Introducción - Democratización violenta - Libros y Revistas - VLEX 777689917

Introducción

AutorLeah Anne Carroll
Páginas1-61
Introducción
Principales interrogantes y sus implicaciones
Hay diversos estudios sobre la implementación de reformas democráticas en
áreas urbanas, en lugares del mundo donde la presencia del Estado es más
fuerte o en contextos donde los movimientos sociales de grupos subordina-
dos no son fuertes ni autónomos. En contraposición, este estudio examina la
adopción de reformas democráticas y de descentraliz ación, así como la poste-
rior reacción v iolenta y la contrarre forma, en zonas rurales donde existe una
débil presencia del Estado y donde hay movimientos sociales fuertes y g rupos
armados insurgentes de izquierda. En la s zonas estudiadas —Urabá, el Medio y
Bajo Caguán y Arauca—, los principales mov imientos sociales corresponden a
movimientos de campesinos, de trabajadores y movimientos urba nos en busca
de logros materiales, representación política o reivindicaciones relacionadas
con los derechos humanos. Mi atención se ha centrado en: () aquellas reformas
que permiten la elección directa y la autonomía scal y política c ada vez mayor
de alca ldes y gobernadores; () el proceso de paz con los grupos guerrilleros; y
 En los caso s de estudio, esta consist ió, usualmente, en violencia de los p aramilitare s que res-
paldaban a la s élites en contra de los movimientos so ciales y activist as de partidos políticos d e
izquierda.
 Esto consist ió, por un lado, en suspensiones de la Cons titución de  —ad hoc, temporale s
o en regiones especí cas— con el propósito de facilita r la contrainsurgencia. Por otr o lado, tal
contrarreforma pu so n a los logros materia les de los movimientos campesinos en zon as de
guerra, e impl icó el endurecimiento de la posición del gobier no frente a los grupos guerr illeros
y el escalam iento de los ataques milita res a las guerril las.
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() otras reformas orientadas a debilitar las práctica s clientelistas y a incrementar
la capacidad de la población civil para ponerles freno a los abusos del Estado.
Tanto los teóricos como los actores políticos a menudo suponen que las
reformas democráticas y de descentrali zación permiten alcanzar una resolu-
ción pacíca de conictos sociales a nteriormente violentos. Su razonamiento
es que las reformas que permiten que el proceso político institucional repre-
sente a grupos subordinados antes excluidos —además de los acuerdos que
facilitan el desarme de los grupos guerril leros rebeldes, la reorientación de
su participación hacia la política electora l y la conformación de movimientos
sociales legales— posibilitarían que estos actores alcancen reivindicaciones
materiales y políticas utilizando medios pacícos e institucionales en lugar
de recurrir a la violencia.
De hecho, en algunos contextos, las reformas han faci litado que los movi-
mientos sociales alcancen alg unos logros materiales y políticos y una notoria
reducción en los niveles de violencia. Los resultados del proceso de paz en El
Salvador podrían incluirse en esta categoría. La democratización pacíca
también se ha dado en contextos donde los movimientos sociales de oposición
habían sido, en gran medida, derrotados durante la era del autoritarismo o la
era neoliberal posterior, cuando tuvieron lugar las reformas democratizantes;
como ejemplos de este patrón se pueden citar Chile y Argentina. Sin embargo,
en estos dos últimos casos, los movim ientos sociales, en general, han aceptado
menos benecios mat eriales a cambio de logros políticos.
En contraste, las experiencias de va rios países que se están democratiza ndo
han demostrado que, en ciertas circunstancias, las reformas pueden generar
En Colombia, uno de los proponentes m ás destacados de es te punto de vista, a med iados de los
años ochenta (el inicio del per iodo de la reforma en Colombia), fue el polít ico liberal Jaime C as-
tro Castro. Véanse, por e jemplo, sus libros Respuesta democrática al desaf ío guerrillero, Elección
popular de alcal des y su ensayo “La reforma polít ica: un compromiso histórico”, en el volumen
Reformas políticas: Apertura democrática.
 De Bremond, “e Politics of Peace and Re settlement through El Sal vador’s Land Transfer
Programme: C aught between the State and the M arket”, describe el programa pa ra distribuir
tierras a excombat ientes y partidario s del  que resultó del proceso de pa z; O’Shaughnessy
y Dodson, “Politica l Bargaining and D emocratic Transitions: A Compar ison of Nicaragua and
El Salvador”, descri ben los logros políticos.
Munck y Le, “Modes of Transition a nd Democratizat ion: South Americ a and Eastern Europ e
in Comparative Perspe ctive”, -, argumentan qu e la fortaleza de la s élites chilena s en
el momento de transición obl igó a la oposición a conformars e con la restringida democracia
impuesta por aquell as. Houtzager y Kur tz, “e Inst itutional Roots of Popula r Mobilizat ion: State
Transformation and Rur al Politics in Bra zil and Chile , -”, describen la notoria inact ividad
de grupos opositores en el c ampo chileno, dura nte la transición. Montes Cató y Ventrici, “L abor
Union Renewal in Argent ina: Democratic Revita lization from the Ba se”, describen el debilita-
miento del movimiento lab oral argentino, pri mero por la guerra sucia bajo la d ictadura, y luego
por el neoliberal ismo y la cooptación del movi miento bajo los primeros gobiernos demo cráticos.
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mayores niveles de conicto. En estos países, la democratiz ación, promovida
por las élites reformistas, permite que los movim ientos sociales poderosos de
las zonas rurales —y, en algunos ca sos, los grupos insurgentes armados aso-
ciados con estos movimientos sociales— alca ncen verdaderos benecios mate-
riales y políticos. Estos logros, no obsta nte, provocan la reacción violenta de las
élites rurales anti rreformistas y de los sectores militares. Además, la debil idad
del sistema judicial permite que estos actos violentos se mantengan impunes.
Entre los ejemplos de movilización campesina/obrera posterior a la demo-
cratización y seguida de la reacc ión violenta de la élite se incluyen las Filipinas
después de Marcos y zonas rurales del Bra sil a nales de los años ochenta. En
algunos casos, la reacc ión violenta de la élite, tarde o temprano, fomenta que los
movimientos que antes no eran violentos se alcen en armas o que las g uerrillas
desmovilizadas retomen tác ticas violentas. Entre los ejemplos de nuevos movi-
mientos guerrilleros o del resurgi miento de los antiguos tras la democratización
se incluyen el Perú en los años ochenta, las zonas rurales del sur de Méx ico desde
mediados de los noventa y Colombia después de . En algunos de estos casos,
la (re)movilización de la guerr illa es suciente para provocar que las reformas
sean revocadas ocialmente, como ocurrió tanto en Colombia como en Perú
después de .
Idealmente, en los casos en que las reformas conducen a una escalada de
violencia, nuevas soluciones políticas producirían que aquello logrado por los
movimientos sociales genere la base de una sociedad más jus ta, sin provocar la
escalada de violencia de la élite y posteriormente de la guerr illa. Dicha inten-
sicación del conicto violento no solo causa gran suf rimiento humano sino
que, en últimas, puede dar lugar a una contrarreforma que impida aún más
el progreso en aras de las metas de redistribución por medios pacícos. Sin
embargo, el diseño y la ejecución de dichas soluciones requieren una mayor
Para el caso  lipino, véase River a, “Transition Pathway s and Democratic Con solidation in Post-
Marcos Philippi nes”. Houtzager y Kurtz, “ e Institutiona l Roots of Popular Mobili zation: State
Transformation and Rur al Politics in Brazi l and Chile, -”, tratan el gr an aumento en la
moviliza ción rural tra s la transición democr ática en Brasil, m ientras Ahnen, “Bet ween Tyranny
of the Majority and L iberty: the Persistence of Huma n Rights Violations under Democ racy in
Brazil”, docu menta como empeoró el panorama de los derec hos humanos en Brasil después de
la democratiz ación.
 Sobre el surg imiento de Sendero Luminos o en la época después del régime n militar en Perú,
véase McClintock, Revolutionary Movements in L atin America: El Salvador’s  a nd Peru’s
Shining Path. Para los orígenes del Ejé rcito Zapatista de Liberación Nac ional, en México, véase
Veltmeyer, “e Dynamics of So cial Change and Mexic o’s ”. Levitsky y Cameron, “Demo-
cracy without Pa rties? Politica l Parties a nd Regime Change i n Fujimori’s Peru”, -, argumentan
que el éxito de Fujimori, a l debilitar a Sendero Luminoso, f acilitó la aceptación popula r de su
“autogolpe”. Para el caso colombiano, véas e la discusión más a fondo en la sección “Colombia
como un caso naciona l”.

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