Kant y Maquiavelo: ¿Ética o máximas de la destreza política? - Acción, ética, política. Nuevos parámetros de reflexión en ciencias sociales - Libros y Revistas - VLEX 857250388

Kant y Maquiavelo: ¿Ética o máximas de la destreza política?

AutorAlberto Valencia Gutiérrez
Cargo del AutorProfesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad del Valle (Cali, Colombia)
Páginas241-265
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KANT Y MAQUIAVELO:
¿ÉTICA O MÁXIMAS DE LA DESTREZA
POLÍTICA?1
Difícil es llevar a cabo una apreciación justa y cierta sobre la obra
de Maquiavelo. Si la primera condición de un espíritu analítico
es conquistar un lugar por encima de la veneración o el repudio,
de la apología o la denuncia, en pocos casos se puede ejercitar
con mayor dificultad esta condición como en El Príncipe de Ma-
quiavelo, objeto del escarnio más despiadado o de la más loca
aprobación; o en la imagen de su autor, símbolo del demonio,
personaje malvado de innumerables comedias, principio del mal,
sinónimo de hipocresía, falsedad, ambición y venganza, pero
también considerado como un profundo defensor de altos idea-
les políticos y democráticos, “ardiente entusiasta de la libertad”,
patriota apasionado o convencido nacionalista. El justo sentido
de la obra, o la verdadera figura del hombre, se desvanecen en
un mar de odios y amores encontrados, en interpretaciones mo-
1 Texto presentado en el Coloquio sobre Maquiavelo. Los 450 años de El Príncipe,
organizado por la Fundación para la Promoción de la Filosofía en Colombia, los
días 10 y 11 de febrero de 1983 en Cali. Revisado y ampliado para esta edición.
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ralistas o en innumerables leyendas que en uno u otro sentido se
han ido tejiendo a su alrededor a través de los siglos.2
Se trata de comprender, es cierto, y esto ha de colocarnos en
una situación distinta. Pero hemos de reconocer lo inevitable y
obligado de estas pasiones y prejuicios, en los que aun el lector
más desprevenido se encontrará irremediablemente envuelto, y
a las que la obra misma presta motivo a pesar de su orientación a
describir lo que los hombres efectivamente hacen, en el estilo de
un empirismo desprevenido, que encuentra útiles sus observa-
ciones para ser sabidas, pero que en ciertos momentos no puede
escapar a “extremos de cinismo”.3
Lo ineludible de un juicio moral de repudio o aprobación
nos obliga aquí, más que nunca, a poner por encima de estas
connotaciones las exigencias de comprensión de un espíritu
analítico y los problemas de nuestro contexto particular, como
únicos criterios de lectura para pensar una vez más, entre tan-
tas otras, la problemática que el texto en mención nos presenta,
en cuanto podemos identificar allí elementos fundamentales de
nuestra actualidad.
Es difícil, por consiguiente, sumarse a la fiesta de conmemo-
ración de una obra y un autor de tales características. En este
ensayo se buscará identificar una problemática, a la manera como
un lector crítico de una obra literaria encuentra, en la situación
humana que su texto presenta y describe, los motivos para una
reflexión. No se pretende precisar cuál sea el verdadero sentido
2 Ernst Cassirer hace una excelente reseña de la leyenda de Maquiavelo en El mito
del Estado (Fondo de Cultura Económica, México, 1974, pp. 138-154): Hegel,
por ejemplo, fue su primer gran apologista; Spinoza lo consideraba un “paladín
de la libertad”. En época más reciente, el filósofo francés Claude Lefort presenta
también en su libro Maquiavelo. Lecturas de lo político, una excelente reseña de lo
que ha significado Maquiavelo en la cultura de los últimos cinco siglos (Madrid,
Trotta, 2010, cap. 1: “El nombre y la representación de Maquiavelo”, pp. 11-85).
3 Señala Cassirer: “No son pocos, sin embargo, los escritores modernos que, de-
liberadamente, hacen la vista gorda ante este hecho patente”. Cassirer, op. cit.,
p. 168.

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