Nicaragua (I) - 19 de Septiembre de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 875987616

Nicaragua (I)

Mañana se inician en La Haya las audiencias relativas a la tercera demanda interpuesta por Nicaragua en contra de Colombia en el marco del diferendo limítrofe entre las dos naciones. Esta se refiere al supuesto no acatamiento por nuestro país del nefasto fallo proferido por la Corte Internacional en 2012. Con ocasión de estas audiencias fue que el Gobierno Nacional intentó reunir a los expresidentes en la Comisión de Relaciones Exteriores. Las diferencias personales lamentablemente frustraron el encuentro. Este problema limítrofe no es nuevo. Ya desde 1969 Nicaragua había sostenido que el Tratado Esguerra-Bárcenas de 1928 no era válido porque se había celebrado cuando Nicaragua estaba invadida por Estados Unidos y que en esas circunstancias no podría un tratado producir efectos jurídicos. Tesis difícil de aceptar, pero que representaba un primer campanazo de alerta. Colombia sostuvo entonces, y sigue haciéndolo cincuenta años después, que el tratado es válido y que este fijó como límite entre las dos naciones el famoso meridiano 82. Lo anterior por cuanto Colombia siempre ha interpretado que el mencionado tratado no solo fijaba una asignación de territorio (San Andrés, Providencia y Santa Catalina), sino que fijaba límites marinos. Lo cierto es que para la época, el derecho del mar era muy incipiente y solo establecía un mar territorial de 3 millas, y no existía el concepto de delimitación marítima. Pero el derecho internacional siguió avanzando hasta llegar a la Convención del Derecho del Mar de 1958 y las complementarias de Ginebra y de Jamaica de 1982, en las que aparecieron figuras nuevas como la del mar territorial de 12 millas y también aquella de las zonas económicas exclusivas, que involucran la plataforma marina que establece derechos sobre las aguas y el subsuelo dentro de las 200 millas. Colombia firmó la Convención pero nunca la ratificó, pensando no en Nicaragua, sino seguramente en una eventual demanda contra Venezuela, que nunca llegó a interponerse. En 1948, en medio de las revueltas capitalinas, suscribimos el llamado Pacto de Bogotá sobre solución de controversias pacíficas. Uno de los mecanismos acordados fue el de recurrir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Quedamos entonces con dos instrumentos que nos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR