Helenismo: El cosmos griego después de Platón y Aristóteles
| Autor | Mauricio Nieto Olarte |
| Páginas | 95-119 |
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CAPÍTULO IV
HELENISMO: EL COSMOS GRIEGO DESPUÉS
DE PLATÓN Y ARISTÓTELES
ATENAS
LA MUERTE
de Aristóteles coincide con el n de las conquistas militares de
Alejandro (322 a. C.), quien, gracias a sus campañas militares, extendió el
imperio griego y llevó su lengua y su cultura por el este hasta Bactria (hoy
parte de Afganistán) y por el sur hasta Egipto. El contacto de los griegos
con otras culturas amplió los horizontes de la Grecia clásica, introdujo cam-
bios considerables en el ámbito cultural y permitió que las tradiciones grie-
gas se encontraran con las egipcias y, más tarde, con las romanas. El periodo
comprendido entre la muerte de Alejandro (323 a. C.) y el triunfo de Octavio
sobre Marco Aurelio y Cleopatra en el año 31 a. C. es conocido como hele-
nismo1.
Si bien Grecia perdería su protagonismo en la historia política de Occi-
dente, en Atenas se mantuvo una tradición académica, y no solo sobrevivie-
ron la Academia y el Liceo, sino que aparecieron otras escuelas losócas
que también inuenciaron el pensamiento occidental. Durante el periodo
helénico las tradiciones platónicas y aristotélicas tuvieron sus propios desa-
rrollos, pero Atenas también vio nacer sistemas losócos alternativos. Los
más notables fueron los epicúreos y los estoicos. Con marcadas diferencias,
estas dos escuelas coincidieron en hacer de la ética el n último de la loso-
fía y de la felicidad el objetivo de la existencia humana, lo cual no quiere
decir que abandonaran el interés por el estudio del mundo natural: en am-
bos casos la felicidad solo es posible mediante el conocimiento de la natura-
leza.
Tanto los epicúreos como los estoicos dividieron la losofía en tres gran-
des campos: la ética, la física y la lógica, de las cuales las dos últimas están
subordinadas a la primera. Sus concepciones de la naturaleza son distintas,
pero el impacto de las dos corrientes sería notable en las concepciones de la
naturaleza del Renacimiento europeo.
1 Véase Lindberg, Los inicios, capítulo 4.
COSMOS
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Epicuro
Epicuro de Samos (341-270 a. C.) creó en Atenas su propia escuela, el Jardín,
nombre que recibió debido al lugar en donde se llevaban a cabo sus reunio-
nes. Epicuro consideraba que la única condición de la felicidad era la satis-
facción de las necesidades elementales: “[…] no tener hambre, no tener sed,
no tener frío; el que dispone de eso, y tiene la esperanza de disponer de ello
en el porvenir, puede luchar hasta con Zeus por la felicidad”2. Tal satisfac-
ción equivale al placer que el ser humano debe procurarse, pues la búsqueda
2 Citado en Pierre Hadot, ¿Qué es la losofía antigua? (Ciudad de México: Fondo de Cultura
Económica, 1998), 129.
MAPA IV
.1. Extensión del imperio de Alejandro Magno
FUENTE:
elaboración de Nicolás Vizcaíno Sánchez.
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