Medidas de inclusión para una paz duradera - Reflexiones sobre el conflicto colombiano - Derechos humanos, paz y posconflicto en Colombia - Libros y Revistas - VLEX 741479497

Medidas de inclusión para una paz duradera

AutorAlfonso Jaime Martínez Lazcano - Jaime Cubides Cárdenas
Páginas127-154
MEDIDAS DE INCLUSIÓN PARA UNA PAZ DURADERA*
Alfonso Jaime Martínez Lazcano
Jaime Cubides Cárdenas
El grado de violencia y desinterés por la suerte de las víctimas permite observar
que el derecho no representa nada, ni moral ni políticamente.
La barbarie humana se acerca a la animalidad de seres en pugna por el poder, en una
lucha cada vez más cruenta por el acceso y uso
a la tecnología de la muerte y no de la vida.
Alfonso Jaime Martínez Lazcano
Aunque algunos autores establezcan que el conicto armado contemporáneo en
Colombia está imbricado en la llamada violencia bipartidista (Sánchez, 2014,
p. 112), es necesario comprender que este conicto no se puede denir como el
simple fruto de lo acontecido en la segunda mitad del siglo XX55; por el contrario,
se debe analizar desde la misma conquista española en el siglo XIV, dado que
de los 3.000.000 indios de 1492 solo quedaban unos 60.000 tributarios (adultos
* El capítulo contiene resultados del proyecto de investigación: “La convencionalización del derecho: el caso del
ordenamiento jurídico colombiano desde la justicia multinivel y el posconicto”, que forma parte de la línea de
investigación Fundamentación e Implementación de los Derechos Humanos, del grupo de investigación Persona,
Instituciones y Exigencias de Justicia, registrado con el código COL0120899 en Colciencias, vinculado al Centro
de Investigaciones Socio Jurídicas (Cisjuc), adscrito y nanciado por la Facultad de Derecho de la Universidad
Católica de Colombia.
55 También llamada década del estado de sitio o de las dictaduras (1946-1958) (Palacios, 1995, p. 131).
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Derechos humanos, paz y posconflicto en Colombia
varones) en 1509, para 1518 se habían reducido a cerca de 11.000 y desaparecie-
ron casi por completo en 1519 (Melo, 1996, p. 6); hechos que aún persisten en la
historia colombiana, pues fueron innumerables los momentos en los cuales esta
nación se hundió en la confrontación armada, como fue el caso de la independen-
cia y las guerras civiles del siglo XIX; momentos históricos que generaron los
problemas sociales causantes de la actual violencia colombiana toda vez que no
fueron debidamente solucionados.
Por todo ello es indispensable armar que el conicto en Colombia se ha
extendido a lo largo de su evolución, puesto que los grupos derrotados en los
innumerables combates mencionados, al no consolidarse una verdadera paz, se
sublevaron con posterioridad bajo la idea de la reivindicación56, siendo la falta de
atención por parte del Estado a las víctimas de dichas pugnas un factor adicional
para la profundización de esta situación; tanto es así que una de las víctimas de la
denominada época de la violencia durante los años cuarenta y cincuenta en el país
fue Manuel Marulanda Vélez, alias Tiro Fijo, quien se desplazó forzosamente de
su hogar a causa de su pertenencia al Partido Liberal (López-Uribe, 2015). Con
estos antecedentes, se debe precisar que para la materialización de una verdadera
paz en este territorio es necesario otorgar a las víctimas de este conicto un papel
fundamental dentro de los procesos encaminados hacia ese n, no para entorpe-
cer los avances logrados, sino como factores determinantes para su legitimación,
teniendo presente que por las mismas condiciones especiales del conicto del
país, que sin duda no es homogéneo57, hay un sinnúmero de compatriotas afec-
tados58 que merecen no solo el apoyo del Estado sino de toda la sociedad civil.
Con todo lo dicho se presenta a la academia un gran reto y más en un momen-
to en el que la esperanza de un cese al conicto entre las FARC-EP y el Estado
está cerca de rmarse; esperanza de paz que no debe aminorar los derechos de
las víctimas, las cuales tampoco se deben entender como el enemigo fehaciente,
sino como la piedra angular que legitima el futuro del posconicto. Este es un ele-
mento que permitiría a los futuros acuerdos de La Habana pasar la lupa de instan-
cias internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para la
56 Tener en cuenta lo dicho por los profesores Larosa y Mejía (2014).
57 Multiplicidad de actores en el conicto, ver más en el capítulo uno del Informe Basta Ya (Sánchez, 2014).
58 En el Registro Único de Víctimas, realizado por la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas
(UARIV), hay cerca de 7 millones de personas registradas como tales.

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