La Liga de Mujeres Desplazadas: crear un lugar de resistencia feminista en una zona de conflicto - Feminismo de alto riesgo en Colombia - Libros y Revistas - VLEX 911526311

La Liga de Mujeres Desplazadas: crear un lugar de resistencia feminista en una zona de conflicto

AutorJulia Margaret Zulver
Páginas79-106

3
La Liga de Mujeres Desplazadas:
crear un lugar de resistencia
feminista en una zona de conicto
Las mujeres y las niñ as, deshumanizadas,
desposeídas d e su propio cuerpo, eran
convertidas en te rritorios por colonizar por
masculinidades todopoderosas que se declaraban
vencedoras por medio de l a brutalidad.
, Mujeres y guerra: víct imas y
resistentes en el Ca ribe colombiano
Le pedimos a las diosa s, que nos den la
fuerza y la salu d para llegar hasta el nal de
esta otra jornada maravil losa de resistencia
civil en medio de la gu erra, que le ha dado
pleno sentido a nuest ra vida y cuyo primer
rastro es la Ciudad de l as Mujeres.
Patricia Guerrero, Desde el c orazón de
las mujeres: una est rategia de resistencia
jurídica de la Liga de Mujeres De splazadas
Introducción
La Costa Caribe colombiana fue un teatro de guerra durante el conicto
armado del país. La violencia alcanzó niveles brutales entre  y ,
cuando los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia ()
 feminismo de alto riesgo en colombia
desplegaron una campaña bélica contra la guerrilla de las  - y contra
quienes ellos consideraban apoyaban a este grupo. La v iolencia durante este
periodo fue tan intensa que el  () describe que las ofensivas de las
 crearon una “ruta del terror” en su búsqueda de una “autoridad indispu-
tada” (p. ); usaban masacres, tortura pública, desplaza miento, violaciones
y violencia sexual, esclavitud sexual y doméstica y amenazas para lograr un
control social total.
Este capítulo se enfoca en la Liga de Mujeres Desplazadas y su lucha por
construir una existencia más pacíca, segura y justa en términos de género en
medio de la violencia. La Liga está conformada por mujeres que sufrieron, se
resistieron y nalmente sobrevivieron la ruta del terror inigida en la región.
En efecto, la ruta del terror estaba mediada por el género; las violencias espe-
cícas que sufrieron las mujeres durante el control de la región caribe por
parte de los paramilitares reejan los “repertorios violentos y los protocolos
de regulación social […] promovidos por los comandantes [de los paramilita-
res] para alcanzar sus metas” (, , p. ). Los paramilitares inigían
violencia contra las mujeres como una forma de consolidar los roles de género
tradicionales, que resultaban centrales para su sangrienta campaña en el norte
de Colombia (, , p. ). Quienes se resistían —incluyendo líderes
mujeres— se convertían en blancos y eran asesinadas por transgredir los roles
de género.
Mujeres de todo el norte del país se vieron obligadas a huir del terror que se
forjaba en sus comunidades. Muchas llegaron a El Pozón, un barrio ma rginal a
las afueras de la ciudad de Ca rtagena. Estas mujeres llegaron con sus hijos, sin
hogar, traumatizadas y, a menudo, recién enviudadas, y resultaron víctima s de
nuevos tipos de violencia a manos de otros grupos paramilitares y pandillas
criminales que luchaban por controlar es as zonas desfavorecidas.
Sin embargo, en , un grupo de mujeres se reunió bajo la dirección de
la líder Patricia Guerrero para construi r su sueño de una vida digna. Primero,
esto implicó crear vínculos sociales de conanza y per tenencia, que a su vez
facilitaron la formación de una identidad colectiva. Una vez establecieron los
benecios no materiales de la participación, volcaron su atención a construir
la Ciudad de las Mujeres, una manifestación de su movilización. La Ciudad
es más que un espacio físico para brinda r vivienda a las mujeres desplazadas;
para las mujeres de la Liga, también es una representación simbólica de su
agencia de movilización. La Ciudad representa su resistencia feminista ante
la violencia en medio de una zona de conicto. Este capítulo mostra rá que las
mujeres de la Liga no se movilizaron solo como madres o víctimas del con-
icto, sino como mujeres en busca de justicia de género.
Hoy en día, la organización mantiene alrededor de  integrantes. Muchas
viven en la Ciudad, pero algunas viven en otros barrios marginales cercanos.

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