Glosario
| Autor | Miguel Ángel Gómez Mendoza |
| Páginas | 143-154 |
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GLOSARIO
Contrato didáctico. Sugiere el carácter explícito de la creación de una situa-ción que involucra a varias personas. Un contrato está irmado deliberadamen-te por diferentes partes. En el contrato didáctico se construye una relación que determina lo que cada una de las partes, el profesor y el estudiante, tendrá la responsabilidad de gestionar o administrar y como cada uno será responsable frente al otro. Se construirá, entonces, entre enseñante y enseñado una serie de expectativas más o menos recíprocas que entrañaran y legitimarán ciertos comportamientos.
Devolución. Actividad que en el proceso pedagógico y didáctico va en una dirección inversa para que el saber sea pensado personalmente por el estudiante; la devolución debe integrarse a la actividad de pensamiento personal o individual. Cuando se presenta una devolución, hay un aspecto de aprendizaje que se realiza bajo una forma, se puede decir, adidáctica (o “desdidactizada”), que ubica al estudiante frente a situaciones en las cuales él debe ser capaz de adquirir un saber a través de las interacciones con el medio determinado al cual está confrontado. Es -en y por esta posibilidad de adaptar y/o producir las devoluciones en una situación compleja e inesperada- que se llevará a cabo realmente la apropiación de los conocimientos.
Didáctica. El término “didáctica” proviene del griego didaskein (repetir, enseñar) y de didascalos (el enseñante, el repetidor). Los especialistas o investigadores de la didáctica estudian las condiciones de transmisión y de adquisición de los saberes en sus particularidades disciplinares y a través de sus sistemas de enseñanza. En otros países, el término es asociado a los métodos de enseñanza (Ale-mania, Países Bajos, España), o a las estrategias y los métodos de trabajo (países anglosajones). Se habla de didácticas, en plural; la didáctica de una disciplina estudia los fenómenos especíicos de su enseñanza, las condiciones de la trans-misión asociados al orden o forma escolar y a las condiciones de su adquisición de conocimientos. La didáctica (en singular) puede indicar un campo teórico deinido por las investigaciones en ese campo, o plantear la cuestión de una didáctica general como componente o elemento de la acción pedagógica. La didáctica de una disciplina estudia los procesos de transmisión y de adquisición relativos al campo especíico de esta disciplina y relaciona los prerrequisitos o requerimientos previos necesarios para los nuevos aprendizajes, en coherencia con la madurez cognitiva del aprendiz (alumno y estudiante, entre otros) y a las concepciones asociadas con los campos conceptuales.
Disciplina. Disciplina escolar/Disciplina universitaria. La disciplina en la escuela y en la universidad escolar aparece a comienzos del siglo XIX; sustituye a los “cursos”, a la “materia”, por sistematización de los saberes enseñados. Desig-
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Enseñar en la universidad María Victoría Alzate • Miguel Ángel Gómez • Martha Arbeláez
na la manera del buen orden escolar, la vigilancia o policía de los establecimientos educativos, la represión de las conductas censurables. La disciplina es progresivamente asociada a la manera de disciplinar la mente, un trabajo ordenado según las reglas y los métodos seguros, el orden de la regla de los estudios. Por extensión, la disciplina es también un campo de saber abordado o estudiado en la escuela y la universidad, es decir, una disciplina escolar y una disciplina universitaria. Si las disciplinas escolares están asociadas a las disciplinas universitarias, del saber-sabio al saber-enseñado, el proceso no es un efecto simple de transmisión o vulgarización, sino un proceso axiológico (valores que se dan en los saberes que se deben enseñar) y un proceso didáctico (la transposición didáctica), de traducción y producción textual. Se destaca que ciertas disciplinas, tales como la gramática o más recientemente la tecnología, son de origen escolar y no universitario. Una disciplina escolar y una disciplina universitaria son, entonces, una construcción social que organiza un conjunto de contenidos, de dispositivos, de prácticas, de herramientas (entre ellas, el libro de texto esco-lar y el libro de texto universitario) articuladas a los ines educativos, con miras a su enseñanza y a su aprendizaje en la escuela y la universidad.
Enfoque “colegiado”. Modalidad dual que se adopta para llevar a cabo un proceso de observación, en este caso, de los cursos universitarios. Uno de los investigadores por su formación o por su experiencia, deberá tener una formación básica en el campo disciplinario de la enseñanza objeto de los cursos (se denominará investigador “responsable” de las observaciones del curso), el otro no lo será necesariamente. El observador “experto” sigue el conjunto de las sesiones. Los investigadores “novicios” para el campo considerado asisten al desarrollo de las sesiones. Esta dualidad permitirá que el equipo de investigación pueda asistir a los cursos y en consecuencia cada investigador podrá tener una buena idea de cada uno de los cursos observados.
Enseñanza. Se podría pensar que la enseñanza y el oicio de enseñar (ser pro-fesor) se confunden. Pero, en realidad, enseñar no representa sino una parte de la actividad profesional de un profesor. Luego habría que agregar aquí las tareas y obligaciones asociadas directamente a los profesores (preparar las clases del curso, corregir los trabajos, participar en eventos académicos y cientíicos, publicar artículos y libros sobre temas y problemas de su campo disciplinar o campo de conocimiento, etc.) o indirectamente, con relación a la vida universitaria, por ejemplo, participar en reuniones o salas de profesores, consejos de programa, consejos de facultad, atender a los estudiantes. Estas distinciones están lejos de ser simples. Sin embargo, en un sentido amplio la enseñanza puede ser deinida como la implementación de una relación, a través de un tercero, de los contenidos (diversos tipos de saber) con los sujetos (estudiantes) con el in de que estos se familiaricen con aquellos. La perspectiva más especíica de los expertos en didáctica cuando se ocupan de la enseñanza permite deinirla como un conjunto de actividades o “prácticas” desplegadas por los profeso-
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res, directa o indirectamente, a través de situaciones formales especíicamente universitarias: puesta en marcha de procesos de didactización, transposición y traducción didáctica, entre otros.
Etnometodología. Según Alain Coulon y Harold Garinkel, este último su fun-dador, es la ciencia (logos) de los etnométodos, es decir, los procedimientos de lo que Garinkel llama “el razonamiento sociológico práctico”. La etnometodo-logía no es, entonces, una metodología más de las ciencias sociales y humanas, sino una actitud del investigador hacia cualquier metodología de estas ciencias; se trata de tomar en serio un famoso aforismo de la etnometodología, que dice: “todos somos sociólogos prácticos”. Según sus partidarios, es a partir del contenido de este aforismo que se puede elaborar una teoría. Si se olvida que el primer terreno sociológico, es nuestra propia vivencia, es decir, el conjunto de nuestros gestos y palabras diarias, entonces la teoría que se podrá presentar será forzosamente desencarnada. De esta forma, y en el caso de este proyecto, se supone que todos nosotros hemos sido estudiantes y estamos más o menos comprometidos en nuestras prácticas como profesores universitarios. Sería absurdo olvidar de repente todas las marcas que nos dejaron cuando asistíamos como estudiantes a los cursos universitarios. De otra parte, en la medida en que deseamos abordar las prácticas, es útil acordarse de nuestras propias prácticas, presentes o pasadas. La etnometodología estima que toda acción es situada: a priori no se pueda hacer abstracción del contexto; toda descontextualización, toda teorización, se hace a posteriori. Las expresiones y los gestos de los actores son signiicativos sin teoría sociológica a priori: se...
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