Jacinda Ardern: - 5 de Mayo de 2018 - El Tiempo - Noticias - VLEX 715970889

Jacinda Ardern:

‘No debemos esperar que las mujeres sean supermujeres’

Sé que ya se está acercando la primera ministra más joven del mundo cuando un corpulento policía vestido de civil se asoma a la puerta y comienza a escudriñar la habitación. Sólo hay siete u ocho mesas en Hillside Kitchen & Cellar, un café-restaurante tranquilo y elegante situado frente a la residencia oficial de Jacinda Ardern en Wellington, por lo que no le toma mucho tiempo darse cuenta de mi presencia. “¿Todo bien?”, pregunta, y se presenta como Eric de Protección Diplomática de Nueva Zelanda. La actitud práctica y realista de su personal de seguridad coincide con la imagen pública que convenció a los neozelandeses de votar por Ardern a fines del año pasado. Impulsada tanto por el estilo fresco e informal de la política laborista de 37 años de edad como por su defensa de las causas progresistas, la ‘Jacindamanía’ se convirtió rápidamente en un fenómeno mundial, dándole un lugar prominente junto al francés Emmanuel Macron y al canadiense Justin Trudeau en la narrativa liberal que se contrapone al renaciente populismo de derecha. La sensación de que es una lideresa en un nuevo molde optimista se profundizó después del anuncio en enero de que estaba embarazada de su primer hijo, por lo que en junio se convertirá en la primera jefa de gobierno en dar a luz en el cargo desde la fallecida Benazir Bhutto de Pakistán. Eric queda satisfecho y momentos más tarde, entra Ardern al café mostrando su característica sonrisa amplia, y su embarazo debajo de una blusa roja. A su lado se encuentra un hombre de aspecto deportivo vestido con pantalones de mezclilla y una camisa casual. “Espero que no te importe, acabo de regresar de un evento que se realizó anoche en Wanaka, así que traje a mi compañero Clarke (Gayford)”, dice, señalando hacia el ‘primer tipo’, a quien muchos neozelandeses ya conocían por ser el presentador de un popular programa de televisión para pescadores, Fish of the Day. Ardern lleva a Gayford a una mesa separada, donde se le unen otras personas que forman parte del séquito de la primera ministra. Mientras se acomoda en su silla, habla del esfuerzo que está haciendo para llevar una vida normal a pesar de las presiones del trabajo y su embarazo. “Todavía voy al supermercado y voy a Kmart a comprar mi ropa de maternidad”, y cuán afortunada se siente de que Gayford haya aceptado ser un padre que está en casa. “La única razón por la que puedo hacer lo que hago es porque mi pareja tiene la capacidad de ser cuidador a tiempo completo”, asegura. “Así...

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