Gobernanza política multilateral : un perfil programático.
| Autor | Pío García |
| Páginas | 53-73 |
ISSN 1692-3936 Vol 19 Número 37 Enero - Junio de 2021
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Derecho y Realidad
to which it owes its impetus, as a resource to
validate the hypothesis of potential change
in global economic governance. On the
basis of the diagnosis or interpretation, we
proceed to the heuristic exercise of seeking
alternatives to the current governance of
the international system. The main findings
are: i) the predominance of economic and
financial power over political and cultural
power in contemporary globalisation,
which imbues the international system
with entropic governance; ii) the possibility
of establishing corrections to the entropic
course through the empowerment of
multilateral governance; iii) the need to
reform and strengthen the United Nations as
the governing entity of multilateral political
governance. These normative orientations
serve as criteria for the design of foreign
policy.
KEYWORDS
Governance; globalization; international
system; multilateralism.
INTRODUCCIÓN
La gobernanza global es un tópico
controversial, con posiciones teóricas
múltiples y un tanto vagas. Por su
importancia, se ha convertido en objeto
de estudio de diversas disciplinas que le
imprimen significados particulares hasta
llegar a proveerle un carácter polisémico
(Underhill, 2004; Villamar, 2017). Es
plausible conjeturar que la ambigüedad
conceptual guarde relación con las
limitaciones tanto en la lectura de los hechos
como en las propuestas para resolver los
problemas contemporáneos. Algunos de
ellos son la ola de inconformidad social
en numerosos países, las intervenciones
militares unilaterales, las crisis humanitarias
causadas por las migraciones masivas, la
intolerancia y el racismo persistentes, la
guerra comercial o el cataclismo ambiental.
Se advierte con facilidad que el sistema
internacional, conformado por los actores
estatales y no estatales (Weiss, Seyle &
Coolidge, 2013), presenta inestabilidad
y dificultad para operar de acuerdo con
las normas convenidas en el pasado. No
resulta extraño hablar de una crisis del
sistema internacional agravada por el tipo
de globalización imperante, situación que da
lugar a la necesidad de una gobernanza no
solo efectiva y legítima (Clarke & Edwards,
2004, p. 256), sino viable en el largo plazo.
Hace falta recabar en los presupuestos
desde los cuales se establecen las propuestas
de la administración de los asuntos de
interés mundial, en cuanto que las soluciones
de mayor duración dependen de la lectura y
explicación objetiva de los hechos. Esto es que
la transformación del sistema internacional
está ligada al fundamento epistemológico
orientador del diagnóstico, no menos que al
ejercicio heurístico que lleva a establecer las
mejores alternativas en pro de las soluciones
óptimas. Es requisito, entonces, sopesar las
variantes en el análisis y la previsión del
fenómeno social desde un horizonte triádico,
que permita dejar a la vista el reduccionismo
propio de las aproximaciones monádicas y
cuya limitación impacta las respectivas
propuestas de gobernanza.
El presente artículo toma en cuenta
las tres fuerzas sociales en tensión y
cooperación permanente, identificadas por
de Gregori (2002a): oficial, antioficial y
oscilante. Se trata de una lectura trialéctica
1, con el propósito de justificar soportar la
gobernanza global sobre el arreglo político
de las partes, en sustitución de la hegemonía
del poder económico, que aun prevalece
en la rectoría del sistema internacional.
En términos generales, la gobernanza
política global comprende la práctica
de autoridad más allá de las fronteras
nacionales, con normas y reglas consentidas
por las partes, para atender los bienes
públicos de la humanidad y los problemas
transnacionales (Zürn, 2018). Sin duda, los
1. Más allá de los axiomas de identidad y dialécticas
de la lógica formal, las disciplinas han explorado la
complejidad para incorporar tres factores. Así, en el
sicoanálisis Freud distinguió ego-super ego e id, Lacan
el orden real-simbólico-imaginario, en sicología el niño
atraído-no atraído-e indiferenciado de Ichazo (1982), en
et alt., 2016) o el espacio percibido-concebido-vivido
descompuesta en espacialidad-historicidad-sociabilidad
(1996).
