Libertad académica (1902) - La democracia como forma de vida - Libros y Revistas - VLEX 850937628

Libertad académica (1902)

AutorJohn Dewey
Páginas63-79
Libertad académica (1902)
*
Al examinar la serie de cuestiones que están sintetizadas en la frase
“libertad académica”, es necesario hacer una distinción entre la uni-
versidad propiamente dicha y aquellos cuerpos de enseñanza que, sin
importar el nombre que les demos, tienen por interés primario el de
inculcar un conjunto jado de ideas y hechos. La primera se propone
descubrir y comunicar la verdad y hacer de sus destinatarios mejores
jueces de la verdad y personas más efectiva s a la hora de aplicarla a los
asuntos de la vida. Los últimos tienen por objetivo la perpetuación
de un cierto modo de ver las cosas que es habitual entre un g rupo de-
terminado de personas; su propósito es el de formar discípulos, más
que el de cultivar una disciplina; no es que esto se haga a expensas
de la verdad, sino que se hace de un modo tal que lo que se busca es
conservar lo que ya es tenido como verdad por parte de alg ún grupo
considerable de personas. El problema de la libertad de investigación
e instrucción claramente asume formas diferentes en esos dos tipos
de instituciones. Cualquier corporación eclesiástica, polític a, e inclu-
so económica, se basa en unos determinados principios y, ciertamen-
te, tiene el derecho a tener tales principios institucionales, así como a
mantener y propagar su credo. No se trata tanto, en este caso, de un
asunto de libertad de pensamiento como de capacidad pa ra asegurar-
se maestros competentes que deseen trabajar bajo tales condiciones,
* Dewey, “Academic Freedom”, MW 2: 53-6 6. Este texto fue publ icado originalm en-
te en Educational Review 23: 1-14.

DemocraciaFormaVida.indd 63 29/11/17 15:22
 La democracia como forma de vida
para responder por sus obligaciones y para consegui r una suscripción
de la cual extraer sus estudiantes. No es muy necesario decir que la
línea que separa estos dos tipos de instituciones no es tan clara en la
práctica como pareciera estarlo en la teoría. Mucha s instituciones es-
tán en un estado de transición, pues están históricamente limitadas
por sus vínculos con algún cuerpo particular de creencias que gene-
ralmente son las propias de las asociaciones de carácter confesional.
Nominalmente este tipo de asociaciones rinden tributo a ese cuerpo
particular de creencias, aunque también ellas han venido asumien-
do muchas funciones estrictamente universitarias, y así han venido
aceptando obligaciones con respecto a la sociedad y a un mundo de
más amplia erudición. En estos aspectos, l a institución impone sobre
su cuerpo de maestros no solo el derecho, sino el deber, de mantener
en todos los asuntos el ideal universitario de la libertad de investi-
gación y comunicación. Sin embargo, en otros aspectos, y al mismo
tiempo que se exibilizan y atenúan, los vínculos confesionales de
carácter histórico se conservan y, a través de ellos, el instructor se ve
en alguna medida limitado. Así, implícitamente, si no explícitamen-
te, se asumen ciertas obligaciones. En esta situación puede surgir el
conicto entre los dos intereses de la universidad y, en la confusión
propia de dicho conicto, es difícil determinar con precisión de qué
forma, o hasta qué punto, el instructor está moralmente limitado
para enfrentarlo. En general, es claro, sin embargo, que el peso de
la decisión recae sobre el individuo. Si este se encuentra con que el
compromiso con lo particular y especíco es tan fuerte que lo limita
en la búsqueda de lo que considera como esencial, hay una libertad
de la que nadie puede privarle: la de encontrar una esfera de traba-
jo que le resulte más congenial. En tanto la institución sea franca
en reconocer y mantener sus vínculos confesionales, el individuo no
puede descargar su peso sobre ella. No obstante, él, y todos los que
piensen como él, tienen derecho a deplorar lo que consideren como
una restricción y a esperar, y a esforzarse para que, con el tiempo,
la obligación de trabajar en pro de una verdad más completa para
toda la sociedad se haga más urgente que la de conservar una parte
de la verdad para una parte de la sociedad.
DemocraciaFormaVida.indd 64 29/11/17 15:22

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR