La historia infame y la experimentación en Argentina, Uruguay y Paraguay - Segunda parte. La novela de crímenes - La novela de crímenes en América Latina: un espacio de anomia social - Libros y Revistas - VLEX 857331108

La historia infame y la experimentación en Argentina, Uruguay y Paraguay

AutorGustavo Forero Quintero
Cargo del AutorDoctor Cum Laude en Literatura Española e Hispanoamericana por la Universidad de Salamanca, por un estudio sobre el símbolo del espejo en la novela histórica de Germán Espinosa, y Magíster en Études Romanes de la Universidad de la Sorbona (París IV)
Páginas253-269
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LA HISTORIA INFAME Y LA EXPERIMENTACIÓN
EN ARGENTINA, URUGUAY Y PARAGUAY
En la novela de crímenes argentina, la ineludible presencia del llamado Pro-
ceso de Reorganización Nacional, eufemismo de la dictadura (1976-1983),
alterna con narraciones donde los detectives, la investigación y una mayor
o menor idea de sanción se desarrollan en las villas miseria, en medio del
habla popular o la música como nuevas estrategias literarias. Para el siglo
xxi, esta novela ha cambiado tanto respecto de un modelo anterior que en
ella Buenos Aires puede tener dos obeliscos, como ocurre en El síndrome
de Rasputín (2008), de Ricardo Romero (1976); o presentar series de de-
tectives como la del policía y escritor Eugenio Juan Zappietro (1936), más
conocido por su seudónimo Ray Collins, autor de Tiempo de morir (1967),
donde se plantea la necesidad de destruir la raza humana, autor también de
la serie Mi nombre es Zero Galván (2011), para dar solo un par de ejemplos.
Desde España, Carlos Salem (1959) ha apuntalado su propia obra policiaca
con Camino de ida (2007), ganadora del Memorial de Silverio Cañada, de la
Semana Negra de Gijón 2008, y finalista de los Prix 813 a la mejor novela
policial traducida al francés; Matar y guardar la ropa (2008), ganadora del
premio nove poL; Pero sigo siendo el rey (2009) y Muerto el perro (2014),
entre otras, que marcan pautas muy distintas al modelo clásico, “medio road
movie, medio policiacas, medio humorísticas, en [las que] aparecen trasuntos
de personajes reales como el rey Juan Carlos, Paco el Pocero, Luis Cobos,
Julio Iglesias o Baltasar Garzón” (Fanjul párr. 3). Es innegable entonces que
de los orígenes de la narrativa policiaca argentina, la de Jorge Luis Borges
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Gustavo Forero Quintero
(1899-1986) y Adolfo Bioy Casares (1914-1999), a la novela actual hay un
gran trecho. Así lo demuestran, también, Leopoldo Brizuela (1963), autor
de Una misma noche (2012), ganadora del Premio Alfaguara de Novela en
2012, donde el protagonista utiliza la escritura para enfrentar las heridas
emocionales derivadas de la represión militar; Washington Cucurto (1971),
fundador de la editorial Eloísa Cartonera, promotor de una perspectiva po-
pular de la literatura, autor de Cosa de negros (2003), Hasta quitarle Panamá
a los yanquis (2005), El curandero del amor (2006) y La culpa es de Francia
(2012); y Leonardo Oyola (1973), autor de Chamamé (2007), que relata una
triple persecución entre delincuentes enemigos y la policía después de una
fuga carcelaria; Gólgota (2008), curiosa relectura del misterio crístico; y
Kryptonita (2011), donde el autor recrea rasgos de la novela de crímenes, el
western y el género de los superhéroes para dar un giro más al relato de una
pandilla de criminales violentos de la villa en medio de una fuerte crítica de
la sociedad argentina contemporánea.
Ese recorrido de la novela de crímenes en Argentina determinada por la
anomia social pasa por Ricardo Piglia (1941) —creador del periodista e in-
vestigador amateur Emilio Renzi, y autor de Respiración artificial (1980); La
ciudad ausente (1992); Plata quemada (1997), ganadora del Premio Planeta
Argentina 1997; Blanco nocturno (2010), ganadora del Premio de la Crítica
de narrativa castellana 2010 y el Premio Dashiell Hammett de 2011; y El
camino de Ida (2013)—; y Mempo Giardinelli (1947) —con Luna caliente
(1983), novela sobre el deseo, la violencia, la pasión y la locura en un enredo
amoroso entre un joven y una adolescente; El décimo infierno (2010), que
trata sobre la condición humana, la pasión y la muerte en un triángulo amo-
roso, e inspiró la película del mismo nombre (2011); e Imposible equilibrio
(1995), que narra el traslado ilegal de hipopótamos al Chaco para mejorar la
calidad de los ríos, pero cuyo enfoque es más bien las relaciones humanas y
la sociedad chaqueña contemporánea—. Asimismo, incluye a Miguel Ángel
Molfino (1949) —autor de Monstruos perfectos (2011), sobre la educación
criminal de un joven cuyos padres son asesinados arbitrariamente y los en-
redos de varias bandas de criminales; y La polio (2014), sobre un asesino en
serie de niños que fue abusado sexualmente durante la última epidemia de
poliomielitis en Buenos Aires en los años cincuenta del siglo pasado—; y a
Guillermo Martínez (1962) —con Crímenes imperceptibles (2003), que ins-
piró la película The Oxford Murders (2008); Acerca de Roderer (1993) y La
muerte lenta de Luciana B. (2007)—.

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