Paola vs. Ecuador: una histórica condena a la violencia sexual escolar - 20 de Agosto de 2020 - El Tiempo - Noticias - VLEX 847321213

Paola vs. Ecuador: una histórica condena a la violencia sexual escolar

MILENA SARRALDE DUQUE - SUBEDITORA DE JUSTICIA @MSarraldeTuvieron que pasar 18 años para que Petita Albarracín escuchara por primera vez a una autoridad judicial reconocer lo que ella sabía desde el 2002. Que su hija fue víctima de violencia sexual en el colegio. Que, producto del abuso y el acoso, tomó la decisión de suicidarse. Que un hombre usó su poder y autoridad para abusar de ella. Que lo que vivió no le pasó por "seductora", como dijeron jueces y medios de comunicación. Que tan solo tenía 14 años cuando su colegio, el lugar que debía educarla y protegerla, no hizo nada para salvarla. Paola Guzmán Albarracín era una joven cariñosa, muy alegre, cuyo nombre terminó encabezando un histórico fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Nació el 10 de diciembre de 1986 en Guayaquil (Ecuador), en un hogar en el que, cuenta Petita, a pesar de las carencias y pobreza, había mucho amor para ella y su hermana Dennis. Al cumplir 12 años, Paola ingresó al Colegio Fiscal Miguel Martínez Serrano, una institución pública que solo recibía a niñas. Para el 2001, cuando estaba en su segundo año de educación básica, comenzó a tener problemas con algunas materias en las que le faltaban puntos para poder pasar el grado. Fue en ese contexto en el que el vicerrector del colegio, Bolívar Eduardo Espín Zurtía, un hombre 40 años mayor que ella, se aprovechó de su poder, la acosó y la presionó para ayudarle a pasar las materias con la condición de que sostuvieran relaciones sexuales. Lejos de ser una situación ajena a los docentes, el personal del colegio supo lo que pasaba, pero nunca reportó el caso. Incluso, algunos profesores reconocieron que Paola no era la única joven a la que el vicerrector asediaba. Como en el colegio no había rutas para denunciar la violencia sexual, el silencio imperó. Todo siguió igual hasta el 11 de diciembre del 2002, cuando la inspectora del curso de Paola le envió a Petita una citación en la que le pedía que se presentara en la institución al día siguiente. La citación, dijo la inspectora años después, se dio porque la adolescente había faltado a clases y porque a la niña la encontraban con frecuencia en el restaurante o el patio en horas de estudio. El día de la cita, antes de salir de su casa, Paola se sentó a desayunar frente al televisor en la silla plástica roja que tenía en el comedor. Allí, sentada, puso en su comida pastillas de fósforo blanco conocidas como ‘diablillos’, que en diciembre se conseguían...

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