Mendicidad, ¿préstamo de niños o necesidad? - 14 de Agosto de 2019 - El Tiempo - Noticias - VLEX 808501717

Mendicidad, ¿préstamo de niños o necesidad?

Carol Malaver-subeditora BogotÁcarmal@eltiempo.com@CarolMalaverSon las 3 de la tarde y los pasajeros que se suben a la ruta B16 que se dirige hacia el norte de Bogotá ven con asombro a un hombre que se sube con un bebé dormido a pedir dinero. Se sostiene de un cargador de tela, mientras su cabeza se descuelga y su piel se ve claramente afectada por el sol. Su historia, la de muchos: soy un padre de familia, no tengo con quien dejar a mi hijo, si tiene algo de comer o cualquier monedita le estaremos muy agradecidos. Muchos se conmueven, meten sus manos en los bolsillos, las mujeres buscan en el fondo de sus bolsos, otra pasajera saca un yogur de bolsa, se lo da y, al final, el hombre se dirige hacia otro vagón con una buena cantidad de monedas en sus bolsillos. Igual escena, casi calcada, se vive en la misma ruta de TransMilenio pero con otro niño, dormido, y esta vez quien pide limosna es una mujer. La Secretaría de Integración Social ha identificado 19 puntos críticos (vea mapa) en donde suelen ubicarse hombres y mujeres con niños de brazos que se dedican a la mendicidad. El aumento o no del fenómeno no está cuantificado en cifras oficiales, pero sí lo perciben los ciudadanos; de hecho, se estima que parte de la problemática deviene de los migrantes venezolanos, que según las últimas estadísticas de Migración Colombia, ya suman unos 313.529 en la capital del país. Pero este grave fenómeno social no es nuevo, ni depende solo de esta variable; también, del desplazamiento interno. En los puentes peatonales de la calle 26, por ejemplo, se pueden ver mujeres de comunidades indígenas con niños en brazos, dormidos con sus rostros expuestos al sol, y en la misma actividad: pedir limosna. En un recorrido que realizó EL TIEMPO se identificaron grupos de mujeres que dicen venir del Pacífico, pidiendo limosna con niños en brazos sobre la avenida 19 y la calle 134. La pregunta que se hacen muchos es si este fenómeno obedece a la necesidad de cada familia al no tener con quien dejar sus hijos, al ‘éxito’ que obtienen en ganancias exponiendo a los infantes o a bandas que los utilizan para explotarlos. Según la Secretaría de Integración Social (SIS), que ya ha atendido a 319 niños en el centro Abrazar contra la mendicidad infantil, desde su apertura, y ha caracterizado a 300 más en las calles en varios operativos, los casos son variados. Familias entrevistadas han aceptado que los niños generan más sensibilidad. Eso dijo una mujer que fue hallada sentada...

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