La impotencia de la pobreza extrema: los derechos humanos y la justicia social
| Autor | Alicia Ely Yamin |
| Páginas | 75-104 |
CAPÍTULO 2
LA IMPOTENCIA DE LA POBREZA EXTREMA:
LOS DERECHOS HUMANOS Y LA JUSTICIA SOCIAL
Como la esclavitud y el apartheid, la pobreza no es natural. Es creada por el hombre
y puede ser superada y erradicada por las acciones de los seres humanos. La superación
de la pobreza no es un gesto de caridad, sino un acto de justicia. Es la protección de un
derecho humano fundamental: el derecho a la dignidad y a una vida decente.
Nelson Mandela, BBC News, 3 de febrero del 2005.
La gente suele decir que es horrible, lamentable o inquietante que tantos niños se
vayan a dormir con hambre […] Hoy […] podemos imaginarnos a los pobr es no
como desdichados encogidos que mendigan nuestra ayuda, sino como personas con
dignidad que están reclamando lo que es suyo por derecho.
Thomas Pogge, Freedom from Poverty as a Human Right: Who Owes
What to the Very Poor? (Nueva York: Oxford University Press, 2007), 4.
Alrededor del mundo, los pobres son los que sufren la inmensa mayoría de las
violaciones de los derechos civiles y políticos, tanto en la esfera pública como
en la política. En los años que viví en México, el grueso de clientes con los que
trabajé era como Gabriela, con opciones limitadas y luchando por conseguir
Tuve de cliente a un adolescente que, jugando al fútbol con sus amigos, debió
de haber molestado al policía equivocado el día incorrecto, porque fue tortu-
rado hasta la muerte en una cárcel local solo por haber orinado en público.
asesinaron con impunidad cuando se negó a entregar la tierra que había recibido
del “Jefe Máximo”, Lázaro Cárdenas, después de la Revolución Mexicana1. O a
a cambio de dinero, y quien fue objeto de un proceso kafkiano y, agredida
1 Lázaro Cárdenas, presidente de México de 1934 a 1940, es recordado como un gran reformador
social. Las políticas de reforma de propiedad de la tierra que se llevaron a cabo bajo su mandato
ayudaron a aliviar la pobreza, en particular en la población campesina agraria, según un amplio
consenso. Véase Michael W. Foley, “Privatizing the Countryside: The Mexican Peasant Movement
and Neoliberal Reform”, Latin American Perspectives 22, n.º 1 (1995): 59-76.
75
EL PODER, EL SUFRIMIENTO Y LA LUCHA POR LA DIGNIDAD
sexualmente por un guardia penitenciario. O a otra docena de personas para las
que la pobreza extrema era en sí la cárcel de la desesperación.
La pobreza profunda lleva a que las personas acaben siendo rehenes de sus
destinos y a que futuros completos se evaporen debido a decisiones burocrá-
ticas mezquinas o a abusos arbitrarios de poder. En Behind the Beautiful Forevers,
Katherine Boo escribe sobre Annawadi, un barrio marginal en Mumbai, India,
y dice que, para los muy pobres, la buena fortuna “provenía no de lo que la
gente hacía, o qué tan bien lo hacía, sino de los accidentes y las catástrofes
que esquivaban. Una vida decente era el tren que no te había atropellado, los
caseros explotadores a los que no habías ofendido, la malaria que no habías
contraído”2. Las personas de medios modestos que viven en pobreza extrema
todo el tiempo se enfrentan a la “decisión de Sophie”, sobre cuál de sus hijos irá
a la escuela, quién de ellos recibirá servicios de salud o quién comerá ese día3.
Lo que la pobreza nos quita es el poder esencial sobre la propia vida. Hace que
el autogobierno y, por consiguiente, la dignidad, sean imposibles y representan
la violación de una serie de derechos humanos, como los derechos a la salud y
otros derechos económicos y sociales reconocidos en el derecho internacional.
Estaba haciendo mi trabajo usual sobre derechos civiles y políticos en México
cuando participé en una comisión de investigación que visitó Baborigame, un
pequeño pueblo en la parte meridional de Sierra Tarahumara, en el estado de
Chihuahua. Baborigame se encuentra a un vuelo corto de distancia de Tucson,
Arizona, donde es posible acceder a algunos de los servicios de salud más
complejos del mundo. Sin embargo, Sierra Tarahumara es un área montañosa
y a comienzos de los años noventa tenía una infraestructura muy pobre. El
cultivar la amapola del opio, por lo que los narcos obligaron a muchos campe-
sinos indígenas que tenían pequeños terrenos en esa área a dedicarse justamente
a eso. En 1992 el ejército mexicano quemó gran parte del pueblo de Babori-
game, se llevó a los hombres para torturarlos, robó y mató ganado y desplazó a
la población restante4. Se suponía que el ejército estaba erradicando los cultivos
de amapola, pero es muy posible que la erradicación no fuera más que una
2 Katherine Boo, Behind the Beautiful Forevers (Nueva York: Random House, 2012), xx.
3 La expresión “decisión de Sophie” se inspira en el título del libro de William Styron La decisión de
Sophie, de 1979, en el que obligan a una madre a decidir cuál de sus hijos morirá en un campo de
concentración en la Alemania nazi.
4 Alicia Ely Yamin, “Health and Human Rights in Latin America: A Lawyer’s Experience with
Public Health Internationalism”, en Comrades in Health: U.S. Health Internationalists, Abroad and at
Home, coordinado por Anne-Emanuelle Birn y Theodore M. Brown. (Nuevo Brunswick, N. J.:
Rutgers University Press, 2012).
76
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba