El hiperpresidencialismo colombiano y el Acuerdo de Paz de la Habana - Núm. 141, Enero 2021 - Revista Vniversitas - Libros y Revistas - VLEX 898924555

El hiperpresidencialismo colombiano y el Acuerdo de Paz de la Habana

AutorAndrés Botero Bernal - Mario Alberto Cajas Sarria
CargoUniversidad Industrial de Santander, Colombia - Universidad Icesi, Colombia
Páginas1-28
Artículos
El hiperpresidencialismo colombiano y el Acuerdo de Paz de la Habana*
Colombian Hyper-Presidentialism and the Havana Peace Agreement
Andrés Botero-Bernal a
Universidad Industrial de Santander, Colombia
aboterob@uis.edu.co
ORCID: https://orcid.org/ 0000-0002-2609-0265
Mario Alberto Cajas-Sarria
Universidad Icesi, Colombia
ORCID: https://orcid.org/0000-0003-4070-0135
DOI: https://doi.org/10.11144/Javeriana.vj70.hcap
Recibido: 22 Febrero 2021
Aceptado: 06 Julio 2021
Publicado: 30 Diciembre 2021
Resumen:
Este artículo expone cómo el historicismo o tradicionalismo constitucional colombiano ha estado marcado por el
hiperpresidencialismo. Pese a que la Constitución de 1991 impuso un presidencialismo moderado como alternativa a dicho
historicismo, mediante reformas constitucionales y prácticas políticas tradicionales, retornó el hiperpresidencialismo, en especial
en los gobiernos Uribe [2002-2010] y Santos [2010-2018]. Ahora bien, tanta acumulación de poder en el presidente Santos,
organizada desde varios g obiernos anteriores, le permitió adelantar un proceso de paz con la guerrilla de las FARC, en contra de
muchos sectores que han rechazado la salida negociada al conicto armado. No obstante, este artículo se pregunta si vale la pena
apostarle a acumular tanto poder en una persona, a pesar de que en este caso sirvió para nes loables desde una perspectiva pacista,
dado que los riesgos del hiperpresidencialismo son muy elevados para una democracia republicana.
Palabras clave: proceso de paz, Acuerdo de La Habana, presidencialismo, hiperpresidencialismo, Gobierno Uribe, Gobierno
Santos, Colombia.
Abstract:
is article exposes how Colombian constitutional historicism or traditionalism has been marked by hyper-presidentialism.
Although the 1991 Constitution imposed a moderate presidentialism as an alternative to the historicism, hyper-presidentialism
returned through constitutional reforms and traditional political practices, especially in the Uribe [2002-2010] and Santos
[2010-2018] government mandates. Such accumulation of power in President Santos, organized by several previous governments,
allowed him to advance a peace process with the FARC guerrilla against many sectors that have rejected a negotiated solution to
the armed conict. Nevertheless, this paper asks if it is worth betting on accumulating so much power in one person, even though
in this case served laudable ends from a pacist perspective, given that the risks of hyper-presidentialism are ver y elevated for a
republican democracy.
Keywords: peace process, Havana Agreement, presidentialism, hyper-presidentialism, Uribe Government, Santos Government,
Colombia.
“[E]l verdugo que goza, el mártir que solloza;
[L]a fiesta que sazona y perfuma la sangre;
[E]l veneno del poder soliviantando el déspota,
[Y] el pueblo enamorado del látigo que embrutece”1
Fuente: (Baudelaire, poema 149-VI).
Notas de autor
a Autor de correspondencia. Correo electrónico: aboterob@uis.edu.co
Vniversitas, 2021, vol. 70, ISSN: 0041-9060 / 2011-1711
Introducción
El presente artículo es fruto de diálogos entre las agendas de investigación de los autores sobre la coyuntura
política colombiana, desde un enfoque iushistórico y constitucionalista. Luego de varias posibles hipótesis
sobre el hiperpresidencialismo en el gobierno Santos, consideramos como la más viable que el presidente (más
que el presidencialismo), en virtud de las múltiples reformas a la Constitución de 1991, de un lado, y vía
prácticas políticas tradicionales, de otro, incrementó su poder de modo que parece acercarse, sin confundirse,
a las experiencias del Ejecutivo en los últimos años de vigencia de la Constitución de 1886. Sin embargo,
decimos que no pueden confundirse pues, de todas maneras, el presidente gozaba de un enorme poder en
aquel entonces, en virtud del régimen de estado de sitio y la designación directa de mandatarios locales (hasta
1986) y regionales, por mencionar dos casos. Ahora bien, la acumulación de poder le permitió a Santos, como
presidente de la República, sacar adelante una negociación de paz y concretarla en una reforma constitucional
de amplias dimensiones. Todo esto, en contra de variadas fuerzas p olíticas poderosas e, incluso, respaldadas
por los resultados del plebiscito de 2016 sobre el Acuerdo de paz logrado con las FARC.
En este sentido, si bien los demócratas suelen expresarse en contra de tanta acumulación de poder en una
sola persona, en este caso excepcional esa acumulación terminó por jugar a favor de la salida negociada a uno
de los peores conictos armados del planeta.
Para vericar nuestra hipótesis de trabajo primero hacemos una revisión bibliográca del presidencialismo
(como idea regulativa) y del hiperpresidencialismo (como desviación negativa del ideal regulativo) en
el contexto latinoamericano en general, y en el colombiano, en especial. Luego, indicaremos cómo la
Constituyente de 1991 apuntó a un presidencialismo moderado para dejar atrás el tradicionalismo caudillista,
pero que esa intención se fue a traste, paulatinamente, mediante (i) normas transitorias constitucionales
que le permitieron al gobierno del presidente Gaviria un poder excesivo sobre el Estado; (ii) reformas
constitucionales orquestadas desde los inicios de la vigencia de la nueva Carta, que tienen su cima con el
gobierno Uribe; y (iii) prácticas políticas clientelistas que siempre han atado al legislativo a las intenciones
del presidente de turno.
Esto nos ubica ante el gobierno Santos, que llegó al poder gracias al apoyo del uribismo, pero en contravía
de este último, utilizó todo el p oder acumulado, vía reformas y vía prácticas políticas, en pro de un objetivo
considerado como prohibido por los sectores más recalcitrantes de la derecha colombiana: negociar un
acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC. Aquí, especialmente mediante literatura especializada y
acudiendo a fuentes periodísticas, queremos demostrar que Santos, fundado en el hiperpresidencialismo
congurado por sus predecesores, pudo llevar a cabo el proceso de paz, aprobar un acuerdo y cimentarlo, por
lo menos jurídicamente, a pesar de tener diversas fuerzas poderosas en su contra.
Sin embargo, concluimos que si bien en este caso el hiperpresidencialismo permitió un Acuerdo de paz
que puso n a un conicto armado de décadas con dicha guerrilla, es una apuesta demasiado riesgosa para
una democracia republicana.
El hiperpresidencialismo en Latinoamérica y Colombia hasta la Constitución
de 1991
Existe una abultadísima literatura que nos cuenta que Latinoamérica2 en general, y Colombia3, en particular,
ha optado como forma de gobierno por el presidencialismo. Esta literatura ha explorado hasta la saciedad
sus orígenes (en la que todos apuntan a Estados Unidos4), su evolución y las maneras que esa forma de
gobierno se ha asumido en la práctica constitucional. Estamos, pues, ante uno de los temas más trabajados

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