, en Guatemala,
con la destacada pianista Francisca Llerena Lam-
bour, con quien regreso a Colombia en 1912, junto
con sus tres hijas, para nuevamente fundar la Lira
Colombiana con el eslogan “Lira Colombiana Toca
bien o no toca”, realizando su primera presentación
en el teatro Municipal.
Después del lamentable fallecimiento de su es-
posa, se dirigió a Guatemala junto con sus hijas,
en donde vivió por un corto tiempo, debido a las
consecuencias que produjo el terremoto de ese país.
En 1916, el músico enviudó y resolvió radicarse
en Guatemala. En el terremoto en 1917 lo perdió
todo y regresó a Bogotá.
1917, por tanto nuevamente regreso a Colombia,
en donde realizó conciertos de gran éxito junto con
su hija Rebeca.
Participó en el Concurso Nacional de Música,
del cual fue ganador en 1925.
Pobre y enfermo, se dedicó a dibujar retratos al
crayón y para medio sobrevivir tuvo que empeñar
valiosas condecoraciones otorgadas por distintos.
En sus últimos años se dedicó a la enseñanza
particular hasta el día “4 de marzo de 1926”, ante
su delicado estado debieron internarlo en la ca-
ridad del Hospital San José, de allí lo sacaron el
pintor Ricardo Acevedo Bernal y el fotógrafo Juan
Gómez para llevarlo a su humilde casa, fecha en
la que falleció el genio cartagüeño, murió en con-
diciones de pobreza, acompañados por sus hijos y
los pocos amigos, por tanto el Gobierno del Pre-
sidente Pedro Nel Ospina, tuvo que sufragar los
gastos del sepelio.
El Conservatorio de Música de Cartago lleva el
nombre de Pedro Morales Pino, como homenaje
permanente a la memoria de quien fue uno de los
más ilustres hijos de la ciudad.
La obra del maestro Pedro Morales Pino, está
comprendida por pasillos, Valses, Tangos, Bambu-
cos, entre otros aires, los cuales fueron expresados
en temas como: “Lejos de Ti, Cuatro Preguntas, Ya
Ves, Fusagasugueño, Nunca Mía Serás, Trigueñita,
Tierra Mía, Negra, Ojos Negros, Aura, Blanca, Es-
quiva, Lira Colombiana, Divagación, Onda Fugaz,
Andina, Cautiva, María Luisa, Sara, Retorno, En-
cantado de Verte, La Madrileña, Penumbra, Colom-
bia, Volutas, Lejanía, Pierrot, Joyeles, Isabel, Pauli-
na, Aquí Estoy, Vida Bogotana, Voces de la Selva y
numerosas piezas para orquesta.
EL IMPACTO DE LA OBRA MUSICAL
DE MORALES PINO
“La generación centenarista de músicos…, en-
frascada en un discurso nacionalista que llegó a tener
ribetes de cruzada entre 1920 y 1940, encontró en
el trabajo de Morales Pino el ejemplo paradigmático
de sus empeños. En Morales Pino vio el origen y el
camino de la música nacional. El nombre del com-
positor era ya leyenda antes de morir, hasta el punto
de que algunos prácticamente olvidaron la música
nacional anterior a sus composiciones, y el conjunto
tipo estudiantina empleado por Morales Pino se im-
puso como el “correcto y tradicional” para tocar los
aires andinos del país…”
Su creador puso a los colombianos a escuchar
música tradicional en situación de concierto, tocán-
dola con la misma exigencia técnica de la música
clásica, y trasladó con acierto los aires nacionales
a partituras de conjunto realizando versiones de
los mismos con base en las reglas universales de la
composición”.
“…inteligentemente decidió suplir la escasez de
violines en la capital con la bandola, un instrumen-
to más afín a aquellos que el pistón (instrumento de
metal), y mejoró de manera considerable el nivel de
las polkas, pasillos y valses locales, no sólo en su
contenido musical sino en su ejecución. No hay duda
de que las ideas musicales de Morales Pino marcaron
en forma importante el devenir de la música colom-
biana, si bien siempre dentro del ámbito de la música
popular”. LA BANDOLA
Se denomina “Bandola Colombiana” por la lo-
FDOL]DFLyQJHRJUi¿FDGRQGHVHGHVDUUROOy\GRQGH
actualmente se interpreta el instrumento, corres-
pondiente a la zona de departamentos surcada por
la cordillera de los andes, también llamada Región
Andina Colombiana y compuesta por los siguien-
tes departamentos: Antioquia, Boyacá, Caldas,
Cauca, Cundinamarca, Huila, Nariño, Norte de
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba