Informe regional Cauca
| Autor | Saúl Mauricio Rodríguez Hernández |
| Cargo del Autor | Historiador, magister en Investigacion en Ciencias Sociales, profesor de cátedra de la Pontificia Universidad Javeriana. Actualmente, profesor-investigador del departamento de Historia de la Universidad Sergio Arboleda |
| Páginas | 253-294 |
CAPÍTULO 4
INFORME REGIONAL CAUCA
Saúl Mauricio Rodríguez Hernández1
INTRODUCCIÓN
El Departamento del Cauca ha sido una región que ha experimentado la vicisitudes del largo conicto ar-
mado no internacional colombiano, en ésta han hecho presencia los grupos armados organizados ilegales
(GAOI) y la producción intensiva de cultivos ilegales (amapola, coca y marihuana) de manera constante.
De igual modo ha habido una fuerte tensión entre las comunidades originarias y los propietarios de la
tierra por los espacios disponibles para cultivar, lo que ha aumentado la situación en el nivel regional. Con
una geografía agreste, el Cauca ha sido una región ideal para el accionar de diferentes GAOI en los últi-
mos 15 años (AUC, FARC-EP, ELN, Los Rastrojos, Águilas Negras), en la que no sólo han buscado tener
el control de la producción y tránsito de cultivos ilícitos y extracción de recursos minerales sino aprove-
char la geografía como retaguardia estratégica y corredor de movilidad entre el oriente y el occidente (Pa-
cíco) del país, el norte y el sur y entre los departamentos de Valle del Cauca, Nariño, Putumayo, Tolima
y Huila. Las FARC-EP y el ELN han sacado provecho de la autonomía de las comunidades indígenas para
mantener una presencia en la región, pese a la iniciativa sostenida durante el período mencionado de las
comunidades nativas de oponerse a la presencia de cualquier actor armado, valiéndose de su capacidad
de organización y movilización y de su postura pacíca.
En este capítulo vamos a trabajar sobre cuatro coyunturas críticas, que coinciden con aquellas
del nivel nacional. En primera instancia, el corte cronológico 1998-2002 donde hay una reducción de las
acciones armadas en el departamento con un repunte hacia 2002. Segundo, el corte cronológico desde
mediados de 2002 hasta 2006, en el que se presentan altos y bajos en el conicto armado no internacional
y hay una intensicación de la presencia del estado en la región. Tercero, el periodo 2006-2011, en el que
los grupos armados ilegales, particularmente las FARC-EP aumenta su accionar armado en el departa-
mento buscando descargar la presión que ejercía la Fuerza Publica Colombiana en otras regiones del país.
Finalmente, el corte cronológico que va desde nales de 2011 hasta 2014, que comienza con la acción
efectiva de la Fuerza Aérea Colombiana para neutralizar a Alfonso Cano, jefe de las FARC y la presencia
activa de la Fuerza Publica de Colombia en el Departamento del Cauca, donde son neutralizados varios
miembros de los grupos armados ilegales.
1 Historiador, magister en Investigacion en Ciencias Sociales, profesor de cátedra de la Ponticia Universidad Javeriana. Ac-
tualmente, profesor-investigador del departamento de Historia de la Universidad Sergio Arboleda.
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Desde 2002, las FARC-EP, en tanto el grupo armado ilegal más numeroso en la región, intensica-
ron su presencia y accionar en el Cauca, debido a la presión militar que recibieron de parte de la Fuerza
Pública en otras zonas del país sobre todo mediante el poder aéreo proporcionado por la Fuerza Aérea
Colombiana (FAC). De ahí en adelante y a lo largo de la década, tomaron ventaja de la geografía y la auto-
nomía de los grupos indígenas para presionar a las autoridades con un sinnúmero de acciones armadas,
lo que dio, hacia el nal de la década, la impresión en la opinión pública nacional de que este grupo arma-
do ilegal tenía el control en la región. El Cauca se convirtió en un centro neurálgico dentro del conicto
armado no internacional, donde tenían lugar todo tipos de acciones armadas contra la Fuerza Pública y
las autoridades: hostigamientos, uso de milicias, “plan pistola”, entre otras.
El accionar de la FAC y las tropas del Ejército dio como resultado la muerte del máximo líder de
las FARC-EP, Alfonso Cano, a nales de 2011. De ahí en adelante las acciones de las FARC-EP y la res-
puesta de la Fuerza Pública alcanzaron su mayor intensidad en 2012 y los combates llegaron a repuntar
en el contexto nacional. Sin embargo, la acción conjunta de la Fuerza Aérea y el Ejército por medio de la
Fuerza de Tarea Apolo, permitieron reducir signicativamente la capacidad de acción de combate de las
FARC-EP en el Cauca. A pesar de esto, era tal la importancia estratégica del departamento para este gru-
po armado ilegal, tanto para sus nanzas como para su movilidad en el suroccidente del país, que llevaron
a cabo varias acciones que podrían llamarse desesperadas, como la incursión a Santander de Quilichao y
el ataque anbio a la Policía en la isla de Gorgona en 2014.
De ahí que el Cauca pueda ser visto como epítome del conicto armado no internacional en
Colombia en los últimos años, pero también como un lugar donde la capacidad de combate de la Fuerza
Aérea Colombiana fue vital en la última fase de este estudio para inclinar la balanza hacia las fuerzas gu-
bernamentales y permitir que las FARC optara por sentarse a negociar con el gobierno nacional.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL DEPARTAMENTO DEL CAUCA
El Cauca está ubicado en el denominado Macizo Colombiano, en el suroccidente del país (ver mapa 1a).
En su territorio se encuentran presentes las tres cordilleras geográcas, siendo las más relevantes la Oc-
cidental y la Central, lo cual hace su geografía bastante quebradiza. En este nudo montañoso hay más de
20 ríos, y nacen los dos más extensos de Colombia, el Magdalena y el Cauca.
El departamento se divide en cinco grandes subregiones con sus respectivos municipios y po-
blaciones. En la subregión Centro se ubican Popayán, El Tambo, La Sierra, Morales, Piendamó, Cajibío,
Rosas, Sotará y Timbío, con una población de 504.287 habitantes. En la Norte se ubican Buenos Aires,
Caloto, Corinto, Guachené, Miranda, Padilla, Puerto Tejada, Santander de Quilichao, Suárez y Villa Rica,
con una población de 321.804 habitantes. En la Sur se ubican Almaguer, Argelia, Balboa, Bolívar, Flo-
rencia, La Vega, Mercaderes, Patía, Piamonte, San Sebastián, Santa Rosa y Sucre, con una población de
262.985 habitantes. En el Pacíco-Occidente se ubican Guapi, López y Timbiquí, con una población de
71.324 habitantes. Por último, en la subregión Oriente, se ubican Caldono, Inzá, Jambaló, Páez, Puracé,
Silvia, Toribió y Totoró, con una población de 209.087 habitantes. Según proyecciones del DANE para
2014, la población era de una 1,366,937 personas, con una relación de 39.87 % de población urbana y un
60.13 % de población rural2.
En el aspecto ambiental, el Cauca es una estrella ecológica desde muchos puntos de vista, no
sólo dentro del contexto nacional sino también internacional. En el Cauca se encuentra el denomi-
nado Nudo de Almaguer, o la “estrella fluvial del sur”, un área ambiental reconocida por la UNESCO
como una reserva de la biósfera. Allí nacen los ríos Cauca, Magdalena, Patía, Putumayo y Caquetá.
Además hay 15 páramos y 65 lagunas. El 70% del agua que se consume en Colombia proviene de esta
región3. Es, por tanto, un centro neurálgico para el país en materia de agua dulce y ambiental. Es una
2 Elaboración propia con datos del DANE 2016.
3 El Espectador, 2013, 24 de abril.
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región rica en varios minerales como uranio, coltán, oro, zinc, cobre, plata, platino y molibdeno, lo
que la hace particularmente llamativa para actores económicos, e incluso delincuenciales4.
Al respecto, el columnista Fernando Londoño Hoyos señalaba que frente al constante accionar
de las FARC-EP en esta región, muchos políticos actuando en el poder central habían olvidado la impor-
tancia geoestratégica de esta región5. En el Cauca conuye un paisaje social, cultural y geográco bastante
complejo que le ha permitido a las FARC-EP accionar con total libertad.
El narcotráco le ha hecho un daño irreparable al departamento, una región que históricamente
ha dependido de la tierra para su supervivencia económica. En los últimos años, gran parte de estos te-
rritorios han sido perdidos en manos de narcotracantes. Un fenómeno bastante diciente para el n de la
primera década del siglo XXI, según un labriego, era la llegada masiva de personas de otras regiones. En
esta línea, cientos de pobladores de Tumaco y Putumayo arribaron al Cauca, compraron tierras y empe-
zaron a sembrar coca. Pagaban hasta 100.000 pesos por jornal, a diferencia de los 10.000 que se pagaban
por sembrar café en el Cauca, una situación en la que a grandes y pequeños propietarios les quedaba
imposible competir6.
A partir del cambio de década la explotación minera generó una profunda controversia en las
comunidades del Cauca, sobre todo en los municipios de La Sierra y La Vega, donde la compañía Car-
boandes S.A. inició la explotación de carbón y otros minerales. Esta actividad trajo de la mano “pequeños
mineros” que trabajaban en los alrededores y explotaban productos que no son muy claros ni en su explo-
tación ni en su traslado a otras regiones. Según Alfredo Molano, la población, en su mayoría afrodescen-
diente, vio alterada su vida diaria por la aparición de retroexcavadoras que cambiaron el curso de los ríos
y vertieron desechos en los territorios cercanos, sin intervención de alguna autoridad7.
Es este territorio el que les brinda oportunidades geoestratégicas a las FARC-EP, no solo como co-
rredor de movilidad de insumos y droga entre el Pacíco (Buenaventura y Guapi) y los Llanos Orientales
(Caguán, La Macarena y algunos pueblos del Caquetá) sino también una ventaja táctica por la dicultad
de operar a las aeronaves de la FAC en constantes malas condiciones atmosféricas, en alturas considera-
bles que impiden la sorpresa, desde los cuales las FARC-EP pueden reconectar sus cuadrillas ubicadas en
el sur y occidente del país ,y de cierta manera, reorganizarse estructuralmente, acumular poder y volver
fortalecidos a sus santuarios ubicados en los departamentos de Tolima y Huila, consolidados por la acción
de la Fuerza Pública.
ANÁLISIS POR COYUNTURAS
Primera coyuntura: Paz armada (1998-2002)
Elementos estructurales del contexto
En lo económico, desde tiempos prehispánicos, la región que ocupa el actual departamento del Cauca
ha tenido una vocación agropecuaria. Sin embargo, con el paso de los años, la importancia de este sector
ha entrado en declive. Según señala José Gamarra, a pesar de que en el Cauca están presentes todos los
pisos térmicos, éste no tiene una “vocación productiva”. Se considera que el 36.41% de las tierras debe-
rían destinarse a la conservación y el 25.11 % deberían ser destinadas a la producción y reserva forestal,
quedando el restante 38.78% para la producción agropecuaria8. Además de ello, el medio ambiente en el
4 Cifuentes, 2013.
5 El Tiempo, 2011, 14 de julio.
6 El País, 2009, 30 de junio.
7 El Espectador, 2011, 24 de julio.
8 Gamarra, 2007, págs. 7-9.
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