¿Módulos de respeto o módulos de la vergüenza? El experimento terapéutico y de control en las cárceles del Estado español - Segunda parte. De las cifras y las vergüenzas. Razones de más para la abolición de la máquina del dolor - ¿Reformar o abolir el sistema penal? - Libros y Revistas - VLEX 857250526

¿Módulos de respeto o módulos de la vergüenza? El experimento terapéutico y de control en las cárceles del Estado español

AutorPaz Francés Lecumberri
Cargo del AutorProfesora ayudante en derecho penal de la Universidad Pública de Navarra
Páginas167-198
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¿MÓDULOS DE RESPETO O MÓDULOS
DE LA VERGÜENZA?
El experimento terapéutico y de control
en las cárceles del Estado español*
Paz Francés Lecumberri**
La presunzione di credersi un po’ speciali talvolta diventa
una necesità. Ad essempio, quando ci si trova in una
situazione in cui qualcun altro ti considera, e vorrebbe
che ti sentissi, semplice carne da macello. È il mio caso,
ora che il portone di ferro si è chiuso dietro le spalle, e
l’agente di custodia mi toglie le manette dai polsi. Ormai,
insieme al nome, alle fotografie e alle impronte digitali,
* El presente trabajo se enmarca en los proyectos de investigación DER 2010-
16558, Ministerio Español de Ciencia e Innovación, ahora de Economía y
Competitividad, en parte con fondos Feder y LEO66A11-1 (Junta de Castilla
y León), cuyo investigador principal es Miguel Díaz y García Conlledo y de
cuyo equipo investigador formo parte.
** Profesora ayudante en derecho penal de la Universidad Pública de Navarra.
Correo electrónico: paz.frances@unavarra.es
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paz f ran cés l ecu mbe rri
ho consegnato, secondo lui, anche la mia specialità di
individuo. La scelta di finiré qui dentro l’ho fatta io,
le altre scelte che mi riguardano le farà, d’ora in poi,
l’amministrazione carceraria.
Mauricio Rota (1996)
1. los nuevos paradigmas penitenciarios
en españa. la unidad terapéutica y e ducativa
(ute) y en concreto los módulos de respeto
1.1. ALgunAs cuestiones introductoriAs
Cuando comparto algunas reflexiones e ideas sobre los llamados
“módulos de respeto” siempre me encuentro obligada a hacer
una serie de advertencias previas antes de explicar cuestiones
como qué son, en qué consisten o cuál es su filosofía, para que
el contenido de lo que voy a tratar de transmitir posteriormente
se entienda en su justa medida.
La primera de las advertencias que es imprescindible hacer
es que no se puede hablar de un único modelo de módulo de
respeto. En España existen tantos modelos como centros en
donde se haya implantado esta metodología. De hecho esta es
una de las peculiaridades propias de los módulos de respeto:
la adecuación a cada centro penitenciario en atención a sus
necesidades. Por tanto, cuando en este capítulo me refiera
a los módulos de respeto estaré aludiendo al modelo teórico
general propuesto por la Dirección General de Instituciones
Penitenciarias (DGIP) (a través de un Manual de módulos de
respeto1 para conseguir su progresiva implantación en más
centros penitenciarios.
1 Se puede consultar en http://www.institucionpenitenciaria.es/web/portal/
Reeducacion/ProgramasEspecificos/modulosRespeto.html#c1
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¿mód ulos de r esp eto o m ódu los de la ver güen za?
Sin embargo, cuando plantee algunos de los problemas que
este modelo puede suscitar (o que haya ya suscitado) y haga
afirmaciones concretas al respecto, lo haré en conocimiento de
la implantación de este modelo en una cárcel muy concreta: el
módulo de mujeres del Centro Penitenciario de Pamplona/
Iruña que es el que conozco directamente.2 Esto de ningún
modo significa que las problemáticas no sean extensibles a otras
experiencias, y puede ser también que en otros centros surjan
además otros problemas.
La segunda de las advertencias que anunciaba viene de la
prudencia y las cautelas que se deben asumir cuando un modelo
tiene muy poco recorrido en su puesta en marcha y cuando,
además, en el caso de España, este viene de la mano de mejoras
aparentes en las condiciones de vida de las personas presas.
Los módulos de respeto, como expondré, exigen una serie de
requisitos de infraestructura, de actividades, de personal, que
se han concretado (por lo general) en mejores instalaciones,
más atención al interno, más actividades y, por tanto, criticar
un sistema tan sutil en sus opresiones como este, dando lugar
a estas mejoras aparentes, se torna difícil.3
2 En el año 2010 se implantó en el módulo de mujeres del Centro Penitenciario
(CP) de Pamplona (España) el modelo de módulo de respeto. En ese año,
dentro de la actividad de un grupo de investigación estábamos haciendo un
trabajo sobre mujer y prisión, y pudimos conocer de primera mano el impacto
inicial del cambio de modelo sobre las mujeres y también su recorrido (Francés
Lecumberri y Serrano, 2011). La implantación de este módulo tuvo además
una denuncia muy fuerte por nuestra parte. Puede consultarse en http://www.
noticiasdenavarra.com/2010/02/11/sociedad/navarra/salhaketa-denuncia-
la-implantacion-de-un-regimen-mas-severo-a-las-reclusas-de-la-carcel-de-
pamplona; http://www.salhaketa-nafarroa.com/2010/02/comunicado-de-
salhaketa-carta-a-mercedes-gallizo-acerca-del-nuevo-paradigma-terapeutico-
y-de-control-de-los-modulos-de-respeto-y-de-las-ute/.
Además desde 2011 conjuntamente con otras compañeras y de la mano de la
Asociación Aname (Asociación Navarra de Mediación), realizamos un proyecto
en ese módulo que lleva como nombre Resolución de conflictos a través del
teatro del oprimido.
3 Dan cuenta de la dureza del régimen de Módulos de respeto los testimonios
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