La imagen de las profesiones, actividades y oficios - Imagen personal. Cómo mejorarla, sostenerla o revertirla - Libros y Revistas - VLEX 862464576

La imagen de las profesiones, actividades y oficios

AutorRosario Jijena Sánchez
Páginas231-269
06 / La imagen de las profesiones,
actividades y oficios
Antes de comenzar el análisis me gustaría aclarar el concepto del térmi-
no profesión.
Según algunas acepciones se denomina así al que percibe honorarios por los
conocimientos o servicios prestados, o aquel que tiene un título que certifica sus
estudios o su experiencia. A medida que el mundo va evolucionando se van cre-
ando nuevas necesidades que llevan a una preparación superior, específica.
Entonces se crean nuevas profesiones que acompañan los avances científicos,
tecnológicos, y van quedando atrás, las que en algún momento eran codiciadas
por la realización personal o la posibilidad laboral o el reconocimiento profesional.
Según la Real Academia Española la definición de profesión tiene distin-
tas acepciones, pero a los efectos de los que nos interesa veremos la siguiente.
PROFESIÓN. (Del lat. professio, -ônis).
1. f. Acción y efecto de profesar.
2. f. Empleo, facultad u oficio que alguien ejerce y por el que percibe una retribución.
Diccionario de la Real Academia Española. 21ª ed.
Madrid: Espasa Calpe, 2000, t I
Y el término profesional:
PROFESIONAL.
1. adj. Perteneciente o relativo a la profesión.
2. adj. Dicho de una persona: Que ejerce una profesión. U.t.c.s.
3. adj. Dicho de una persona: Que practica habitualmente una actividad, incluso delic-
tiva, de la cual vive. Es un relojero profesional. U.t.c.s. Es un profesional del sablazo.
4. adj. Hecho por profesionales y no por aficionados. Fútbol profesional.
5. com. Persona que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación.
Diccionario de la Real Academia Española. 21ª ed.
Madrid: Espasa Calpe, 2000, t I
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Estas definiciones nos aclararan el panorama de lo que hace a estas dis-
tintas actividades y como podemos encuadrarlas.
Artistas
Acá si que nos encontramos con un tema apasionante como puede ser
la imagen que proyectan los artistas.
Es difícil a veces, que no se encasillen y se transformen en el arquetipo
de un personaje o que sean ellos mismos por más que se maquillen, hablen
de otra forma, sea otro estilo dramático. Pero ¿cómo evadirnos del ser de
cada uno y quedarnos solo con el del personaje?
Ya sea en teatro, cine o espectáculo en sus distintos géneros (danza,
canto, música, circo).
¿Cómo nos imaginamos un director de orquesta? Creo que la primera idea
sería con su jacquet, esmoquin o levita, dando jerarquía al espectáculo. Con su
batuta (inconscientemente había escrito varita mágica) dirigiendo la orquesta.
Algunos artistas son innatos, otros se formaron con grandes maestros o
en las excelentes escuelas hacedoras de exitosos.
Y muchos de ellos a nosotros nos sirvieron como modelos a seguir, per-
sonalidad, características. ¿Quién no habrá imitado o querido ser Humprey
Bogart en Casablanca, con su perramus anudado?, o Montgomery Clift, quien
impuso la moda del clásico saco 3/4 tal como se lo denominara, o Marilyn
Monroe con su falda al aire, o más actuales como Demi Moore, Merryl Streep,
Sandra Bullok o Julia Roberts, entre tantas otras. Los artistas proyectan dos
imágenes, una es la que demuestran arriba del escenario, en una actuación,
un reportaje, en entregas de premios, conferencias de prensa y otra la de su
vida diaria, las acciones cotidianas de cualquier ser humano. Unos cuidan su
aspecto hasta el último detalle y no saldrían a la calle ni quieren que los vea
su público, sin estar 10 puntos, en cambio otros, no se preocupan y fuera del
escenario dejan de ser esa figura que todos reconocen y esperan ver “a su
manera” y pasan a ser una persona más, dentro de la sociedad.
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IMAGEN PERSONAL / Rosario Jijena Sánchez
Pero, la imagen no la dan solamente con la vestimenta, sino que además,
muchas veces son la cara visible de un producto, representan una marca,
vestimenta, automóviles, casas de moda, barcos, y hasta religiones, sectas u
actividades benéficas son representadas por algunos de ellos.
Madonna con la Kabbalah, o los que adoptan niños de otros países, o los que
se destacan por sus extravagancias, o por sus divorcios, o muy por el contrario
por sostener a través de los años su pareja, su familia. En muchos casos los hijos
son salvaguardados para no ser perturbados permanentemente por la prensa cui-
dando así su identidad y tranquilidad como también por razones de seguridad.
El artista nos lleva al mundo mágico, a veces de realidades concretas de
la vida, de la filosofía, y otras a la ciencia ficción.
Seguimos su trayectoria a través de los años (y nuestros años) algunos
la cuidan de una manera especial, rechazando papeles que no les son de su
agrado, otros por el contrario, aceptan todo, cada uno tiene su propio crite-
rio o representante o necesidad económica.
Pero, siempre está el otro lado, el back stage, que pasa con el artista.
Yo que soy eminentemente estética, no sé que haría si debiera hacer un
personaje feo, desaliñado, tosco, torpe, desagradable físicamente, creo que
me costaría mucho. Me asombro y admiro a los actores que no temen vestir-
se con prendas que no les favorecen, engordar por contrato, actuar en pape-
les que los ridiculizan o envejecen, no sé como resultaría eso para mí o para
alguno de los lectores.
Cuando uno entra a un teatro o a un cine, se apagan las luces y se des-
corre el telón, en la oscuridad pasamos a ser seres anónimos y creamos una
simbiosis entre lo que vemos objetivamente y el puente emocional que se
establece entre actor y público. Es como que ondas mágicas se expandieran
en el silencio y oscuridad de esa sala.
Pero, algo he actuado, he dirigido espectáculos, he sido directora de esce-
nario, o sea, que yo tenía que anunciar y decidir el inicio, así que sé lo que
es estar del otro lado del escenario, mirar el negro de una sala llena de caras
anónimas casi invisibles (bouche de loup), boca de lobo el tomar conciencia
de que nos estamos exponiendo con nuestros gestos, con nuestra palabra,
con nuestra actitud corporal, con la imagen que estamos proyectando, por
06 / La imagen de las profesiones, actividades y oficios
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