Núcleo teórico
| Autor | Germán Humberto Villa Fontecha |
| Páginas | 83-144 |
Capítulo 3
Núcleo teórico
Introducción
Una vez identicados los elementos denitorios del con-
tenido normativo del derecho humano al agua formulados
desde el derecho internacional de los derechos humanos,
el marco teórico se construirá a partir de la recomposición
en el nivel conceptual de dicho contenido, mediante una
articulac ión de sus elementos más importantes, efectuada
a la luz de ciertos planteamientos teóricos formulados
principalmente desde la losofía del derecho, la losofía
de la biología, la biopolítica y la bioética. De tal suerte,
este marco teórico representa una continuidad en un nivel
teórico y conceptual de la reexión en torno al contenido
normativo del derecho humano al agua, solo que en este
marco teórico dicho contenido normativo no se entenderá
simplemente como “normativo”, sino más propiamente
como contenido conceptual, o, incluso, como contenido
semántico del derecho humano al agua. Esto último, de
acuerdo con la idea general planteada en el capítulo uno,
según la cual lo que se busca es “decir” o expresa r lo rele-
vante del derecho humano al agua de una manera dist inta.
Básicamente, este marco teórico se construye, en su pri-
mera parte, como un “viaje hacia dentro” de la relación entre
agua y vida, traspasa ndo los diferentes niveles de esta relación
y mostrando la importancia y signi cación de cada uno de
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ellos. En su segunda parte, el ma rco expone las implicaciones
jurídicas de esta relación en su nivel más prima rio y elemental,
respecto de la posible fundamentación de derechos de los seres
vivos y de la naturaleza, destacando la interrelación e inter-
dependencia ontológica entre ellos, las cuales deberían poder
verse reejadas en el modo en que se formulan y estruct uran
sus derechos.
Resulta fácil rastrear desde la sección dedicada al
“planteamiento del problema” los elementos del contenido
normativo del derecho al agua que contribuyen a dar forma
a este marco teórico, siguiendo las frases en cu rsivas. A su
vez, estos elementos se articulan en el marco a partir de
su encuadramiento en una serie de constructos teóricos
preexistentes, introducidos ad hoc por su idoneidad para
la investigación.
La estrecha conexión entre el derecho
al agua y el derecho a la vida
Pártase de una pregunta: ¿de qué tipo, clase o naturaleza es
el derecho al agua? Parece que de la respuesta que se dé a esta
pregunta depende poder caracteriza rlo correctamente. Por lo
pronto, lo que puede armarse con mayor claridad y evidencia,
a la luz de lo expuesto en el capítulo anterior (Observación
general N.º 15 (2002), Observación general N.º 36 (2019)
y Programa de trabajo del Grupo ad hoc para la realización de
un estudio tendiente a contribuir a las bases de una declaración
internacional sobre los derechos humanos y la extrema pobreza
José Bengoa), es que existe una estrechísima conexión entre el
derecho humano al agua y el derecho humano a la v ida. Pero
¿por qué se da esta estrecha conexión entre derechos?, ¿cuál es
la causa de esta estrecha conexión? Clara mente, sea cual sea la
respuesta que se enuncie a estas
preguntas, deberá fundarse
El agua: un derecho humano y de la naturaleza
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en la igual conexión entre dos cosas: el “agua” y la “vida
humana” en cuanto tales.
Es posible entender tal conexión de muchas mane-
ras, puesto que la vida humana es una realidad diversa y
compleja que se haya atravesada por lo cultural, lo social,
lo psicológico, lo religioso, lo político, lo intelectual, lo
emotivo, lo biológico, lo económico, etc., de suerte que su
relación con el agua podría entenderse de tantas maneras
y tener tantas signicaciones como dimensiones y aspectos
tiene el fenómeno de la vida humana.
Así, esta “estrecha conexión” puede darse en la vida
de las personas pertenecientes a los grupos humanos que
tradicionalmente le han dado una signicación impor-
tante al agua, ya porque como pueblos han surgido y se
han desarrollado cerca o alrededor de cuerpos y cursos
de agua, como es el caso de las “civilizaciones uviales”
(Egipto, Mesopotamia, la India, China, etc.), ya porque,
independiente de su cercanía, el agua ha constituido para
ellos un elemento de gran valor para su existencia como
pueblo. De ahí que el agua puede estar fuer temente ligada
a representaciones simbólicas e íconos propios de la cos-
mología, la cosmogonía, la religión y, en n, de la cultura
de multitud de grupos humanos.
Asimismo, esa “estrecha conexión” puede entenderse
como presente en la vida de las personas que viven de
navegar las agua s o tomar su sustento de ellas (navegantes,
pescadores) o la vida de quienes requieren el agua para la
germinación y el crecimiento de sus cultivos o para la cría
de sus animales, de modo que puedan deriva r de allí su sub-
sistencia (pequeños agricultores, pequeños ganaderos). En
estos contextos, el agua está en el centro de las prácticas, la s
costumbres, los ritos y la idiosincrasia de las comunidades
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