El islam y la ciencia en el medio oriente - Un solo Dios, una única verdad - Una historia de la verdad en occidente ciencia, arte, religión y política en la conformación de la cosmología moderna - Libros y Revistas - VLEX 874419964

El islam y la ciencia en el medio oriente

AutorMauricio Nieto Olarte
Páginas191-208
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CAPÍTULO VIII
EL ISLAM Y LA CIENCIA EN EL MEDIO ORIENTE
EL ISLAM EN LA HISTORIA DE OCCIDENTE
Nuestra visión de la historia de la ciencia moderna se suele vincular con una
cronología que se remonta a los griegos, tiene una época oscura en la Edad
Media y una más o menos espontánea resurrección en la Europa occidental
del siglo
XV
, hasta llegar a su consolidación en la Ilustración. Esta concep-
ción de la historia ha sido posible porque el Renacimiento, al igual que la
Ilustración, se han descrito como empresas europeas, ignorando lo que ocu-
rrió en buena parte del mundo y la inuencia sobre la Europa moderna de
los saberes y culturas de otros continentes. Esta es una historia que con el
paso del tiempo deja ver más y mayores vacíos, y la necesidad de una nueva
narración menos centrada en los connes de la Europa occidental. Tal vez
uno de los más notables vacíos se reere a la historia de la ciencia en el mun-
do árabe, la cual constituye un capítulo de la historia global que en el mundo
cristiano hemos ignorado o menospreciado sin vergüenza.
Una de las obvias dicultades para la mayoría de los historiadores de la
ciencia occidental es nuestra ignorancia de las lenguas en que se escribieron
tratados cientícos y losócos en el mundo árabe. El mismo ejercicio de tra-
ducción ya es problemático, y al poner en castellano o en otras lenguas occi-
dentales los términos de la ciencia, losofía y religión árabes ya estamos
perdiendo algo de su riqueza y especicidad. La astronomía de la que nos
ocuparemos aquí, por ejemplo, se llamó ilm al-hay’a (ciencia de la congura-
ción del mundo), aunque nosotros nos referimos a ella como astronomía ára-
be1. El problema no es solo lingüístico, forma parte de una tradición que sin
mayores reparos ha querido ver la historia centrada únicamente en los logros
de algunos pueblos europeos.
En 1883 Ernest Renan armó: “[…] el gran conjunto losóco que acos-
tumbramos llamar árabe, porque está escrito en la lengua árabe, […] sería
más exacto decir griego; pues el elemento verdaderamente fecundo de todo
1 George Saliba, prefacio a Islamic Science and the Making of the European Renaissance
(Cambridge y Londres: The
MIT
Press, 2007),
VIII.
UN SOLO DIOS, UNA ÚNICA VERDAD
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esto proviene de Grecia […] Grecia era la fuente única del saber y del correc-
to pensamiento”2.
A comienzos del siglo
XX
el conocido historiador de la ciencia Pierre Du-
hem escribió: “No existe ciencia árabe (islámica), los hombres sabios del ma-
hometismo eran siempre los discípulos más o menos eles de los griegos,
pero por sí mismos carecían de toda originalidad”3.
Armaciones como estas no solo son el resultado de la ignorancia y del
eurocentrismo cultural del que somos herederos, sino también de nuestra
fuerte convicción de que existe una única ciencia, verdadera y positiva, que
es el resultado de una historia lineal, cuya cuna está en la Grecia clásica y
alcanza su máximo desarrollo en la Europa occidental del siglo
XVIII
.
El triunfo del cristianismo, como ya mencionamos, se ha identicado
con un periodo de oscurantismo, en el cual la losofía natural se opacó al
convertirse en sierva de la teología y la religión. Esta idea de una relación
antagónica entre la losofía y la religión, tan familiar en nuestras historias
de la ciencia occidental —y hoy sucientemente matizada— se trasladó a la
ciencia árabe con idénticos supuestos, según los cuales, la religión es incom-
patible con el conocimiento y que, por lo tanto, el dogma musulmán ha sido
un obstáculo para el desarrollo de un verdadero conocimiento.
Algo similar se puede ver en la concepción que tienen pensadores e his-
toriadores árabes de las relaciones entre ciencia y religión en Occidente.
Cuando el historiador persa del siglo
X
, Al-Nadïm, se rerió a las relaciones
entre la ciencia islámica y el cristianismo, señaló que una vez los romanos
adoptaron el cristianismo como su religión, prohibieron la losofía, y así ex-
plicó por qué el islam fue un espacio más fértil para la losofía que el mundo
cristiano4.
Si hoy reconocemos en la historia occidental una relación mucho más
compleja entre ciencia y religión que la clásica dicotomía entre fe y razón, la
misma complejidad debe ser reconocida entre el islam y la ciencia. La reli-
gión, en el caso del islam —y como defendemos a lo largo de este libro, tam-
bién en Occidente—, tuvo una estrecha relación con la losofía que no ha
sido siempre negativa y en la que, con frecuencia, lo religioso ha sido un
claro estímulo para el desarrollo del conocimiento. Muchas veces lo olvida-
mos, pero la idea misma de un Creador racional que ha compartido su inte-
ligencia con los humanos es lo que ha hecho posible la comprensión humana
del orden natural. En particular, en las tradiciones monoteístas, como lo vi-
mos con el cristianismo, un único Dios es la fuente de una única verdad, y
2 Citado en Paul Benoit y Françoise Micheau, “¿El intermediario árabe?”, en Serres, Historia
de las ciencias, 175.
3 Citado en Lindberg, Los inicios, 227.
4
Saliba, Islamic Science, 41-42.

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