El gobierno de las poblaciones - Historia de la gubernamentalidad I. Razón de Estado, liberalismo y neoliberalismo en Michel Foucault - Libros y Revistas - VLEX 857304072

El gobierno de las poblaciones

AutorSantiago Castro-Gómez
Cargo del AutorDoctor en letras por la Johann Wolfgang Goethe-Universität de Frankfurt, Magíster en filosofía por la Universidad de Tübingen (Alemania)
Páginas55-93
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CAPÍTULO II
EL GOBIERNO DE LAS POBLACIONES
BIOPOLÍTICA Y GUBERNAMENTALIDAD
Al comienzo de la primera lección del curso Seguridad, territorio,
población, Foucault dice que quiere “comenzar este año el estu-
dio de algo que hace un tiempo llamé, un poco al aire, biopoder”
(Foucault, 2006c: 15). Sin embargo, en la medida en que el curso
avanza, el análisis se irá desplazando primero hacia los “dispo-
sitivos de seguridad”, y luego, a partir de la cuarta lección (1 de
febrero de 1978), hacia el esbozo de lo que él llama una “historia
de la gubernamentalidad”. Así desplazado, el tema de la biopo-
lítica fue pospuesto hasta el curso del año siguiente (1979), que
es anunciado precisamente con ese nombre: Nacimiento de la
biopolítica. Sin embargo, apenas iniciado el curso, Foucault ex-
plica a sus estudiantes que aunque hubiera querido iniciarlo con
la biopolítica, se ha visto obligado a estudiar primero el “marco
general” en el cual se sitúa el nacimiento de la biopolítica, a saber,
las tecnologías liberales de gobierno (Foucault, 2007: 40). A la
altura de la cuarta clase (31 de enero de 1979) Foucault mantiene
su idea de hacer desembocar el curso en el tema de la biopolítica,
pero anuncia que no ha finalizado aún sus consideraciones preli-
minares sobre la gubernamentalidad. Dice que su aproximación
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a este concepto lo ha llevado a moverse lateralmente, “como el
cangrejo”, y promete que “si la suerte me sonríe, llegaremos al
problema de la biopolítica y el problema de la vida” (ibid.: 97).
Pero en la clase del 7 de marzo, después de haber iniciado sus
consideraciones sobre el neoliberalismo, se da cuenta de que le
será imposible cumplir su promesa. No habrá ya tiempo para
hablar de biopolítica y el curso tendrá que seguir centrado en
el concepto de gubernamentalidad (ibid.: 217). Foucault se ve
entonces obligado a ofrecer una explicación a sus estudiantes:
Se trataba, por tanto, de someter a prueba esa noción de guberna-
mentalidad y, en segundo lugar, ver de qué manera la grilla de la
gubernamentalidad, que puede suponerse que es válida a la hora de
analizar el modo de encauzar la conducta de los locos, los enfermos,
los delincuentes, los niños, puede valer, así mismo, cuando la cues-
tión pasa por abordar fenómenos de una escala muy distinta, como,
por ejemplo, una política económica, la administración de todo el
cuerpo social, etc. Lo que quería hacer —y esa fue la apuesta del
análisis— era ver en qué medida se podía admitir que el análisis de
los micropoderes o de los procedimientos de la gubernamentalidad
no está, por definición, limitado a un ámbito preciso que se defina
por un sector de la escala, pero debe considerarse como un mero
punto de vista, un método de desciframiento que puede ser válido
para toda la escala, cualquiera que sea su magnitud. En otras pa-
labras, el análisis de los micropoderes no es una cuestión de escala
ni de sector, es una cuestión de punto de vista. Bueno. Ésa era, si
se quiere, la razón de método. (Foucault, 2007: 218)
La razón por la cual fue pospuesto definitivamente el tema de
la biopolítica es que la gubernamentalidad aparece ahora para
Foucault como una “grilla de inteligibilidad” de las relaciones de
poder en su conjunto; no sólo de aquellas que tienen que ver con
la conducción de la conducta de otros en el hospital, en el taller,
en la escuela, etc., sino también de aquellas que se refieren a la
conducción de un Estado, de un “cuerpo social”. Es decir que la
gubernamentalidad opera no sólo a nivel molecular, sino también
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a nivel molar. De modo que antes de preguntarse cómo hace su
entrada la vida en el ámbito de la política (es decir, la pregunta
por el “nacimiento de la biopolítica”), se hace necesaria una in-
terrogación preliminar: ¿cuál es la racionalidad específica de esa
“política”? A esta reflexión dedicó Foucault todo su curso de
1979 y después de ello nunca más volvió a hablar de biopolítica.
En el resumen entregado posteriormente al Collège de France,
Foucault dice que “el curso de este año se dedicó finalmente, en
su totalidad, a lo que sólo debía ser su introducción”, y agrega
que los problemas que aborda el concepto de biopolítica (mor-
talidad, natalidad, salud, etc.) no pueden disociarse “del marco
de racionalidad política dentro del cual se manifestaron y adqui-
rieron su agudeza” (Foucault, 2007: 359).1
Pareciera, pues, que las tecnologías políticas de gobierno de
las que habla Foucault en sus cursos de 1978 y 1979 operan co-
mo “condición de posibilidad” de aquel biopoder que describió
en el último capítulo de su libro La voluntad de saber (1976) y en
la última lección del curso Defender la sociedad (1977).2 Valdría
la pena examinar esta hipótesis de lectura, sobre todo teniendo
en cuenta la increíble popularidad que después de la muerte de
Foucault adquirió el concepto de biopoder3 en manos de algunos
filósofos italianos como Agamben, Negri, Virno, Espósito y Laz-
zarato. ¿Qué dice el concepto de biopolítica que no diga ya el con-
cepto más amplio de gubernamentalidad? Se hace necesario, por
tanto, volver a aquellos textos en los que Foucault propone por
primera vez el concepto de biopolítica, para luego, en la próxima
sección, introducirnos en el tema de los dispositivos de seguridad.
Ante todo hay que decir que el concepto de biopolítica esboza-
do por Foucault antes de 1978 nace como oposición al paradigma
de la soberanía. Foucault es muy claro en esto cuando tanto en
1 El resaltado es mío.
2 Son éstos, dicho sea de paso, los dos únicos textos donde Foucault se refirió
expresamente a la biopolítica.
3 Quizá no sobre decir aquí que Foucault mismo nunca estableció una diferencia
conceptual entre biopoder y biopolítica. Son términos que utiliza indistintamente
(véase Foucault, 1987: 168-173; 2006c: 42).

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