Pío García
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Gobernanza política multilateral: Un perfil programático
marcos normativos suelen operar a todos
los niveles de la actividad humana (Rosenau,
1995, p. 2); pero, el sistema internacional, a
diferencia de las facultades de los Estados,
carece todavía de tribunales multilaterales
de última instancia en ciertos subsistemas,
entre los que descuella el financiero. De ahí la
importancia de construir sobre el eje político
una gobernanza global renovada.
El concepto de sistema internacional
hace referencia a la red de intercambios que
tejen las instituciones y las personas en el
contexto global, cuyo dinamismo lo explica el
mecanismo de feedback o retroalimentación
de la información. Por el procesamiento de
los datos internos y externos los seres vivos
o los instrumentos automáticos establecen
un equilibrio relativo u homeóstasis. Los
equilibrios a nivel superior de complejidad
se dirigen hacia la neguentría, y hacia
el desensamblaje o entropía, en sentido
contrario (Bertalanffy, 2015; Wiener, 1948).
Este artículo plantea que la gobernanza
global sostenida sobre la estructura
institucional multilateral es parcial hoy en
día y enfrenta el desafío de la globalización
económica y su propensión a ordenar los
recursos a su alcance según la prioridad
dada a la eficiencia y rentabilidad privada,
con lo cual acelera los efectos indeseables
de injusticia social, discriminación cultural
y destrucción del ecosistema. Lograr
empoderar el eje político multilateral, al
supeditar bajo su control el dictado de la
acumulación ilimitada del capital, viene
a ser hoy el mayor reto civilizatorio, en
cuanto opción que reconduzca el sistema
internacional hacia la neguentropía2.
Una vez discutido el reduccionismo en los
análisis y propuestas de gobernanza global
(1), se ofrece un diagnóstico alternativo del
sistema internacional (2), que justifique la
regencia política multilateral en la era global
contemporánea (3).
que indica el grado de desorden molecular de un sistema;
en informática, es la medida de la incertidumbre en la
mayor orden, certidumbre y estabilidad del sistema.
1. LOS ENFOQUES MONÁDICOS
Y DIÁDICOS ESTIPULAN
DIAGNÓSTICOS LIMITADOS DEL
SISTEMA INTERNACIONAL
Como estructura compleja, el sistema
internacional congrega tres dimensiones o
tres culturas, a saber, la intelectiva o científica,
la productiva y la valorativa. Ellas ponen de
manifiesto las tres inteligencias colectivas
de explicación, transformación y disfrute del
mundo. A su vez, estas dimensiones están
incardinadas a los tres grandes poderes
mundiales: el político, el económico y el
cultural-religioso. Tal triplicidad no es
ni un capricho del investigador ni mera
casualidad; al contrario, la realidad es
triádica. Las estructuras mentales y sociales
triádicas guardan relación con la triplicidad
de la energía, según los descubrimientos de
la física cuántica3. Bajo el mismo principio
de la energía triple, los nucleótidos del ADN
también se estructuran en una doble hélice
unidas por un segmento que le da forma de
escalera y el cerebro humano alberga el triple
estrato reptiliano, mamífero y del neocórtex
(MacLean, 1973) o cerebro triádico (de
Gregori, 2002b).
Cuando en la observación del acontecer
social no se detectan las tres fuerzas,
ocurren insuficiencias epistemológicas. El
reduccionismo en las ciencias sociales atañe
a los presupuestos monádicos y diádicos,
según sea su meta, el establecimiento de un
principio desencadenador de los procesos
o el hecho de postular dos elementos en
posición antagónica insoluble. El monadismo
establece la unicidad, tan propia de la
herencia cartesiana, a partir de un yo
único incontrovertible, que fue rebatida
en diferentes momentos por el método
dialéctico y su aplicación al análisis de las
clases sociales, el sicoanálisis, la crítica al
racionalismo y los proyectos posmodernos,
3. Gell-Mann (1994) comprobó que la existencia de
es más que la proyección de la energía universal en el
despliegue de las partículas subatómica en tripletas que
forman enlaces discretos, en posiciones inciertas; de ahí
el indeterminismo cuántico.
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