Marco conceptual de la RSE
| Autor | Mario Enrique Uribe Macías |
| Cargo del Autor | Administrador de Empresas de la Universidad del Tolima, Especialista en Administración Financiera de la EAN |
| Páginas | 27-46 |
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Capítulo 2
Marco conceptual de la RSE
Con el n de tener clara la manera en que se puede implementar la RSE en las
empresas, es necesario conocer los principales elementos conceptuales relacio-
nados, de tal forma que el camino posterior para hacerlo sea mucho más expe-
dito. Siendo así, en este capítulo se aborda la RSE a partir de su desarrollo y se
aporta una cronología de sus deniciones; a continuación se analizan los dife-
rentes enfoques de la RSE, a la luz de Donaldson & Preston; para ocuparse ense-
guida del concepto de la triple cuenta de resultados, fundamental para la RSE;
después se adelanta la conceptualización de la RSE, de manera estructurada y
profunda; se analizan algunas experiencias del tema en Colombia y se naliza
con dos temas que actualmente están profundamente ligados con la gestión
de las organizaciones: la sostenibilidad empresarial y el valor compartido.
2.1. Desarrollo de la RSE
La RSE es un concepto que ha evolucionado a través del tiempo, con base en las
miradas particulares que diferentes autores han hecho de ella. Rosero (2015)
concluye en su tesis doctoral que “bastantes autores han intentado describir
lo que signica ser una empresa socialmente responsable, desembocando en
que es la responsabilidad que poseen las empresas por los impactos sociales y
medioambientales que ocasionan en su actividad” (p. 255).
Atehortúa (2008) arma que el tema ha ganado importancia día a día, en di-
ferentes ámbitos, lo que se ve reejado en manifestaciones a través de los
medios de comunicación, aunque paradójicamente la discusión académica y
cientíca sobre el asunto es aún escasa. No obstante, Homan (2007) arma
que la RSE ha sido objeto de atención desde hace tiempo por parte de aca-
démicos y directivos de las empresas y sitúa el desarrollo de la RSE moderna a
partir de 1920, en lo cual coincide con Frederick (1994) y Rojas & Olaya (2009),
quienes arman, además, que esta se fortalece en la década de los 60 y 70.
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R - M E U M.
Precisamente, en 1920 se incorpora el tema al de la lantropía empresarial,
basado en la caridad del empresario: más en la persona que en la organización.
En el año 1948, se presentó en la junta de Harvard Business School Alumni As-
sociation un tema dedicado a la responsabilidad social en los negocios, empe-
zando a tener peso académico en las diferentes instituciones y asociaciones
como la American Management Association, que desarrolló en 1958 una inves-
tigación enfocada en la creencia administrativa o establecimientos de objeti-
vos básicos; esta investigación dio como resultado que, de las 700 empresas
estudiadas, la gran mayoría asumía su responsabilidad para con la sociedad,
empezando la similitud de responsabilidad social con la lantropía (Yepes,
Peña & Sánchez, 2007).
Posteriormente y de acuerdo con Bower (1995), Friedman planteó (hacia los
años 70) que los negocios solo tienen una responsabilidad social: emplear sus
recursos y emprender actividades encaminadas a aumentar sus utilidades, una
concepción claramente económica y centrada en los accionistas de la empre-
sa. Concepto que es ampliado posteriormente por Carroll (1979), cuando le
agrega al campo económico las expectativas de la sociedad en los campos
legal, ético y discrecional.
Freeman (1984), en contraste con la armación de Friedman, puntualiza que
la empresa no solo tiene responsabilidades con sus accionistas, sino también
con todos los individuos que afectan o son afectados por las actividades que
esta realiza para alcanzar sus objetivos.
Al respecto de la RSE, existen dos posturas contrapuestas con relación a su
concepción: por una parte, la neoclásica en la que Friedman (1962, 1970) y
Hayek (1960) consideran que la responsabilidad de la empresa no debe ir más
allá de los objetivos de maximización de sus benecios, enmarcada en el cum-
plimiento del ordenamiento jurídico y la ética básica del mercado, y, por otra
parte, la de responsabilidad social que “considera que la empresa es benecia-
ria neta del desarrollo social e institucional y, como consecuencia, debe con-
tribuir a la sostenibilidad del propio marco social e institucional en los ámbi-
tos económico, social y medioambiental” (Cortés, 2008, p. 38). Las principales
características de estos dos enfoques pueden observarse en la tabla 2.1, en la
página siguiente.
No obstante, con relación a la RSE se ha planteado una conceptualización
variada y abundante que se puede mover en diferentes enfoques, desde el
instrumental puro (Atehortúa, 2008), pasando por el de supervivencia organi-
zacional o posicionamiento de marca (Battacharya & Sen, 2004), hasta el ético
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